lunes, 7 de septiembre de 2015

La crítica cinematográfica: "CONTRACORRIENTE"

El director Javier Fuentes-León, peruano de Lima, estrenó su primera película en 2010, año en el que volvió a su país después de una larga temporada en Estados Unidos, donde realizó una maestría en dirección de cine en el California Institute of the Arts (CalArts). Para su primer trabajo eligió un tema muy polémico en su país, así como en toda Latinoamérica, la homosexualidad, y con esta temática controvertida, intenta romper con los valores de una sociedad discriminatoria.

“Haber vivido mucho tiempo fuera de Perú me ha permitido ver con una nueva perspectiva ciertos aspectos de la sociedad en la que crecí, y constatar cómo muchas veces en ella (y en casi toda Latinoamérica) se tergiversa el concepto de lo que significa ser “hombre”, y se reemplaza por definiciones mucho más pobres y limitadas que tienen que ver menos con el honor y la autenticidad y más con la masculinidad y la fuerza”.

Protagonizado por Tatiana Astengo, Manolo Cardona y Cristian Mercado, el film tuvo una repercusión tan sorprendente que recibió 53 premiaciones en festivales nacionales y extranjeros, incluso fue el representante de Perú en los Premios Oscar de 2011. Fue proyectado en Irlanda, Francia, Bolivia y otra decena de países, como también traducido al chino y al portugués.

Contracorriente es un drama romántico ambientado en un rústico, tranquilo y religioso pueblo pesquero, donde vive Miguel, un simple y respetable pescador, que tiene un secreto: mantiene una intensa relación de amor con un forastero llamado Santiago, pintor homosexual asumido, que pasa todos sus veranos en el pueblo. El escenario de esta intensa relación de deseo es una playa rustica y desierta que abriga a los amantes en sus momentos de intimidad. Las escenas de esta pasión son explícitas, sin embargo, interpreto la desnudez y el sexo en la arena como símbolos de la pureza de los sentimientos desprovistos de egoísmo, mezquindad y vanidad.

En toda la extensión del largometraje se presenta una buena dosis de discriminación, pero el elemento más fuerte es el prejuicio interno de Miguel que traba una pelea íntima entre las costumbres, la tradición, la religiosidad y la familia, o sea, un gran conflicto entre lo correcto y lo equivocado, así como se puede observar en la escena en la que lee un texto de la Biblia: “A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echara al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela. Es mejor que entres manco en la vida, y no con dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo. Es mejor que entres cojo en la vida, y no con dos pies seas arrojado al infierno.”

Todas estas cuestiones se intensifican cuando Santiago desaparece en el mar tras una discusión con Miguel, para no volver nunca más. En este momento, la película empieza a seguir la línea de la narrativa fantástica que permite a los amantes vivir su amor de manera abierta, pero el duelo por la ausencia del amado y la certeza de que ya no consigue hacer feliz a todos los que ama, despierta en Miguel la necesidad de dignificar la memoria de Santiago, aunque esto ponga fin a su matrimonio con Mariela y conlleve a la pérdida del respeto de su comunidad.


Contracorriente es esto: una mezcla de erotismo homosexual y amor verdadero; de dignidad e intolerancia; de respeto y deseo. Un film que merece la pena ser visto para que cada uno construya su propia opinión, descubra hasta dónde va su tolerancia y cuál es el tamaño de sus prejuicios.

Cristiane Guerreiro

Ficha Técnica:
Título: Contracorriente
Dirección: Javier Fuentes-León
País: Francia, Alemania, Colombia, Perú
Año: 2009
Duración: 100 min.
Género: Drama
Reparto: Tatiana Astengo, Cristian Mercado, Manolo Cardona

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