domingo, 30 de abril de 2017

Traducción de la entrevista realizada a la escritora Nélida Piñón: "Una fábrica de palabras" (II)

Final de la traducción de la entrevista realizada a Nélida Piñón.
¿Quieres leer la primera parte? Pincha aquí 


Antônio Maura: Una de las cosas que me sorprendió en este libro, fue este primer cuento, que da título al libro, La camisa del marido (2015). En mi opinión, es un cuento que tiene una fuerza tremenda, casi cruel, porque hay un asesinato, no sé si resuelto o si se resuelve en la incógnita, pero que, además de ser un cuento dramático, es también coral porque intervienen todas las voces. No solo me impresionó este cuento, sino todos los demás, puesto que todos los relatos son de una enorme intensidad y muy rurales también. 

Nélida Piñón: Yo creo lo siguiente: No se trata de lo rural por lo rural, con las vacas, bueyes, gallinas, corderos y el campesino. Es otra cosa: lo rural tiene una extraordinaria concentración de mitos, que lo urbano no tiene. Lo urbano tiene una ligereza, una agilidad, una prontitud, una ansiedad y un nerviosismo que, para mí, no crea aquellos mitos que tendrían o deberían tener una conexión con el mundo arcaico. ¿Lo urbano es un mundo con violencias? Claro. Todo es muy difícil, pero está permeado por una miseria fugaz, todo es efímero. Todo es rápido. No te transmite la sensación de un árbol creciendo: puedes plantar un árbol y ese árbol va a crecer para tu hijo, para tu nieto, para la humanidad. 
Así que, pienso que el mundo rural, con todos estos animales apacentados, la sensación que se tiene es la de que el tiempo no avanza en aquella prontitud aterradora. Y que todo lo que allí está va componiendo un universo que ya existió y que tal vez exista sin que te des cuenta: porque allí está Nerón, Tucídides, allí están historiadores como Heródoto... Me apasionan los recursos que el mundo rural, como se suele decir, engendra: grandes personajes. Puede ser lírico, pero en medio de lo lírico hay una voluptuosidad, de lo fuerte, de lo violento, de lo que quiere permanecer para siempre.  

AM: Otro aspecto, Nélida, que me gustó mucho, y que me pareció muy importante en este libro de cuentos, es que prácticamente todos ellos están representados por un personaje femenino, a excepción de algunos. como el relato de Camões...

Nélida Piñón: Pero también hay hombres...

AM: También... 

Nélida Piñón: El libro Fundador tiene personajes redondos, es decir, personajes masculinos redondos. Ahora, hay otros libros míos en los que la mujer, aparentemente, tiene cierta discreción, pero tiene una actuación fuerte. Yo hice mujeres distraídas, cuya distracción tenía una filosofía de resistencia: ella fingía prestarle atención al hombre, que le imponía procedimientos, comportamientos, que le daba órdenes. Fingía atender, pero de una manera tan distraída, que él se daba cuenta de que no conseguía nada con ella. La distracción era una protección, un escudo para la mujer. A veces, la distracción es un escudo. Y hubo personajes, mujeres, mucho más fuertes, claro. “Caetana” (Cayetana), por ejemplo, era una figura fuerte. Varias mujeres. Yo creo que hay un equilibrio. 
Sin embargo por la época, a veces, una historia pide que aquel personaje se destaque de algún modo, alguna escena que le favorezca, que le permita llegar a la cumbre de los sentimientos, del erotismo, como A casa da paixão (La casa de la pasión). Marta es una figura que manipula a los hombres por medio del erotismo y del control del deseo... Así que creo que tiene mucho que ver con la historia que va a ser contada. Hay historias que piden que alguien tenga un mayor peso narrativo y, a veces, historias en las cuales hay un equilibrio... Digamos que se reparte la escena, la presencia en la escena. 
Pero, de todos modos, pienso que es importante que la mujer pueda ser registrada de forma narrativa por una mujer, pero no para tomar partido porque no creo en esto. Creo que la mujer escritora debe tener condiciones en relación a la humanidad, al entorno humano, para escribir igualmente nobles a hombres y mujeres, con la misma competencia. Porque si ella no tiene competencia para hablar de los hombres, los hombres no tienen competencia para hablar de las mujeres. Entonces, cuando Flaubert decía Emma, c’est moi es porque sabía que estaba listo para hablar como una mujer. 
El escritor importante, el escritor que tiene amor por la Literatura, sabe que debe empeñarse para invadir la psique y el cuerpo humano sea como sea. Debe tener un voltaje proteico, de Proteo. Es algo que digo mucho: un escritor no puede permitirse una evasión, ausentarse de la sala, ausentarse del cuerpo de las personas. Mi deseo es invadir el cuerpo de todo el mundo, no como una apropiación indebida, sino para poder comprender quiénes somos. Repartir mi poder de percepción, de comprensión, mi compromiso con la vida entre hombres y mujeres. Si no es así, es un fracaso. 
De esta suerte, uno se quedará con una literatura dulce y el otro con una literatura de prejuicios contra el personaje femenino. Entonces, este equilibrio es muy difícil, pero hay que creer en la alteridad. Y, para sostener esta alteridad, yo defiendo la ambigüedad. No es necesario definir la ambigüedad, pero explica a qué se vino. Uno ve: Machado de Assis era un maestro en la ambigüedad. 

AM: Machado, a quién está dedicado el libro...

Nélida Piñón: Bueno... Nunca nadie había dedicado un libro a Machado de Assis... Ningún brasileño. Nunca. Me emocioné tanto cuando tuve esta idea, al maestro de todos nosotros... Me dije: “Dios mío, Nélida, qué belleza...”, suelo decir, ahora bromeando, pero con todo cariño y respeto, que fue la paloma, la palomita, que me ayudó a pensar.

AM: Ciertamente, en este libro de cuentos, hay tres nombres de tres importantes escritores: uno de ellos, como comentamos, es Machado, pero también están Cervantes y Camões.

Nélida Piñón: Y personajes históricos como Carlos V.

AM: Correcto, Carlos V también... Veo en este libro una gran presencia ibérica. No solo porque haya relatos que hablan de la zona rural de Galicia, sino tambien por las referencias españolas: Cervantes, Carlos V...

Nélida Piñón: Carlos I... y V del Sacro Imperio...

AM: Y el propio Camões, que en el décimo canto de Os Lusíadas menciona Brasil solo una vez...

Nélida Piñón: Yo exploto eso, es verdad. Pero, resulta que en ese libro, uno se da cuenta solo: hay una genealogía familiar. Es una historia sobre la familia, para el bien y para el mal. Tanto es así que digo en varios lugares, y también fue muy citado aquí, que la familia te beneficia o te arruina. Y lo peor: no te puedes librar de ella, es para el resto de tu vida. Uno va a arrastrar a esa familia, incluso aunque la hayas anulado, hasta el final. Por ejemplo, se puede llegar ante un juez y pedirle que elimine tu nombre. Yo soy Nélida, no quiero más ser Nélida, sin embargo el apellido no se puede. Ningún juez te permitirá hacer eso. Te vas a quedar con tu apellido, que es la marca, el estigma de la familia, hasta el final de tu vida. Por lo tanto, en cierto modo, la cuna anuncia tu túmulo. ¡Oh, Dios mío, cómo me gustó eso ahora...!

AM: (Risas...)

Nélida Piñón: Sin embargo, es la familia la que marca la trayectoria. Somos mucho la familia. Además de la familia sanguínea, somos seres gregarios: nos unimos en tribu en torno al campo de fútbol, en torno a nuestras carencias. Y nuestras carencias pasan por la convivencia humana, incluso por el fracaso de la convivencia. Algo que no es fácil.

AM: Antes comentabas que este retorno a la narrativa no fue tan insólito porque ya estabas trabajando en una novela, y es más: sigues trabajando en varios libros... Me gustaría que hablaras sobre tus proyectos inmediatos.

Nélida Piñón: Mira, los proyectos existen a partir del momento en el que son publicados. Antes, hay una cierta fabulación, una cierta fantasía. Pero, en realidad, estoy con un libro de ensayos listo, que solo estoy limpiando para entregarle al editor. Ellos quieren mucho un libro de frases breves, de efecto real.

AM: De aforismos...

Nélida Piñón: Exactamente, que tenga consecuencia. Y, además de otras cosas, quiero retomar esa novela: fuerte, fortísima...

AM: ¿Puedes hablar sobre ella?

Nélida Piñón: No, no puedo. Pero, es fuerte. Quién leyó los primeros capítulos fue Carmen Balcells. Me acordé de eso ahora. Se horrorizó. (Risas...)

AM: (Risas...)

Nélida Piñón: Por ende, le gustó mucho, dijo: “¡Qué fuerza, Dios mío!”. A ella le encantó este libro. Yo tengo ese recuerdo de ella. Carmen era una gran lectora. Para que tengas una idea, salió ahora en Brasil la edición conmemorativa de los treinta años de A república dos sonhos (La república de los sueños). Y quien escribió un largo ensayo, por señal un bello ensayo, fue el novelista Alberto Mussa que ella leyó en portugués y le gustó mucho. Y se quedó tan impresionada con el significado de lo que yo representaba como escritora, perdón por decirlo, pero fue lo que ella me dijo... Decía: “Pero es una cosa fantástica, tu obra...”, entonces ella comenzó: “Yo siempre aposté por ti”. Fue muy bonito.

AM: ¿Este artículo del que hablas fue publicado en Brasil?

Nélida Piñón: Está en el libro, en la edición brasileña, en la introducción del libro. Incluso ahora, el día 18 de noviembre [de 2015], habrá una especie de lanzamiento del libro, será una pequeña celebración y habrá un debate para el público, con Alberto Mussa y conmigo.


AM: Otra cosa que pienso que va a interesarle a muchos españoles y a los estudiantes brasileños es conocer la opinión de Nélida Piñón sobre el estado actual de la Literatura brasileña.

Nélida Piñón: Bueno, creo que es una literatura continuamente en progreso, que no ha dejado huecos, vacíos. Puede que aún no haya surgido entre los más jóvenes algo espectacular, pero están saliendo autores que tienen una dimensión narrativa más o menos brillante... Pienso que, además de todo esto, es impresionante la cantidad de personas que están publicando, escribiendo, pensando de forma narrativa, creyendo en la literatura, siendo brasileños y viviendo en Brasil. Para mí esto es admirable. Y otra cosa: con características propias y producidas en las múltiples geografías de Brasil. Hay personas que huyeron del eje Rio–São Paulo. Esto es realmente digno de ser admirable.

AM: ¿Qué crees que vas a dejar, como escritora y como persona, en Brasil y en el mundo?

Nélida Piñón: De repente, la gente se asusta cuando habla de herencia, porque ya supone mi muerte. Pienso que, tal vez,  deje un buen ejemplo. Creo que voy a dejar una obra seria, voy a dejar paradigmas. Fui una mujer actuante; fui una mujer, todavía lo soy; una mujer que amó la Literatura por encima de todo, que no hizo concesiones, que defendió la narrativa, el oficio de escritora con uñas y dientes, que defendió la elegancia moral del escritor... Pienso que, quizás, yo dejaré esa herencia. Pero quien va a decir eso es el futuro. Uno puede tener esa pretensión, pero eso, ni tus contemporáneos pueden afirmarlo, solo los que vendrán después. Alguien puede descubrir tu obra, creer que se puede prorrogar, que merece ser leída y merece ser estudiada. Entonces, yo entrego dichos designios al porvenir.

AM: En un artículo de hace unos años, nuestro amigo en común y también académico, Domício Proença [Presidente de la ABL (Asociación Brasileña de Letras) en la actualidad], te preguntó sobre A república dos sonhos, y afirmaste que era tu "suma teológica". No sé si te acuerdas de esta respuesta.

Nélida Piñón: Perfectamente.

AM: Bueno, quiero que me hables sobre esta suma teológica, dado que hay una Nélida, de la que hablamos antes, que equilibra personajes masculinos y femeninos, pero hay una Nélida teológica, por decirlo de alguna manera, una Nélida religiosa que, incluso, escribió esa suma teológica.

Nélida Piñón: No creo que haya una Nélida religiosa. Hay una Nélida interesada en Dios. En la historia de Dios a lo largo de la humanidad. El Cristianismo. Un Cristianismo que, tal vez, en el siglo III o siglo II, era incipiente de algún modo y que hizo frente a un paganismo, desde entonces, existente. Lo que resultó de ese encuentro, de ese enfrentamiento entre el paganismo, aún existente en muchas mentes, y el cristianismo es algo extraordinario. Me parece que fue un momento de excepcional libertad: adorar a varios dioses y aceptar los designios propuestos por Cristo. Así que el mundo de la creencia, de la religión, prefiero decir de la credulidad, de la invención, de los dioses, del propio Cristo, es extraordinario, porque pautó conductas civilizadoras, tanto a partir de los griegos y de otras civilizaciones, como a partir del Cristianismo.
Si lees bien, por ejemplo, Pablo está considerado un misógino, lo que me parece que es una locura... Pablo no era misógino. Pablo era un genio. Lo que me interesa es el pensamiento de Pablo, el pensamiento de San Agustín, de Santo Tomás de Aquino, de ahí que haya hablado de la “suma”, porque fueron hombres que representaron a su tiempo, la barbarie de su tiempo, el pensamiento de su tiempo. Y que, tal vez, no permitieron que Europa fuese algo que no es. Ayudaron a convertir Europa en lo que hoy se conoce. De modo que la idea del pensamiento teológico me fascina de verdad. Estábamos hablando de Pablo, que en las encíclicas, en las cartas, en Corintios, encuentra la llave de la expansión del Cristianismo. Cuando dice, por ejemplo, que basta con circuncidar el alma. ¿Los griegos iban a circuncidarse, a cortar el prepucio? Entonces, lo dice así... ¡Mira, qué genio! Basta con circuncidar el alma. Con ello, todo el mundo podría abrazar el Cristianismo.
Creo que todo esto me hace de mí la escritora que soy, porque tengo formación para circular en las diversas civilizaciones. No se puede, como escritor, tener una formación estrecha. Tienes que haber circulado por los océanos, por el Atlántico, el Pacífico, el Índico. Hablo metafóricamente, ¿verdad? Tienes que, de algún modo, alimentar, fomentar tu imaginación. La imaginación nace pequeña. Yo creo eso. Tanto que es muy común encontrar a autores en los que, en su segundo libro, su imaginación ya ha decrecido. Por lo que hay que pasar el resto de la vida alimentando la imaginación. ¿Cómo? Con analogías, con hechos históricos, con comparaciones. Fermentar lo que estaba oculto, subyacente. Es la historia de la humanidad. Si uno se sumerge en un siglo, se ven figuras fantásticas, que pueden incentivar hasta otros personajes. Hasta que te des cuenta de que, de hecho, las tragedias griegas están entre nosotros. Ellas no desaparecieron, solo que, a menudo, nuestras tragedias no tienen la elocuencia de Eurípides.

AM: En efecto, en este libro que acabas de publicar en España, hay muchas cosas de la tragedia griega...

Nélida Piñón: ¡Efectivamente! Estoy muy influenciada por el teatro griego. Y por el teatro del mundo: porque comencé a ver espectáculos muy pronto. Siempre pensé que aquellas historias, aquellos hechos humanos, aquellas pequeñas epopeyas, por decir alguna cosa, no podrían ser trasplantadas al escenario o representadas en él, eran una falsedad ideológica. Siempre pensé que la Historia de la humanidad, el recorrido aventurero del ser humano se podían narrar. La vida es narrable. No hay nada que no se escriba, siempre que se crea que es posible captar el sentido de las cosas, tratando de entender que no es su deber aclarar, es su deber insinuar.

AM: Recuerdo que una vez hablamos, en Salamanca, sobre una autora que considero una figura fundamental, no solo como mujer y como escritora sino también como una persona íntegra. Me refiero a Santa Teresa de Jesús. Podrías decirme algo acerca de esta figura, puesto que, además, estás muy unida a ella.  

Nélida Piñón: Va a salir un libro ahora en Brasil, ¿lo sabías?

AM: No, no lo sabía...

Nélida Piñón: Está organizado por los españoles, por la Embajada de España, y ellos me pidieron que escribiese el prólogo. Logré hacerlo, cinco páginas que escribí aquí en España y se las envié. Saldrá ahora. En diciembre [de 2015] será el lanzamiento. Teresa era una vanguardista. Era de un pensamiento de vanguardia. Trataba a Dios con igualdad. Tan solo eso ya es un milagro. Porque, de manera general, los hombres, los seres humanos, (ese Dios como lo quieras imaginar) eran sumisos a Dios, suplicaban, mendigaban. Ella no. Ella criticaba a Dios, por eso decía que Dios estaba en un puchero.
Entonces, esa capacidad suya de oralidad, con la que ella conversaba en pensamiento, eso es una cosa muy rara. Yo vivo buscando la oralidad. Hay una cierta oralidad en mi texto, sobre todo en La República, el mundo de las aldeas, donde hay que entrar en un mundo rural, captar esa oralidad, aunque sea de manera sofisticada. Teresa tiene el esplendor de la oralidad. A mí me lo parece. Eso sin mencionar, por ejemplo, la creencia en la levitación. Es maravilloso que ella creyera que podía levitar. Si lo creía es porque tenía alas. Porque tenía poder. Porque competía con Cristo. 
Ella hacía milagros. Soy una admiradora de su pensamiento, de su escritura, de esa mujer que salió por el mundo de aquella región de Ávila y mira qué principio tan extraordinario: va restaurando capillas abandonadas. Ella da vida a lo que está en ruinas. Eso, metafóricamente, es maravilloso, dicho de otro modo, sustenta la vida después de la muerte. 

AM: Para finalizar, quisiera preguntarte: Tú, que estás muy unida a Cataluña y cuya gran amiga fue la agente literaria Carmen Balcells, ¿cómo ves la situación política de esta región o territorio de la Península Ibérica?

Nélida Piñón: Puedo decir así, en una frase que ya había dicho: “No puedo imaginar España sin Cataluña y no puedo imaginar Cataluña sin España”.

***

La entrevista llega a su fin. Nélida con aspecto cansado, pero enérgico, y su delicadeza, no exenta de sinceridad, se despide, ya que tiene que levantarse temprano para seguir su viaje. Al irse, deja una ráfaga de voces, frases, verdades sugeridas y dichas, puesto que la palabra hace posible la existencia del hombre y de las cosas que habitan el mundo. Y ella es una fábrica de palabras.

Traducción a cargo de Mei Santana

sábado, 29 de abril de 2017

Musiclicando 66: Piso 21 "Me llamas" (Feat. Maluma). REMIX

El grupo colombiano que más suena en ese momento está conformado por: Juan David Castaño, más conocido como “El Llanero”; David Escobar, “Dim”; Juan David Huertas, “El profe”, y Pablo Mejía, “Pablito”. Piso 21 empezó su andadura en junio de 2007 cuando fueron invitados a un asado organizado por un amigo en común, entonces se conocieron y esa misma noche empezaron a cantar en el piso 21 de un conocido edificio de Medellín (Colombia), terminando la fiesta después de la 6 de la mañana, así que el nombre fue ideado en el ascensor de dicho edificio. 

A pesar de este nombre, también se le ha encontrado una metáfora, puesto que, según los propios integrantes del grupo, “para arriba” es adonde quieren llegar, frase que quedó marcada, pues el grupo se reúne siempre antes de empezar a cantar y gritan su frase: “Piso 21, vamos pa’arriba papá”.

En el 2010 lanzaron su primera producción titulada Sueño eterno. En ella había una canción con el mismo nombre que tuvo que salir del álbum cuando ellos cambiaron el nombre del álbum para el de Piso 21, que contenía 13 canciones y la mayoría llegaron a ser las más escuchadas en todas las estaciones de radio. 

Lo más interesante es que, pese a ser un grupo muy joven, ya poseen algunas nominaciones a los Grammy (2012, realizado en Las Vegas, Nevada, EE. UU.), así como también a los Kids Choice Awards en México (2013) y a los Millenial Awards de la MTV en el 2015.

Piso 21 tiene en mente grabar un álbum, este año todavía, solamente con los éxitos de su primer álbum, invitando a grandes artistas a participar de este reto, además de componer otras canciones nuevas. Según una entrevista concedida a la radio “Oye fm” de México, con este nuevo proyecto Piso 21 dejará una huella en la Historia de la música. 

La canción de hoy, titulada “Me llamas”, fue compuesta por Nicky Jam y Wise, pero esta versión tiene un ritmo pop y género urbano, lo que le está abriendo las puertas a la banda colombiana. En la nueva adaptación de “Me llamas”, Piso 21 invitó a Maluma (Musiclicando 52) a que participara en este proyecto, el cual les dijo que le gustaba mucho la canción, así que aceptó enseguida y además editó el remix de la misma. 

El tema principal es el propio de una canción de amor, pero con un ritmo muy pegadizo, que agrada a cualquiera que la escuche, y una mezcla de éxito que, por supuesto, “Me llamas” tiene. Os invito a escuchar y disfrutar de esta canción. 

Jack


"Me llamas"

Súbete, súbete, súbete,
remix.

Dime si algún día sentiré tu cuerpo otra vez,
algo me dice que quieres volverme a ver.
Oye baby, desde esa noche no paro de pensar en ti,
tú bien sabes que yo soy tu hombre 
porque él no te hace sentir.

Él nunca supo amarte como yo lo sé.
Él no conoce cada espacio de tu piel.
Sé que no soy perfecto pero, te diré,
él no sabe cómo tratar a una mujer. 

Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas,
soy el que te dio amor y el que te lo da hoy.
Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas,
soy el que te dio amor y el que te lo da hoy. 

Soy el que te robó un beso, en una noche lloviendo.
Mojados terminamos haciendo el amor.
Mi piel extraña tu cuerpo y mi boca tus besos,
dime tú si me extrañas como lo hago yo. 

Y dime mamacita que tú quieres que te haga, mamá,
hacemos travesuras hasta que no puedas más.
Baby de tu casa yo te voy a sacar
y si tu madre te pregunta, 
dile que te voy a robar. 

Pídeme el cielo y te lo doy,
a la misma Luna por ti yo voy.
Todo lo que quieras, aquí estoy,
escucha este remix del pretty boy. 

Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas,
soy el que te dio amor y el que te lo da hoy.
Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas,
soy el que te dio amor y el que te lo da hoy. 

Toy loco por sacarte de esta soledad,
cuidarte de esos besos que él ya no te da.
Tú llama cuando quieras que aquí voy a estar
y si te hizo un daño, lo voy a arreglar.
Yo sé que estás para mí y yo soy para ti,
no dejemos morir lo que tenemos aquí.

Él nunca supo amarte como yo lo sé.
Él no conoce cada espacio de tu piel.
Sé que no soy perfecto pero, te diré,
él no sabe cómo tratar a una mujer. 

Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas
Soy el que te dio amor y el que te lo da hoy.
Cuando tú quieras me llamas, tú me llamas
Soy el que te dio amor y el que te lo da hoy.

Cuando tú quieras me llamas, 
tú me llamas... 
Piso 21
Nos llamas a Piso 21 o a Maluma.
El remix.

viernes, 28 de abril de 2017

Umi en mis palabras 6

“Necesito salir, tomar el aire, agarrar mis ansias desesperadas por reaccionar al compás de mi corazón, pero no, no puedo hacerlo, no debo desatarme de este ciclo sin fin, sin parada. Ya basta, dejo esto aquí, no hay por qué seguir con este tormento, respiro al viento y separo los lamentos, cada uno a un lado, sigo dominando las riendas de mi vida y aunque sea paralela a la tuya, no quiero volver a un tornado inquietante de sentimientos, palabras, salidas... llegadas sacudidas de rabia. Rectifico en el tiempo, para poder aprender en mi tiempo de los errores que cometo al deslizar el dedo. 

Foto del archivo personal de la autora

Vale, ¡quédate ahí..., sin razón! No me importan las acusaciones, ya te advertí que tarde o temprano te darías cuenta de cuán equivocado estabas en tus afirmaciones, en aquellas declaraciones que dolían tanto al escucharlas cuando salían de tu boca,  sin parar, hasta sacudir la sala. Que rajo de la gente que no respeta mi inocencia y que no aprecia mis rarezas. Que temo por ti, porque algún día, a ti también te harán sufrir, ¡tanto!, que no podrás entender lo que se despierta en ti, y en ese instante confuso, te diré que nada es eterno y lo que hoy duele, mañana solo será un recuerdo más de todos los que te quedarán.

Agradece lo que tienes que, quién sabe lo que vendrá después. Mira a tu alrededor y observa como no todo es de color rosa, hay verdes, azules, grises e incluso negros; recuerda, ¡NADA es para SIEMPRE, todo es EFÍMERO! Lo que hoy está mal, mañana puede estar bien. Refleja tu sonrisa al mundo, que lo bueno siempre está por llegar”. 
Naira Pampillón González

jueves, 27 de abril de 2017

“Un siglo de Compay Segundo”



Un siglo de existencia de Máximo Francisco Repilado Muñoz, “Compay segundo”, que nació el 18 de noviembre de 1907 en Siboney, Cuba. Este hombre, a lo largo de su vida y su carrera, trabajó como tabaquero en la fábrica de Habanos Montecristo (Cuba), para ayudar a su familia. Asimismo empezó a tocar de oído la guitarra y el tres cubano, por lo que a partir de los dos instrumentos inventó uno nuevo, el armónico, un tipo de guitarra de siete cuerdas.

Compay segundo se dedicó también a estudiar música y se especializó en el clarinete, incluso consiguió ingresar en la Banda municipal de Santiago de Cuba como clarinetista, algo que le aseguraba un sueldo y le permitía en su tiempo libre dedicarse a la música, que era lo que a él más le gustaba. En 1949, junto con un compañero, su amigo Lorenzo Hierrezuelo, guitarrista de Siboney (Cuba), formaron el dúo Los compadres; fue entonces cuando recibió su apodo, ya que Hierrezuelo era conocido como “Compay” (diminutivo de compadre) y hacía la primera voz.

Por consiguiente Máximo, que tocaba el armónico y hacía la segunda voz, pasó a ser conocido como “Compay segundo”. El dúo durante algún tiempo logró muchos éxitos y marcó una época importante en la música cubana, con canciones como “Macusa”, “Mi son oriental”, “Los barrios de Santiago”, “Yo canto en el llano”, “Huellas del pasado”, “Hey caramba” y “Vicenta o Sarandonga”.

No obstante, el triunfo del dúo fue hasta 1955, durante el gobierno de Fulgencio Batista, y por motivos políticos y particulares se separaron. En consecuencia, Compay segundo se vio obligado a volver a trabajar en su oficio de tabaquero. En 1970, Compay retoma su carrera musical tras jubilarse, por lo que llegó a presentarse hasta para turistas en pequeños hoteles de La Habana. Pero en 1989 conoció al musicólogo Danilo Orozco, que se lo llevó a Washington, Estados Unidos.

Danilo, entonces, le presentó a Compay segundo al músico español, Santiago Auserón, algo que cambió totalmente su vida hasta 2003, cuando falleció. Por tener una vida y una carrera muy largas, Compay segundo vio muchos gobiernos empezar y terminar, conoció a numerosos hombres y los vio morir, cantó con mucha alegría y talento insuperable las tradiciones cubanas, amó a las mujeres y su Arte, por lo que dejó frases del tipo: “Como yo nací del amor sigo enamorado”.

En conclusión, 97 años de vida tal vez haya sido mucho tiempo para Compay segundo, sin embargo, para los que aman su Arte fue poco tiempo. Así que para recordar un poco de lo mucho que hizo por la música este gran artista, seleccioné una canción tradicional cubana que se titula “El camisón de Pepa”. ¡Qué la disfrutéis!

Jorge Martins de Almeida

  

“El camisón de Pepa”

 

Pepa tiene un camisón
que baila solo una danza,
le hace chiquita la panza
cuando aprieta el cinturón.
Ya no tiene ni un botón
para apretar la varilla,
tiene roto la rodilla
y en otro sitio peor.
 
El camisón de Pepa tiene historia,
en La Habana ganó el premio mayor
por su singularidad.
No es de tela ni es de seda,
ni es un vestido imperial.
Por la calle le hace un talle
que le gritan al pasar.
 
Pepa tiene un camisón
que baila solo una danza,
le hace chiquita la panza
cuando aprieta el cinturón.
Ya no tiene ni un botón
para apretar la varilla,
tiene roto la rodilla
y en otro sitio peor.
 
El camisón de Pepa tiene historia,
en La Habana ganó el premio mayor
por su singularidad.
No es de tela ni es de seda,
ni es un vestido imperial.
Por la calle le hace un talle
que le gritan al pasar.
 
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
Paseando por la Alameda y por el Malecón.
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita, qué bonita!
 
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
 
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita, qué bonita!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
Paseando por la Alameda y por el Malecón.
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
¡Qué bonita se ve!
¡Qué bonita se ve!
¡Qué bonita se ve Pepa con su camisón!
 
 
Fuente consultada: 
www.biografiasyvidas.com/biografia/c/compay.htm

miércoles, 26 de abril de 2017

Entrevista colectiva a ARTURO ACCIO: "No se puede vivir de la poesía, pero sin la poesía no se puede vivir" (C2-Miércoles)

Esta entrevista fue concedida a los alumnos del curso C2 del Instituto Cervantes de São Paulo por el escritor mexicano Arturo Accio, por Skype, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (https://www.fil.com.mx), así que se puede decir que los alumnos efectivamente participaron en un evento de la feria, aunque estuvieran lejos de México, a miles de kilómetros. Parte de las preguntas estaban basadas en el poemario Ángeles suicidas, cuyos ejemplares el escritor gentilmente había enviado a los alumnos y quienes, a su vez, también le habían enviado fotos inspiradas en el contenido del libro.


A Arturo Accio le encanta escribir. El autor se autodefine como un buscador de máquinas de la realidad, asimismo se considera un activista literario que ya posee más de una treintena de libros publicados. Ha sido una sorpresa agradable descubrir que el escritor de Literatura terrorífica es una persona tranquila, gentil y con buen humor, que nos proporcionó más de una hora de charla sobre los más variados asuntos.

P: En general, el significado de la palabra suicidio va más allá para las personas que han tenido esta vivencia próxima en sus vidas: está cargado de tormentos, es una herida que nunca va a sanar, llegando a ser, a veces, enloquecedora. Para ti, ¿la elección del nombre de los dos poemas y del libro fue una provocación, o fue motivada por algún tipo de pérdida o sufrimiento?
Arturo Accio: En este caso, son las dos cosas. La provocación es muy importante al tratarse de generar algo en quien me lee, pero también es un sentimiento que viví. De esta manera, la Literatura es un título personal, siendo un reflejo entre lo que lees y lo que vives. Puedes estar leyendo pero, si estás encerradito en tu casa, es muy pobre lo que vas a hacer; entonces tiene que haber necesariamente una vivencia, la cual se dinamita, se engrandece por lo que hayas leído o percibas en el mundo. Hay una frase que me memorizo de Marta (Pérez Rodríguez, profesora de español del nivel C2) que la puse en un post: “Sí, yo puedo cambiar el mundo” y, efectivamente, a través del Arte se puede cambiar el mundo.

P: ¿Qué representa, para ti, la oscuridad silente en el poemario Ángeles suicidas?
Arturo Accio: El título significa alguien que está en la Tierra tratando de dar un poco de luz al mundo – por lo tanto, es un título engañoso. La oscuridad es una característica para representar que estás encerrado en ti mismo, por lo que no te das cuenta que afuera existen las cosas. También representa la ausencia de la luz. De verdad, es una invitación para que no te quedes ahí, que sea tu decisión el querer quedarte ahí, si te es cómodo, o si prefieres salir. Si es un mal viaje permanecer ahí, en la oscuridad, saldrás de ahí siempre que tú así lo decidas.


P: Una de las características que sobresalen en tu poesía es el flirteo con la muerte. En este sentido, ¿crees que tu escritura está influenciada por la visión de la cultura mexicana relacionada con la muerte?
Arturo Accio: La pregunta es muy amplia y voy a contestarla del modo más amplio que se pueda. Hay un escritor franco-canadiense, de apellido Kerouac, y él cuando viene aquí a México, dice que el mexicano convive en exceso con la muerte, pero a la hora de hablar de ella, hay algo como que nos cohíbe. Naturalmente, en efecto, convivimos mucho con la muerte, pero nos da como miedo mencionarla en una obra de arte. Por ejemplo, tenemos aquí la festividad del día 2 de noviembre [Día de los Muertos], que tiene mucho que ver con la muerte, pero lo que vemos aquí es una manera alegre, es como un transitar de una festividad del día 2. Y también somos muy santeros, para nosotros Jesús es un santo más, no lo vemos en esa pirámide en la que está.
En lo particular, recordando a un autor que a mí me encanta, que es [Carlos] Castaneda, cuando te das cuentas de tu mortalidad, empiezas a decidir dejar de perder el tiempo y decides dejar tu ego para otra vida. No tienes tiempo para perder en tonterías banales como es el ego. Esa mezcla de Kerouac con Castaneda da como resultado lo que ustedes están leyendo.
Además, sí, tuve dos experiencias muy cercanas a la muerte. Una de ellas fue con una araña, una “Viuda negra”, que me picó en una pierna. Cuando me paralizó, tuve paro respiratorio, me di cuenta de que me iba a morir. A partir de ese momento, a los seis u ocho meses, salió mi primer libro porque me di cuenta de que no tenía tiempo que perder.
En la segunda ocasión fue un choque automovilístico. Así que estas dos experiencias me han dado la pauta para traer siempre una sonrisa y dedicarle un buen tiempo a las personas, ya que no sabemos cuánto tiempo vamos a durar. Esa experiencia cercana a la muerte te cambia. Estamos perdiendo el tiempo con nuestro ego, con nuestra persecución de logros materiales, de los que no nos llevamos absolutamente nada.

P: Haces una crítica a la sociedad en general en el poema "Departamento de reclamos", ya que hasta el demonio necesita vacaciones por tener mucho trabajo. ¿Crees que cada vez más las personas dejarán de ser buenas en función del nuevo estilo de vida, del egoísmo y de la sobrevalorización del ser humano?
Arturo Accio: Sí, ese texto nos habla del estilo de vida que llevamos actualmente, en el cual nos hemos dejado enganchar por prioridades que no lo son. Cualquier obra de arte, que se considere como tal, es una invitación a la reflexión, es una crítica a este mundo tan vertiginoso, que nos dejamos también atraer por él, ya que es muy seductor. Por ejemplo, tener a mano un móvil, y es tan cómodo sentarse a ver Netflix (Televisión vía Internet), es muy placentero. Pero no nos damos cuenta de que en el mismo Internet también tenemos obras de arte, como toda la colección completa de Mozart, en nuestros móviles podemos descargar infinidades de libros, entonces también hay un dejo de responsabilidad en los medios tecnológicos, en cómo los usamos.
Como artistas, o nos detenemos a percibir el mundo o sino simplemente no nos quejemos de lo que está pasando, el Arte sí cambia a las personas, porque las vuelve sensibles y te vuelves una persona que denuncia. En mis nuevos libros también hay más crítica, porque vas evolucionando de la primera persona, que se está quejando, a la tercera persona, que te estás dando cuenta de que puedes hacer algo y tienes que hacerlo.


P: En la portada de tu poemario Ángeles suicidas, parece que un ángel se está muriendo y que por su boca están saliendo figuras fantasmales en su último aliento. Según tú, ¿qué representan?
Arturo Accio: Trabajo con mi diseñadora, Sabrina, que es la responsable por la interpretación del libro en figuras. El humo representa el exorcismo de lo que está mal dentro de ti – bueno, este caso de mí, pues está en primera persona… (risas). Representa todo lo que está mal, lo que está descompuesto… y es dejarlo ir, y ese “dejarlo ir” es dejar espacio para que vengan cosas nuevas y buenas.
El libro no es lo que parece, tiene un buen público aquí en México, de gente que se viste de negro, de punks, pero cuando lo empiezas a leer con otros ojos, te vas dando cuenta, precisamente, de que es para que lo dejes ir. En ese “ser/dejar”, decían los griegos, “dejar ser, dejar pasar”. Dejar que se vaya de ti lo malo y dar espacio a lo bueno – eso es lo que representa el humo que sale en la portada. La que podría ahondar más en el tema es mi diseñadora, pero era esa la idea, dejar ir lo malo de ti porque el aire está saliendo.

P: Arturo, aunque tu obra esté dedicada principalmente a la poesía, tienes publicada también la novela El extraño gato de Casandra. Cuéntanos sobre la experiencia de escribir una novela.
Arturo Accio: ¡Excelente pregunta! De hecho, subimos hace poco a Google Play Store Books otra novela, Nada que ganar, que está disponible gratis, y hay también otra más sobre ciencia ficción. Una novela es un reto por completo diferente a un poemario, que es una chispa en cada poema, de algo de genialidad (si lo quieres ver así), un dejo de inspiración. Pero una novela, haciendo una analogía, es distinta: un poema es una canción, una novela sería una sinfonía, para la que necesitas muchísima más dedicación y trabajo, y yo me dejo asesorar pues no soy necio, no me creo un genio.
En el extraño gato de Casandra, tuve dos correctoras que me llevaron de la mano, tenía una idea muy clara de dónde iniciaba la novela, cuál era su nudo, cuál iba a ser el desenlace y, poco a poco, me fueron llevando de la mano. En esta experiencia de novela, me costó mucho trabajo presentarla, porque soy poeta, y si me piden algo e inmediatamente empiezo a leer un texto o dos, y es muy cómodo. Entonces, utilicé las técnicas para desarrollar una novela que me enseñó mi buena amiga, Judith Lentijo. Cuando lean una novela les invito a que observen a los personajes principales y analicen sus emociones, pues fue así como desarrollé la novela: a través de un electrocardiograma, es decir, escribiendo, capítulo a capítulo, la justificación de por qué hacerlo. Y es divertido, me divertí mucho haciéndolo.

P: ¿Tienes ganas de empezar a escribir sobre otros temas (además de la Literatura terrorífica), u otros tipos de géneros literarios (además de la novela, como cuentos breves, poemas de amor)? Añado a esto, ¿tienes algún proyecto literario que ya esté iniciado, pero que está parado y te gustaría retomar?
Arturo Accio: Pues sí, van caminando muchos proyectos a la vez. Es muy bonito el proceso creativo y no te dan ganas de morirte porque hay muchos proyectos. Hace poco, mi hermano me preguntaba por la segunda parte de la novela de ciencia ficción y vi que tenía apenas 26 páginas. Dije: “Creo que en diciembre voy a trabajar bastante en este proyecto, además de en otros también de novelas”. Porque el artista, como en mi caso, pues es muy intuitivo; hay un momento en el que quiero dejar descansar a la poesía -y dentro del libro habrán notado que hay pequeños “cuentitos”-, por lo que tengo dos libros de microcuentos (de menos de una página) y las novelas, así que no es limitante; en cuanto a los temas, pues tenemos ahí nuestro lado dentro de los parámetros rosa, por decirlo de alguna manera, ¡También tengo corazón! Medio oscurito, pero tiene sentimientos también (risas).
Cuando tengo esa necesidad de ponerme en plan rosa, hago canciones que, al final del día, las terminamos por grabar junto con unos amigos. Entonces, no es limitante el que tengas un estilo o el que tengas emociones. Cuando hice la primera novela, El extraño gato de Casandra, pues sí era de terror y reconocías a Arturo. Cuando hice la primera parte de la novela Nada que ganar, pues es el mismo personaje que el de los poemas, está bien, y no te sorprende. Pero en esta novela de ciencia ficción, más reciente, sí fue un reto porque empiezo a alejarme, me distancio de mi zona de confort, por decirlo de alguna manera.


P: En Ángeles suicidas los diseños me parecen en perfecta armonía con cada poema. ¿Cómo fue la interacción entre Arturo Accio y Sabrina Buenrostro?
Arturo Accio: ¡Sabrina es muy bonita! (risas). ¡Qué bueno que nunca lo va a escuchar esto porque parecería confesión amorosa, pero no lo es! Sabrina trabaja hace doce o trece años conmigo y yo soy un hombre de mucha fe, inmersa y rara, pero fe. Entonces, le mando los poemarios a Sabrina y, después, ella se mal viaja -eso lo hace durante 2 o 3 semanas- y luego me hace muchas preguntas mientras estamos desarrollando el proyecto. Y la reflexión que le digo a ella es: “Sabrina tú estás dentro de mi alma 3 semanas, yo lo percibo todos los días”. Ahí es cuando ella me dice “OK”. Con ella se trabaja muy, muy bien; debe de haber algo muy especial ente ella y yo, espiritualmente, porque mis mejores libros han sido con ella a mi lado. Entonces, sí que es una diosidencia el tenerla aquí en Guadalajara, para mí y para colmo de mis beneficios, vive muy cerca de la casa de mis padres, así que es muy padre trabajar con ella, es muy bonito tener una relación buena con ella. Ella sale en alguna de las portadas de mis libros, haciendo algunas modificaciones, es muy guapa, pero lo que mejor tiene ella es su alma oscura que comparte este tiempo conmigo. ¡Es increíble trabajar con ella!

P: ¿Es posible vivir de poesía?
Arturo Accio: No, puedes vivir en poesía, que son dos cosas diferentes (risas). Económicamente es imposible, hay que admitirlo. Te da muchísimas satisfacciones crear arte, te da todas las sensaciones del mundo, todas, excepto dinero. ¡Y qué bueno que sea así! Hay una frase que dice: “¡Qué bueno que te aman cuando eres feo!” Pues esta es la ventaja que tiene la gente fea físicamente: si tienes a alguien que te ama sabes que es por lo que llevas dentro. Entonces, no vives de la poesía, pero la gente que conoces, pues es gente que realmente te quiere y te valora, y es recíproco. No podría yo percibir lo bonito que es el mundo. ¡Fijaos! Gracias a la poesía estoy hoy con ustedes, sino ¿de qué otra manera? Así que no hay nada que pueda pagar eso, qué mayor satisfacción que compartir lo que tienes adentro de ti, pueda ser escuchado y haya camino de vuelta (retroalimentación). No se puede vivir de la poesía, pero sin la poesía no se puede vivir. Ahorita que estamos en el FIL, cada vez que me doy una vuelta por ella, salgo con tres o cuatro libros nuevos y la mayoría son regalados. ¡Qué mejor que eso! Tienes libros, libros y libros por leer… ¿qué mayor bendición quieres?

 P: ¿En Ángeles suicidas está contenida la autobiografía de Arturo Accio?
Arturo Accio: Sí. Hay una parte que es ficción, pero sí es mi diario en una gran parte. Me dice un amigo: “Entonces, estás dejando ver tu diario y tu versión del mundo”. Hay libros míos que ya no leo, pues me retoman a un pasado, me acuerdo muy bien lo que estaba sintiendo en ese momento. Hay una parte también que tienen mucho que ver con los amigos. Al final del día no eres tú solo el que escribe. Estás sentado con tus amigos, estás platicando y no dejas de percibirlo, de apuntar las ideas que ellos te dan de sus vidas, que no necesariamente son maravillosas. Ellos me platican, escucho lo que me están diciendo y lo apunto. Tampoco es necesario que lo vivas tú todo, pero una gran parte sí. De ahí lo que yo digo: ¡El mundo está fuera! Apaga la televisión y quedará un mundo maravilloso.

P: En Ángeles suicidas, los títulos de los poemas tienen letras enteras cuando están en formato de 'letras góticas', pero en los títulos en los que tienen letras de imprenta están parcialmente borradas. ¿Esto tiene algún significado?
Arturo Accio: Lo de escoger la tipografía de la letra es totalmente de Sabrina, el diseño. Sí le pido para salir algunas cosas, a mí me gusta mucho la letra gótica. Sobre la tipografía que ella escoge, tendríamos que preguntárselo, pues la obra deja de ser exclusivamente mía para ser de quien participa, en este caso Sabrina. Ahorita en el nuevo libro, todo lo contrario, quise que fuera un libro totalmente sobrio. ¿Por qué? Porque me gusta lo sobrio, no hay que tener una limitante.


 Al final de esta entrevista, Arturo y los alumnos entablamos un debate muy productivo sobre diversos escritores y su influencia en el mundo actual, la visión de los brasileños acerca de México y las informaciones que los mexicanos poseen de Brasil, lo que nos posibilitó un intercambio muy interesante entre diferentes visiones del mundo.

¡No te pierdas la próxima parte!

Entrevista realizada por

Érika W. O. Fernandes, Roberto Feola L. da Silva & Paschoal Pedote