“Necesito
salir, tomar el aire, agarrar mis ansias desesperadas por reaccionar al compás
de mi corazón, pero no, no puedo hacerlo, no debo desatarme de este ciclo sin
fin, sin parada. Ya basta, dejo esto aquí, no hay por qué seguir con este
tormento, respiro al viento y separo los lamentos, cada uno a un lado, sigo dominando
las riendas de mi vida y aunque sea paralela a la tuya, no quiero volver a un
tornado inquietante de sentimientos, palabras, salidas... llegadas sacudidas de
rabia. Rectifico en el tiempo, para poder aprender en mi tiempo de los errores
que cometo al deslizar el dedo.
Foto del archivo personal de la autora |
Vale, ¡quédate
ahí..., sin razón! No me importan las acusaciones, ya te advertí que tarde o
temprano te darías cuenta de cuán equivocado estabas en tus afirmaciones, en
aquellas declaraciones que dolían tanto al escucharlas cuando salían de tu boca,
sin parar, hasta sacudir la sala. Que
rajo de la gente que no respeta mi inocencia y que no aprecia mis rarezas. Que
temo por ti, porque algún día, a ti también te harán sufrir, ¡tanto!, que no
podrás entender lo que se despierta en ti, y en ese instante confuso, te diré
que nada es eterno y lo que hoy duele, mañana solo será un recuerdo más de
todos los que te quedarán.
Agradece lo
que tienes que, quién sabe lo que vendrá después. Mira a tu alrededor y observa
como no todo es de color rosa, hay verdes, azules, grises e incluso negros;
recuerda, ¡NADA es para SIEMPRE, todo es
EFÍMERO! Lo que hoy está mal, mañana puede estar bien. Refleja tu sonrisa
al mundo, que lo bueno siempre está por llegar”.
Naira Pampillón González
Siempre es bueno pararse para reflexionar...
ResponderEliminarHermosas palabras.
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