Plantas...
Boldo (Plectranthus
barbatus), es una
planta curativa conocida por su actividad en el sistema hepático, la vesícula
biliar y el estómago. Esta planta es nativa de Chile, Perú, Brasil, Argentina y
otras regiones adyacentes. Se trata de un arbusto pequeño, con muchas ramas y
con un aroma muy particular, que puede llegar a crecer hasta 7 metros de
altura. Esta planta es perenne, con hojas ovaladas y un poco gruesa.
En
Brasil, la planta la encontramos en cualquier sitio, en las calles, en los barrios
y en las fincas de todo el país. Las personas mayores la conocen y saben
utilizarla como remedio, pero desconocen su poder de curar otras enfermedades. Desde
mi niñez aprendí con mi mamá a tomar el té de boldo, aunque era muy amargo y
difícil de tomar, pero comprobé que enseguida se interrumpía el dolor que
sentía.
El
boldo posee, al mismo tiempo, alcaloides, aceite y flavonoides que son esenciales
para curar diversas enfermedades. Los alcaloides contienen la boldina, que es
un estimulante de la digestión y también estimula la producción y secreción de
bilis, lo que facilita la digestión de las grasas. Asimismo, tiene propiedades
sedantes sobre el sistema nervioso. Después de algunas investigaciones, se pasó
a indicar la utilización del boldo para combatir otros problemas de salud como,
por ejemplo, el control de algunas alteraciones dentales y dolores reumáticos,
etc.
El hígado: es el mayor órgano, con más de 1,5 kilos de peso, y
produce aproximadamente un litro diario de bilis permitiendo numerosos procesos
químicos y funciones metabólicas. La bilis: es un líquido segregado por el hígado y es necesario
para la digestión.
Por otra parte, hay mucha gente que utiliza el boldo
para combatir otros males. Se usa para los efectos de la ingestión excesiva de
bebidas alcohólicas, después de emborracharse muchas personas toman té de boldo,
de ahí que sea común que algunas personas planten el boldo cerquita de sus
bares preferidos o en los barrios donde viven.
Muchas personas prefieren tomar el té con las hojas
del boldo machacadas en un vaso con agua caliente o fría. También hay quienes
la toman con café sin azúcar. Según expertos en medicina, el boldo no deberá
ser utilizado por mujeres embarazadas o en período de lactancia ni tampoco en
niños menores de 12 años y el tratamiento no debe exceder de un mes.
Por lo tanto, nunca vi a nadie negando la eficacia de
esta planta a la hora de auxiliar en los problemas de salud que fueron
relatados, pero si no le ha curado el malestar, tampoco le habrá hecho mal.
Hace muchos años le sirvo a mi familia este té, pues fue lo que mi mamá me
enseñó desde que era un niño.
Piedras/Cristales...
Ámbar
Energía: Proyectiva.
Planeta: Sol.
Elemento: Fuego, Akasha.
Deidades: La Gran Madre,
Geb, Gaia, Gea, La Diosa.
Poderes: Magia, suerte,
curación, fuerza, protección, belleza, amor, regresión.
Piedras asociadas: Diamante,
cristal de cuarzo, amatista, aguamarina y coral rojo.
Chakras: Umbilical y plexo
solar.
Historia
Antes que nada, hay que
indicar que el ámbar no es una piedra, sino una resina fosilizada de árboles coníferos
(como el Pino), del período oligoceno, por ello, en ocasiones, se encuentran
dentro de él especímenes completos de insectos o plantas.
No posee una estructura
atómica cristalina, ni tampoco puede considerarse técnicamente una piedra; pero
sí es un tipo de mineral, ya que se trata de resina de coníferas fósiles,
mineralizadas por la acción de millones de años. Su apariencia es de color
amarillo dorado transparente, color que puede llegar hasta un marrón
traslúcido, de consistencia dura y quebradiza, muy ligera y electrizable por
frotación.
Este mineral favorece en los
procesos de meditación. Ayuda al poseedor a integrarse con el resto de la gente
en beneficio de su propio desarrollo espiritual. A pesar de su apariencia, es
sumamente delicado en relación al uso energético, por lo que tras ser utilizado
en una sesión de terapia se torna opaco y deslucido. Por lo tanto, al término
de cada sesión será necesario limpiarlo y dejarlo varias horas dentro de una
geoda o drusa de cuarzo hialino.
El ámbar es, quizás, la
sustancia más antigua usada por los seres humanos para la fabricación de
joyería. Se han encontrado joyas de estas que datan del año 8 000 a. C.
Dado su cálido tacto y el hecho
de que, en ocasiones, contenía insectos, se creía que poseía vida. En la
antigua China consideraban que el ámbar era el espíritu de los tigres que se transmutaban
en dicha resina al morir. Asimismo, era adorado por los seguidores de la diosa
Madre en los tiempos clásicos, puesto que contenía la esencia misma de la vida.
En la Grecia Clásica se denominaba
“elektron”, ya que al frotarlo contra la lana produce electricidad estática y
de ella deriva la palabra electricidad. En épocas antiguas, cuando el sexo
estaba considerado algo sagrado, era muy común usar para la magia
representaciones de órganos reproductores. El ámbar esculpido en forma de falo
era un excelente protector. Ya en el Renacimiento, se decía que aumentaba la
belleza de las mujeres que lo portaban, haciendo que aumentara su peso, se debe
que tener en cuenta que en esa época el patrón de belleza preferido eran
mujeres rollizas.
En la actualidad, tanto los
brujos como las brujas wiccas usan en
sus rituales collares de ámbar y azabache. A este tipo de collar se le llama “collar
de bruja” y, además de incrementar el poder mágico, se considera que estas dos
piedras representan a la Diosa y al Dios, el principio femenino (ámbar) y el
masculino (azabache).
Usos
mágicos
Se trata de uno de los pocos
minerales que han sido usados para todos los propósitos en magia. Aunque tiene
un precio alto, constituye una firme inversión mágica, se trata de una de las
piedras básicas para cualquiera práctica de este tipo. Por ser una piedra
contenedora de vida y un fósil, ayuda a contactar con el pasado y, por lo tanto,
con las vidas pasadas, para poder aprender de ellas y seguir nuestro camino en
el día a día.
Los collares de cuentas de
ámbar son, quizás, el mejor protector que se puede usar contra la magia
negativa. Un ámbar de gran tamaño en el cuarto de los niños protegerá su salud
porque absorbe las energías negativas y las transmuta en fuerzas positivas,
sobre todo para el que lo lleva.
Un gran trozo de ámbar
colocado en el altar agranda el poder mágico del conjuro, se trate de lo que se
trate. Además, estimula el intelecto y favorece un estado mental positivo, así
como de la expresión creativa. Disuelve la oposición, favorece la paz y
desarrolla la confianza.
Asimismo, pone en evidencia
la belleza de quien lo lleva puesto. Atrae amigos y compañeros hacia quien está
solo y estimula la felicidad. Se utiliza, a su vez, para atraer el amor y
aumentar el placer sexual. Usar imágenes de peces, ranas o conejos esculpidas
en ámbar aumenta la fertilidad y la capacidad de concepción. En cambio, los
hombres, para combatir la impotencia deben llevar imágenes de leones, perros y
dragones también esculpidas en ámbar. Estas imágenes cargadas con esa intención
son grandes amuletos mágicos. Quemar polvo de ámbar durante los partos ayuda al
mismo. Meditando con él, corrige los desequilibrios emocionales. Al parecer, posee
la luz de la iniciación, alcanzando el alma del portador y generando la visión
de la verdad.
Los usos mágicos del ámbar son
infinitos, desde asegurar éxito en los negocios y atraer dinero, hasta conquistar
amor, poder o éxito. Añadiendo un poco de polvo de ámbar en un incienso
cualquiera se aumentará su eficacia.
Curación
Según estudios, su efecto
curativo es muy grande, pues alivia los dolores de cabeza, las migrañas, la tensión
en la nuca, la espalda, el asma, la bronquitis, disturbios gastrointestinales,
sordera, fiebre, malaria, complicaciones de la vejiga, riñones, hígado,
problemas circulatorios y hemorragias nasales. En la actualidad, se utiliza
para combatir catarros, epilepsia y estados convulsivos, y en forma de collar
para contrarrestar el bocio e inflamaciones de amígdalas. Protege a los niños
del dolor de dientes u otras afecciones bucales como:
caries, gingivitis y encías sangrantes.
Además de eso, tiene efectos
benéficos sobre los órganos internos, favorece el equilibrio, agudiza los sentidos,
por lo que está indicado para individuos propensos a sufrir lesiones
traumáticas o manifestaciones de desequilibrio emocional, como la depresión
crónica o las tendencias suicidas.
Advertencia
El ámbar suele ser bastante
caro. Hay que tener cuidado con las imitaciones hechas de plástico o vidrio,
así como las resinas sin fosilizar que se venden, en ocasiones, como ámbar. Una
prueba para saber si es auténtico es cortar trocitos de papel pequeños, frotar
la pieza de ámbar en una prenda de lana y colocarla encima de los papelitos. Si
estos se quedan pegados al ámbar sin dificultad, se trata de una pieza
auténtica.
Jorge
Martins de Almeida & Dama de Castro
Fuentes de consulta: