Si te perdiste la primera entrega,
y descubrirás qué le contó al Blog Correveidile
el escritor y periodista Marcos Fidalgo.
Blog Correveidile: Finalmente, nos gustaría que dejaras un
mensaje a los lectores del Blog Correveidile, pero que fuera un mensaje doble: Primero que les cuentes, ¿qué
tiene tu libro para que merezca la pena que se acerquen a él? Y segundo, si tienes algún mensaje para los amantes de la lengua española, ya
que tú también lo eres...
Marcos Fidalgo: Antes, vale la pena mencionar que el libro hace muchas referencias a España y eso es algo que le transmití al personaje: una persona que desea por encima de todo estar en España y
que se queda muy admirado al estar allí. Cuando escribí este libro, ya había
ido a España hacía como 15 años antes, era la primera vez que iba ya sin visión.
Nunca tuve una visión del cien
por cien, tenía un glaucoma, pero después la perdí por completo. Así que 7 años después de
perderla, viajé a España y la "miré" con otra percepción, con los
otros sentidos, digamos que de manera más táctil. Por ejemplo, una cosa que me encantó –además
de la comida o las costumbres– fueron las aceras. ¡Las aceras! Parece
una cosa sin importancia, pero para mí tuvo mucha importancia, porque no me daba
cuenta de cuan distintas son las aceras de allá de las de Brasil. Aquí son aceras llenas de agujeros, no son nada “transitables”. Pues así fue como descubrí el placer de
caminar, porque aquí caminamos mucho por obligación, pero allá el placer de
caminar fue algo que tuvo un significado muy grande, que me marcó, y eso ansiaba ponerlo en la voz del personaje. Entonces, con eso, dije que quería ser
como Hemingway, el escritor, puesto que a él le gustaba mucho España también, aunque a
él le encantaban las corridas de toros, cosa que a mí no…
B.C.: Pero creo que Hemingway se encantó un poco
con todo… porque Pamplona es una ciudad muy pequeña… ¿Tú dónde estuviste?
M. F.: Esa
vez estuve solo en Madrid y Andalucía –Sevilla y Granada. Fue un viaje corto.
B.C.: Tenemos entendido que tu padre es gallego, ¿conociste Galicia?
M. F.: ¡Sí, estuve allá muchas veces!
B.C.: Pero cuando trabajaste para el periódico La voz de
Galicia, ¿fue desde Brasil?
M. F.: Sí, como
corresponsal, escribiendo cosas de Brasil y también historias referentes a la
inmigración gallega en Brasil. Siempre que descubría a un gallego interesante
en Brasil les sugería: “Bueno, hay una historia muy buena aquí, ¿puedo escribirla?”.
Me alegra mucho colaborar con un periódico porque es el modo que tengo de
estar en España también, aunque tan solo sea por medio de mis palabras. Si yo no
puedo estar físicamente allí, por lo menos mis palabras, mis textos, van por mí.
Me encanta, es una tierra a la que un día quiero regresar y, ¡quién sabe!,
pasar un período más largo allá, estudiando o trabajando, no lo sé. Fue un
momento muy representativo aquel, para mí, cuando regresé del viaje y lo
plasmé en el personaje.
B.C.:¿Qué destacarías de tu libro para que los lectores lo lean?
M. F.: Es una
historia, esto puedo asegurarlo, que nadie va a encontrar en ningún sitio.
Claro que todas las historias son inéditas de alguna manera, pero esta es una historia
de un periodista con discapacidad visual que, a punto de cumplir treinta años,
vive conflictos existenciales y reflexiona mucho sobre las relaciones
laborales, sobre las situaciones vividas por una persona con discapacidad. Creo
que esto es inédito en la Literatura, puesto que los personajes ciegos son un poco
raros, son superficiales, tanto que están viviendo, por ejemplo, con un billete de lotería, además de ser estereotipados también. En cambio, este no, él tiene una formación
y quiere ser más de lo que es, pero tiene dificultades justamente por el
modo con el que las empresas ven la discapacidad.
Además de esta cuestión
particular, es un libro que también abarca asuntos que son comunes a todas las
personas, que son las ganas que se tienen, a veces, de querer cambiar de empleo, las relaciones
difíciles que se tienen con un jefe, la rabia que, en muchas ocasiones, se siente, pero
que no se puede exteriorizar porque se necesita aquel sueldo. Y una persona
con discapacidad lo necesita todavía más. Inclusive, en el libro hablo sobre eso,
el personaje dice: “Bueno, si salgo de acá, ¿cuánto tiempo voy a tardar en encontrar otro puesto?” La persona con discapacidad no tiene el derecho de disfrutar de un año sabático.
El libro abarca estos asuntos
desde el punto de vista de una persona con discapacidad. Una cosa que el
personaje dice, por ejemplo, es que una persona con discapacidad casi nunca
tiene el derecho de ser anónima, siempre hay alguien ofreciéndole ayuda, hablando con él y a veces en un tono muy piadoso o en un tono muy
heroico. Por eso es difícil ubicarse, porque no se sabe si: "Bueno, a fin de cuentas, ¿Soy un miserable o un héroe?, ¿Quién soy al final?”, no hay un
punto común, es muy difícil ser visto de modo natural, como una persona. O,
incluso, no ser visto, porque a veces todo lo que una persona que no ve quiere
es justamente "no ser visto", seguir solo. El libro tiene todas esas
particularidades e interpretaciones acerca del mundo, de las cosas, pero desde la
percepción de una persona con discapacidad. Creo que el diferencial del libro y
la singularidad de la obra reside precisamente ahí.
B.C.: La otra pregunta era sobre el mensaje… que
a ti te gusta muchísimo España…
M. F.: Como os dije,
estamos geográficamente ubicados en el medio de países hispánicos, creo que es
una obligación que sepamos un poco de este idioma. A partir del momento en
que una persona empieza a aprender español o cualquier otra lengua, la que sea, pasa a tener contacto no solo con la lengua, sino también con todas las cosas que
vienen juntas, como la Historia, la Cultura, la Literatura, el Arte, la culinaria,
la arquitectura, ¡Todo! Por ejemplo, uno de los escritores que a mí me gusta es
Javier Marías. No hay ninguna persona que yo conozca que escriba como él, que tenga la amplitud de reflexión, de digresiones que él tiene y es un escritor
que tiene una influencia muy grande sobre mí.
El mundo hispánico es muy
grande. Empieza en España, un país que, aunque sea chico, en comparación con Brasil,
tiene una diversidad cultural muy grande, muy amplia - tan solo en España tenemos
cuatro lenguas cooficiales. Después acá en América tenemos, desde Argentina hasta México,
países con sus culturas propias y las relaciones que tienen con la Cultura y la Historia indígena también. Eso es muy interesante, son cosas que uno puede aprender
a partir del momento en que empieza a aprender la lengua, que es una puerta para un nuevo mundo.
|
Así despedimos a Marcos Fidalgo, con alegría y gratitud por habernos concedido esta entrevista |
Érika W. O. Fernandes y Roberto Feola