Suso Pando (Jesús Pando) y Mara (María
del Carmen González Costas) son una pareja de dobladores muy simpática que
viven en Galicia y nos brindaron una visión muy interesante del mundo artístico
en España, en especial de la carrera de doblaje, además de otras actividades
profesionales a las que se dedican. Suso es actor, doblador, guionista,
locutor, componente del grupo de teatro humorístico “Fulano, Mengano y Citano” e
imparte talleres de doblaje para niños en escuelas de España. Mara es terapeuta
familiar y sistémica, técnica en quiromasaje y psicología y, además de su
trabajo con la ayuda, tuvo muchas experiencias como dobladora de películas y de
campañas publicitarias.
Vamos a compartir algunos de los
momentos más importantes de esta oportunidad única, en la cual los
entrevistamos por Internet para el Blog
Correveidile, rompiendo las barreras del espacio y del tiempo – para
nosotros, en Brasil, eran las ocho de la tarde, mientras que para ellos ya pasaba
de una de la mañana.
¿Cómo empezasteis a hacer doblajes y cuál fue vuestra inspiración
para seguir en esta profesión? ¿Ya era algo que pensabais desde niños?
Suso – El doblaje siempre me llamó mucho la atención, porque
me encanta el cine, desde pequeño. Además, porque aquí en España, el doblaje
siempre fue muy bueno, había y hay grandes actores de doblaje y siempre me
llamaba la atención: “¿cómo será eso?”. Tenía esas ganas que fueron creciendo,
hasta que un día me esforcé un poco en saber si había algún estudio en la
ciudad donde vivía y si podría aprender esa técnica de doblaje. Casualmente
coincidió que se organizaba un curso de 7 meses de iniciación al doblaje, en el
cual habría de superar una serie de pruebas porque las plazas eran limitadas,
pero me presenté porque creía que podría trabajar bien con eso. Efectivamente,
me escogieron y lo aproveché muchísimo, e incluso antes de acabar el curso ya
estaba realizando mis primeros “takes” (fragmentos de las películas para
doblar). Después me fueron llamando los estudios y trabajé durante 10 años
ininterrumpidos.
Mara – Bueno, en mi caso fue totalmente diferente. Yo empecé
a hacer teatro desde muy joven, mientras estaba estudiando y nunca me había
planteado el ser dobladora. Eso surgió casualmente porque una amiga me dijo que
imitaba muy bien las voces. Curiosamente, ese mismo mes se ofertó un curso
privado de doblaje al que me apunté. Y bueno, ahí estuve unos años trabajando.
En mi caso, fue una cosa que surgió en aquel momento, me lo pasé muy bien y me
gustó mucho, pero no era una profesión que me salía de adentro sino que me
aprendí a hacerla. Del grupo de formación al que asistía, solamente doblé yo y, como
Suso, me ocurrió que llegué a doblar incluso antes de acabar el curso.
¿Cómo es la formación del doblaje? ¿Porqué los dos hicisteis
cursos? ¿Es obligatorio? ¿Cuánto tiempo dedicasteis a esta formación? ¿Hay
muchos cursos? ¿Cómo es el proceso de formación?
Suso – Como os comentaba antes, hice un curso de siete meses en
los que tocas muchas disciplinas. La fundamental es la técnica de la sincronía,
adecuar las voces al movimiento de las bocas de los atores. Después también trabajamos
con foniatras, con improvisación. En fin, un curso realmente muy intenso y muy
completo. Cursos que hoy ya no se hacen. Hoy son mucho más cortos, más
abreviados, más directos. Digamos que mi formación fue más profunda, lo que
siempre es un bagaje importante.
Mara – En el caso de Suso, él tiene mucho mérito porque venía
del mundo de la radio y hay muchos profesionales que,
en determinado momento, quisieron ser actores de doblaje y no lo lograron, porque
en la radio se adquieren vicios de micrófono que, por ejemplo, a la hora de
doblar una película o una serie no son viables - tienes que modular muy bien la
voz, aprender a interpretar, meterte en el personaje y tener en vista si es un
drama, una comedia…son muchas las cosas que inciden y, a veces, eses profesionales
no son capaces. No es el caso de Suso, que sí lo logró.
Suso – Sí, cuando trabajas en la radio también tienes que
hablar, pero es una técnica totalmente diferente. Entonces, como decía Mara, hay
profesionales de la radio que quieren meterse en el doblaje, pero son incapaces
de quitar los vicios que se adquieren. Cuando doblas, tienes que ser absolutamente
neutro y estar dispuesto a expresar tu voz en miles de formas diferentes. Ya si
haces dibujos animados mucho más todavía porque allí sí tienes que jugar con tu
voz, cambiarla totalmente, desde la más aguda hasta la más grave, darle la voz cómica.
¿Conocéis el doblaje de cine en Brasil? ¿Qué pensáis sobre
su calidad?
Suso – Conozco poco porque las películas brasileñas que he
visto estaban con su sonido original, entonces he escuchado las voces de los
actores. No he escuchado películas de otras nacionalidades dobladas al [portugués]
brasileño. Entonces no sé muy bien el nivel que puede haber en Brasil y no podría
hablar demasiado de este tema.
Mara – Sí, incluso creía que no se doblaban las películas en
Brasil. Aquí, por ejemplo, en Portugal, no existe doblaje…
Suso – Ahora sí… en Portugal a principio las películas se
pasaban en sonido original con subtítulos, pero no hace muchos años empezó el doblaje
y he escuchado algunas cosas, pero no suficientes para poder emitir una
opinión. Lo que sé es que, aquí en España, el nivel de doblaje es muy alto, muy
bueno, tanto a nivel nacional – doblajes que se hacen en Barcelona y Madrid, que
son los dos grandes centros donde prácticamente se dobla casi todo – como en las
diferentes comunidades, como en Galicia, en Cataluña, en el País Vasco. El doblaje
interpretativo es de calidad muy buena.
En el proceso de doblaje, ¿tenéis alguna libertad para la
creatividad o tenéis que seguir un guión fijo? ¿Hay un director que os conduce
o estáis libres para decidir?
Suso – No, en el doblaje siempre tienes que seguir las directrices
de un director, el que te convoca, que es un doblador también. Suelen ser dobladores
que ejercen otra función, en ese caso, de dirección. Una vez que ven la
película determinan qué tipo de dobladores son los que van a realizar a
determinados papeles. Siempre tienes que seguir sus directrices, que suelen ser
lo más parecidas posibles al tono original. Porque no podemos olvidar que los dobladores
son unos imitadores, entonces tenemos que adecuarnos lo más posible a la
interpretación original, tratando de adaptar ese texto (originalmente en inglés,
en italiano, en francés,…) a nuestro idioma. Otra cosa diferente son los
dibujos animados, en los que ya hay mucha más libertad para crear la voz,
incluso diferente de la original, si al director le gusta la voz y cree que es simpática
o le queda bien.
Sabemos que habéis elaborado e impartido talleres de
doblaje para niños. ¿Cómo fue esa experiencia?
Suso – ¡Pues fue una experiencia fantástica! En este momento,
además, estamos trabajando un compañero mío y yo, presentamos el año pasado en
unos colegios un proyecto que se titula “Doblaje
en la escuela”. Llevamos la técnica de doblaje a las escuelas y lo que
intentamos es que los niños den sus primeros pasos doblando. En este caso concreto,
recogemos un capítulo de la seriede dibujos animados "Bob Esponja", lo
retocamos, le cambiamos el guión, lo adaptamos; lo que hacemos es que los niños
conozcan esta herramienta. Tanto profesores como alumnos lo pasan fenomenal. A
los niños el doblaje les llama muchísimo la atención, nunca se imaginan cómo es
la dinámica y nosotros la reproducimos casi fielmente en la clase, de una forma
muy lúdica. Estamos llegando a muchos colegios, lo hacemos a través de los
ayuntamientos, de los Departamentos de educación que nos contractan y nos
llevan a los colegios y allí improvisamos una sala de doblaje en clase.
¿Qué sentís cuando miráis una película con vuestras
voces? ¿Qué creéis que vuestro trabajo provoca en las personas?
Suso – A los dobladores, a todos, nos pasa una cosa curiosa y
es que la primera vez que te escuchas la voz, siempre da mucha aflicción,
porque casi no te reconoces, sobre todo, cuando tienes que fingir esa voz, siempre
tenemos muchísima aflicción. Y los niños también siempre que se escuchan dicen:
“No, ¡esa no es mi voz!” (risas). Claro, después que pasa esa fase, te vas
acostumbrando a escucharte. Y bueno, yo que venía del mundo de la radio ya
estaba muy acostumbrado a oír mi voz, pero cuando tenía que fingir o modular mi
voz, cambiarla, lógicamente que me llamaba mucho la atención oír mi voz. Pero
eso le pasa a todo mundo. El retorno de nuestra voz, cuando la escuchamos
grabada, es siempre diferente. Pero acabas por acostumbrarte.
Mara – ¡Es más sorprendente quizás porque detrás de la voz
está otra cara que no eres tú! (risas). El retorno de lo que acabas de hacer,
en las primeras veces, te sorprende mucho. Fijaos además, en el caso de los
niños, eso se acrecienta porque, en este caso en que el personaje es "Bob
Esponja", para los niños es como un referente. ¡Y, de repente, veo mi voz
en Bob Esponja! ¡Se quedan muy impresionados, pero encantados a la vez!
Suso – Sí, nos llama mucho la atención. Pero al final, es
como todo, te acabas acostumbrando a escucharte. Te habitúas.
¿A qué otras actividades os dedicáis actualmente?
Mara – Hace años que no estoy doblando nada. A veces hago
alguna colaboración a nivel publicitario, como la empresa que trabaja también
con Suso, porque a veces necesitan alguna voz femenina y entonces me contratan. Pero,
bueno, yo soy terapeuta, he sido terapeuta siempre, terapeuta familiar, soy
coach, trabajo como osteópata, estoy metida en el “mundo de la ayuda”.
¿Cómo se cambia del mundo del doblaje para el “mundo de la
ayuda”?
Mara – ¡No, no hubo un cambio! Lo que hubo fue una
“escapada”, desde el principio, del “mundo de la ayuda”, pero ya retorné (risas). Esa
es mi profesión primaria y lo otro fue una cosa causal para divertirse y
cambiar un poco de aire y, finalmente, volver a lo propio.
Suso – Yo no, me he mantenido en la misma rama, y aparte de los
doblajes, hago prácticamente de todo: guiones, vídeos, presentaciones de
eventos, teatro… en fin, todo relacionado con el ámbito artístico, porque son
necesarios para poder sobrevivir. En el mundo del arte tienes que
diversificarte entre las especialidades que te gustan.
Mara – Bueno, yo diría que muchas veces en una consulta, ¡soy
una artista! Cuando tengo a alguien en lo que se llama "la silla caliente",
escenifico la sensación usando técnicas de teatro y dramatización para las
situaciones, lo que parecería una tontería, pero a veces es mucho más fácil de
ver lo que está ocurriendo si la persona de enfrente me hace ver de esa manera,
desdramatizada, casi con un poco de broma, para facilitar la interacción. Así
que el arte tampoco está tan lejos del mundo terapéutico, desde el teatro puede haber
una vertiente terapéutica muy interesante.
Suso – Yo creo que todos somos un poquito actores y actrices,
¿no? Tenemos que ser. Dependiendo de los momentos, tenemos que ser.
Tenemos una pregunta relacionada con nuestro blog, que es
un blog educativo sobre la lengua y la cultura española e hispanoamericana. ¿Tenéis
la costumbre de leer blogs? ¿Qué temas os gustan?
Mara - ¡Sí!
Suso – ¡Sí! La verdad es que no tengo unos concretos. Como me
gusta escribir, intento hacerlo cuando puedo. Depende del momento, de lo que me
comentan amigos, voy navegando por Internet, picando de aquí o allá, yun blog me
lleva a otro. Pero no soy un fiel seguidor de alguno concreto, veo cosas que me
gustan, eso depende del tema.
Mara – Él está más tiempo delante del ordenador. (risas)
Suso nos has comentado sobre la necesidad de otras
actividades como profesional. ¿Cómo es vivir del arte en esos momentos de
crisis en España?
Mara – Ay, ¡muy complicado, te lo digo yo! (risas)
Suso – ¡Me alegra que
me hagas esa pregunta! (risas) Como dijo Mara, es muy, muy complicado. La
cultura – no sé en Brasil – es la hermana menor. Ahora que vivimos en una época
de política de recortes en este país, por la crisis, realmente están recortando
muchas cosas, pero la primera que siempre se recorta, tristemente, es la
cultura. Y cuando te dedicas profesionalmente a este mundo te das cuenta que,
ya antes no había demasiado dinero ni los políticos tenían muchas ganas de
invertir en cultura, pero ahora parece que mucho menos, por lo menos aquí en
España. Y, entonces, por eso el sector artístico, tanto el cine, como la
televisión, el teatro, los medios audiovisuales, lo estamos pasando mal.
Estamos pasando un momento realmente duro. Por eso, a muchos de nosotros – y yo
me incluyo – no nos queda otro remedio que diversificarnos.
Yo no podría vivir exclusivamente de
ser actor ahora. Para vivir exclusivamente como actor en este país, tendría que
ser un actor muy famoso, muy conocido, lo que prácticamente es muy difícil. Por
eso tienes que buscar otras salidas, dentro de la rama. Pero sinceramente, se
hace muy complicado, vivimos en una constante incertidumbre, nunca sabes lo que
va a ocurrir el mes siguiente. No tenemos una nómina, no estamos contratados
por nadie, tenemos que buscar diariamente, reinventarnos a nosotros mismos para
poder sobrevivir.
Mara – Pues aquí está una terapeuta, que le dice al señor
Pando que eso, "¡cualquier brasileño te lo va a explicar!” (risas). Tengo
una amiga psicóloga que me dijo que, cuando vivió en Brasil, trabajaba en una
gran empresa de recursos humanos, y además le ayudaba a una amiga en una
boutique, qué sé yo, y se iba para un colegio... así que las crisis aumentan el
ingenio y, a veces, te ponen un motor para ser más eficientes y, quizás, igual
aprendemos a ser mejores personas.
Agradecemos a Suso y Mara por el tiempo que nos dedicaron
y por haber compartido con nosotros sus vivencias dentro y fuera del ámbito artístico de
España. Además de eso, fue una experiencia placentera y enriquecedora desde el
punto de vista práctico, como estudiantes de español como lengua extranjera, lo
que nos motiva a seguir adelante. ¡Vuestra simpatía nos ha contagiado!
Érika, Keylla, Mariana y Beto