miércoles, 30 de agosto de 2023

Musiclicando Retro: “Joe Arroyo, el sonero de América”

 

Álvaro José Arroyo González, conocido en el mundo artístico como Joe Arroyo, nació el 1 de noviembre de 1955, en Cartagena de Indias (Colombia). Joe empezó su trayectoria artística muy temprano, ya que a los 8 años ya se presentaba en público, de manera que a los 12 años ya formaba parte del coro de voces de la Catedral, mientras actuaba como cantante en un club conocido, en la época, como La Tuerca. Así que Arroyo se fue a Barranquilla, buscando mejores oportunidades de trabajo.

Enseguida pasó a formar parte de la orquesta La protesta, pero tampoco tardaría mucho en irse a Medellín para unirse a Fruko y su banda Tesos, para interpretar juntos los grandes éxitos compuestos por Joe, lo que culminó con algunas giras memorables por Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos. Durante los años 70, además de convertirse en líder de Latin Brother, junto a esta agrupación grabó excelentes discos, hasta formar su propia agrupación musical La Verdad, que lanzó como su primer trabajo el álbum “Arroyando”. 

En los años 80, Joe ya contaba con la participación de músicos renombrados en sus grabaciones, como Alberto Barros o Charlie Pla, lo que posibilitó que se presentase en el Empire Ballroom de Londres. Esto resultó en la grabación de varios discos, en el Reino Unido, titulados: Fuego en mi mente, En acción y La guerra de los callados. A lo largo de su carrera artística, Joe Arroyo ganó muchos premios, como el Congo de Oro en el carnaval de Barranquilla, y recibió homenajes de la comunidad colombiana de Nueva York (EE. UU.). 

Por todo esto, Joe es considerado uno de los principales artistas de Latinoamérica de todos los tiempos. Al lado de grandes nombres como: Benny Moré o Héctor Lavoe, siempre interpretó con maestría diferentes ritmos latinos, como: salsa, son, montuno y cumbia nativa; por lo que fue, a partir de esa mezcla de ritmos, cuando nació un nuevo estilo musical propio que sería denominado de una derivación de su nombre: “el joesón”. En otras palabras, Joe Arroyo compuso temas inolvidables que se convirtieron en himnos colombianos, entre los cuales está la canción “La rebelión”, que alcanzó un gran éxito internacional por narrar la historia de un esclavo africano durante la colonización de Colombia en el siglo XVII.

En definitiva, este cantante dejó un legado artístico muy grande porque hizo de su música no solo una manera de comunicarse con sus fanes de varias partes del mundo, sino también un sonido único que nadie jamás ha podido imitar. Sin embargo, Joe falleció el 26 de julio de 2011, en la ciudad de Barranquilla (Colombia), así que para homenajearlo seleccioné la canción “La rebelión”, compuesta e interpretada por él mismo.

¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins


“La rebelión”

Quiero contarle mi hermano

un pedacito

de la historia negra, de la historia nuestra, caballero.

Y dice así,

dice:

En los años mil seiscientos,

cuando el tirano mandó

las calles de Cartagena

aquella historia vivió.

Cuando aquí llegaban esos negreros, 

africanos en cadenas

besaban mi tierra.

Esclavitud perpetua.

Esclavitud perpetua.

Esclavitud perpetua.


Que lo diga Salomé.

¡Uh! Que te dé

Llegó, llegó, llegó...

Un matrimonio africano

esclavos de un español.

Él les daba muy mal trato

y a su negra le pegó.

Y fue allí,

se rebeló el negro guapo,

tomó venganza por su amor

y aún se escucha en la verja.

No le pegue a mi negra.

No le pegue a la negra

No le pegue a la negra

¡Oye man!

No le pegue a la negra.

No le pegue a la negra.

No, no, no, no, no, no.

No le pegue a la negra

¡Oye!

No le pegue a la negra

Esa negra se me respeta.

No le pegue a la negra

¡Eh! Que aún se escucha

Se escucha en la verja

No le pegue a la negra

No, no, no, no, no, no, no, no.

No le pegue a la negra.

No le pegue a la negra.

Negra que me dice:

Chambalequete, chambaquelete.

No le pegue a la negra

No le pegue a la negra.

No le pegue a la negra.

No le pegue a la negra.

No le pegue.

Abusador que le pegue a jeva.

No le pegue a la negra

Porque el alma

Que el ama, que el alma.

Que el alma, que el alma

se me revienta

No le pegue a la negra.

Oye, no, no, no, no.

No le pegue a mi negra.

No le pegue a la negra.

Porque el alma se me agita,

mi prieta.

No le pegue a la negra.

El chombo lo sabe y tú también.

No le pegue a la negra.


Fuentes consultadas:

Biografia de Joe Arroyo (biografiasyvidas.com)

Joe Arroyo - Enciclopedia | Banrepcultural

Biografía de Joe Arroyo (Su vida, historia, bio resumida) (buscabiografias.com)

Joe Arroyo, 10 años después de su muerte (radionacional.co)

jueves, 17 de agosto de 2023

Serie: HIT. Temporada 1 - Capítulo 8: “El historial”

 

El Gacetero

La familia es nuestro primer contacto con la vida social. Aprendemos a reconocernos como seres humanos y a relacionarnos con otras personas. Recibimos educación e influencia cultural, religiosa y moral de nuestros padres y de la sociedad en la que vivimos. Como adultos, somos el resultado de la vida familiar, de los grupos a los que pertenecemos y de nuestra personalidad, que emerge en la adolescencia. Por lo tanto, no se puede negar que la familia tiene una fuerte influencia en todos los seres. HIT se basa en esta idea para rescatar a sus estudiantes de su estado rebelde. Él también es fruto de una relación familiar conflictiva y, quizás por eso, entiende lo que les pasa a sus alumnos.

Hugo recibe la noticia de que su madre está en la ciudad para montar una exposición de su obra. Ella es una fotógrafa reconocida que siempre se ha dedicado a su trabajo, dejando en segundo plano a su familia, en especial a su hijo, Hugo. Según los recuerdos de nuestro protagonista, no tuvo una infancia feliz debido a la ausencia de su madre, lo que le dejó cicatrices. Marcas que aún no ha logrado eliminar y todavía le causan sufrimiento. Posiblemente, su experiencia familiar le ayude a comprender a sus alumnos y arroje luz sobre su dependencia química. También entendemos por qué siempre ha sido duro con los padres de los estudiantes, acusándolos de ser responsables del comportamiento de sus hijos.


Los alumnos tienen la suerte de tener a Hugo como profesor, ya que es sensible a sus situaciones de conflicto personal y familiar. En este sentido, nuestro querido maestro aplica la técnica de la constelación familiar (¿O será la técnica del psicodrama?) con cada uno, haciéndoles enfrentar sus miedos, conflictos y el hecho que más los ha marcado, volviéndolos rebeldes, enojados y violentos. Sin embargo, algunos se opusieron a participar con la justificación de que ya habían contado sus frustraciones familiares. Otros se entregaron en cuerpo y alma, protagonizando momentos fuertes que les hicieron sufrir hasta ese momento. Parece que Hugo fue un poco imprudente al hacer tal práctica solo, ya que las cosas casi se le salieron de control. Las escenas son fuertes, en especial la del alumno cuyo padre está en la cárcel. En verdad, logramos reconocernos en cada uno de los jóvenes o en cada una de sus historias, porque los conflictos relatados son reales y reflejan los sentimientos de la naturaleza humana.

El capítulo nos hace reflexionar sobre la vida, las relaciones humanas y los sufrimientos de nuestra existencia. No nos presenta una respuesta para nuestros conflictos, pero nos muestra un camino: no conseguimos resolver nuestros problemas solos, necesitamos la ayuda de aquellos que nos quieren. No sé decir si Freud tenía razón cuando afirmó que cualquier problema de una persona tiene su origen en la madre. Yo cambiaría a la madre por la familia porque es allí donde probamos de todo: amor y odio, cariño y rechazo, éxito y pérdida, alegría y tristeza. Nuestros valores son fruto de este universo en el que nacemos y crecemos, que nos dejará marcas tanto buenas como malas. Sin embargo, eso mismo es lo que representa la existencia humana.