El Gacetero
La familia es nuestro primer contacto con la vida social.
Aprendemos a reconocernos como seres humanos y a relacionarnos con otras personas. Recibimos
educación e influencia cultural, religiosa y moral de nuestros padres y de la
sociedad en la que vivimos. Como adultos, somos el resultado de la vida
familiar, de los grupos a los que pertenecemos y de nuestra personalidad, que
emerge en la adolescencia. Por lo tanto, no se puede negar que la familia tiene
una fuerte influencia en todos los seres. HIT se basa en esta idea para rescatar a sus estudiantes
de su estado rebelde. Él también es fruto de una relación familiar conflictiva y,
quizás por eso,
entiende lo que les pasa a sus alumnos.
Hugo recibe la noticia de que su madre está en la ciudad
para montar una exposición de su obra. Ella es una
fotógrafa reconocida que siempre se ha dedicado a su trabajo, dejando en
segundo plano a su familia, en especial a su hijo, Hugo. Según los
recuerdos de nuestro protagonista, no tuvo una infancia feliz debido a la
ausencia de su madre, lo que le dejó cicatrices. Marcas que aún no ha
logrado eliminar y todavía le causan sufrimiento.
Posiblemente, su experiencia familiar le ayude a comprender a sus alumnos y
arroje luz sobre su dependencia química. También entendemos
por qué siempre ha sido duro con los padres de los
estudiantes, acusándolos de ser responsables del comportamiento de sus
hijos.
Los alumnos tienen la suerte de tener a Hugo como profesor, ya que es
sensible a sus situaciones de conflicto personal y familiar. En este sentido,
nuestro querido maestro aplica la técnica de la
constelación familiar (¿O será la técnica del psicodrama?) con cada
uno, haciéndoles enfrentar sus miedos, conflictos y el hecho
que más los ha marcado,
volviéndolos rebeldes, enojados y violentos. Sin embargo,
algunos se opusieron a participar con la justificación de que ya habían contado
sus frustraciones familiares. Otros se entregaron en cuerpo y alma, protagonizando
momentos fuertes que les hicieron sufrir hasta ese momento. Parece que Hugo fue
un poco imprudente al hacer tal práctica solo, ya que las cosas casi se le salieron de control. Las
escenas son fuertes, en especial la del alumno cuyo padre está en la cárcel. En
verdad, logramos reconocernos en cada uno de los jóvenes o en cada una de sus historias,
porque los conflictos relatados son reales y reflejan los sentimientos de la
naturaleza humana.
El capítulo nos
hace reflexionar sobre la vida, las relaciones humanas y los sufrimientos de
nuestra existencia. No nos presenta una respuesta para nuestros conflictos,
pero nos muestra un camino: no conseguimos resolver nuestros problemas solos,
necesitamos la ayuda de aquellos que nos quieren. No sé decir si Freud tenía
razón cuando afirmó que cualquier problema de una persona tiene su origen en la
madre. Yo cambiaría a la madre por la familia porque es allí donde probamos de
todo: amor y odio, cariño y rechazo, éxito y pérdida, alegría y tristeza.
Nuestros valores son fruto de este universo en el que nacemos y crecemos, que
nos dejará marcas tanto buenas como malas. Sin embargo, eso mismo es lo que representa
la existencia humana.
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