domingo, 29 de mayo de 2022

Musiclicando Retro: "Guadalupe Pineda, la reina del bolero"

 


Guadalupe Pineda nació el 23 de febrero de 1955, en Guadalajara, Jalisco (México). Aunque era muy joven, empezó sus estudios en Sociología en la UNAM, en la Ciudad de México, mientras simultaneaba una carrera artística en la música, sin alcanzar grandes éxitos en la época. Sin embargo, aprovechó para aprender hebreo y yiddishi con el responsable por el local donde Pineda se presentaba.

Por lo que sigue, Guadalupe formó dos grupos musicales llamados “La propuesta” y “Sanampay” con los que grabó sendos discos. En consecuencia, Pineda decidió seguir su carrera en solitario actuando en plazas públicas y algunos teatros de la Ciudad de México, durante diez años, hasta alcanzar su primer gran éxito en 1984, con el tema “Yolanda” compuesto por Pablo Milanés (gran cantautor cubano), que alcanzó la venta de 1,5 millones de copias en México. 

Este hecho le abrió las puertas de varios teatros, como el teatro de Bellas Artes, la sala Nezahvalcóyotl, el auditorio Nacional, el teatro de la Ciudad de México, el teatro Degollado, el teatro Juárez y el Festival Internacional Cervantino, incluso participó en otros eventos internacionales en Estados Unidos, Italia, Irlanda, España, Francia, Puerto Rico, Argentina, Colombia y Venezuela, entre otros. De manera que a partir de ahí grabó más de 30 discos exitosos, que se han vendido en muchas partes del mundo. 

Asimismo, algunas de las canciones interpretadas por Pineda forman parte de las películas tituladas: Monjas coronadas, del director mexicano Paul Leduc; Campanas rojas, producida por Sergel Bondarchuk y La finestra di fronte (de Italia), dirigida por Ferzan Ozpetek. Por otra parte, en 2016, Guadalupe participó en el álbum Las tres grandes, al lado de Tania Libertad y Eugenia León gracias a lo cual recibieron la Certificación de oro en México; además de una nominación al Grammy Latino como mejor video musical. 

Por ende, en 2017, Pineda ganó el Grammy Latino Lifetime Achievement Award, en honor a su brillante carrera musical y sus logros. La voz y la inquietud musical de Guadalupe la transformaron en una cantante que posee una capacidad rara de interpretar con maestría innumerables géneros musicales, como bolero, tango, ranchera, baladas, merengue, jazz y ópera (géneros estos que han compuesto los grandes, como José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Violeta Parra, Pablo Milanés, Carlos Gardel, Edith Piaf, Charles Aznavour, Johannes Brahms y Franz Schubert, entre otros, que son sus compositores preferidos). 

Más aún, colaboró y actuó con muchos artistas mexicanos a lo largo de la década pasada. Pineda también canta en varios idiomas, como italiano, portugués, francés, hebreo, maya y gaélico, por esta razón, entre sus grandes trabajos está, sin duda, el disco memorable titulado Francia con sabor latino, grabado en 2009, que conquistó el premio Grand Prix Sacem, concedido por la Sociedad de compositores y autores de Francia, y atravesó las fronteras llegando a México para alcanzar el primer lugar en ventas.

En definitiva, Guadalupe Pineda ocupa un lugar muy especial en la música, no solo en Latinoamérica sino también en muchos países del mundo, con su voz potente y su inquietud musical. Así que, para homenajear a esta gran artista, seleccioné la canción titulada “Veinte años”, compuesta por María Teresa Vera e interpretada por la propia Guadalupe Pineda. 

¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins de Almeida


“Veinte años”

Que te importa que te ame

si tú no me quieres ya.

El amor cuando ha pasado

no se debe recordar.

 

Fui la ilusión de tu vida

un día lejano ya.

Hoy represento el pasado

no me puedo conformar.

 

Que te importa que te ame

si tú no me quieres ya.

El amor cuando ha pasado

no se debe recordar.

 

Fui la ilusión de tu vida

un día lejano ya.

Hoy represento el pasado

no me puedo conformar.

 

Si las cosas que uno quiere

se pudieran alcanzar.

Tú me quisieras lo mismo,

que veinte años atrás.

 

Con que tristeza miramos

un amor que se nos va.

Es un pedazo del alma

que se arranca sin piedad.

 

Fui la ilusión de tu vida

un día lejano ya.

Hoy represento el pasado

no me puedo conformar.

 

Si las cosas que uno quiere

se pudieran alcanzar.

Yo le quisieras lo mismo

que veinte años atrás.

 

Con que tristeza miramos

un amor que se nos va.

Es un pedazo del alma

que se arranca sin piedad. 

Es un pedazo del alma

que se arranca sin piedad. 

 

Fuentes consultadas:

Guadalupe Pineda Contenido y Vida temprana (hmong.es)

Guadalupe Pineda - Biografía, historia y legado musical (buenamusica.com)

Guadalupe Pineda - Edad, ciudad natal, biografía | Last.fm

lunes, 23 de mayo de 2022

Serie: HIT. Temporada 1 - Capítulo 2: "La consulta"

El Gacetero

A veces me emociona la educación, otras veces me frustra. Veo la educación como una herramienta capaz de convertir al ser humano y, por lo tanto, la sociedad. Sin embargo, cuando verifico el desinterés de los alumnos, la inhabilidad de los padres para reconocer las discapacidades de sus hijos y el menosprecio de las instituciones educacionales por el profesor, me hundo en un desencanto, llegando al punto de causarme depresión. Por eso, ante la ilusión de nuestro protagonista por intentar recuperar a los adolescentes rebeldes, me autoanalizo para saber si soy así con mis alumnos, si algún día me he dado por vencido (sí, El Gacetero, este que escribe esta crítica, también es profesor). Y sí, creo que he desistido en algún momento... pero eso no importa ahora. Vamos al capítulo 2 de HIT

El protagonista de la serie, que parece un don Quijote, parte rumbo a la vida para defender el honor y la ética de una sociedad, en este caso la escuela o la educación. Se reúne con los padres de los alumnos para presentarles su propuesta para “salvar” a sus hijos. La reacción fue la esperada: ¿Quién era ese maestro para decirles que sus hijos estaban enfermos? Si los niños se comportaban de manera rebelde, la culpa era de la escuela. Sin embargo, cuando la escuela se comporta con alteridad, los padres se quejan, declarando que esa no es la función de la institución. Parece que esta relación es bipolar. Pero confieso que tengo ciertas dudas de si la escuela es responsable de formar el carácter de los alumnos. La familia influye en ese desarrollo y, por lo tanto, tiene la responsabilidad de formar la personalidad de sus hijos. En este capítulo se puede analizar cómo los adolescentes son el resultado de las relaciones con sus padres y el entorno donde viven, así como de las experiencias que han tenido hasta ese momento.

Los padres se comportaron como sus hijos: se rebelaron. Después de un buen argumento de HIT, algunos padres entendieron la necesidad de una intervención diferente, más particular, para que los adolescentes pudiesen tener la oportunidad de cambiar su comportamiento. Reconocieron que habían fallado y no sabían qué más hacer. No obstante, el proyecto debía involucrar a todos los adolescentes que mostraron un comportamiento desviado. Por eso, el obstinado protagonista visita a cada una de las familias que se negaron a firmar la autorización para que sus hijos participasen en el proyecto. Durante la visita, se logra ver la estructura familiar y el ambiente “tóxico” en el que vivían los alumnos elegidos. Este capítulo muestra, también, la importancia de que la escuela trabaje en conjunto con la familia para ayudar a resolver los problemas de los adolescentes (yo diría crisis porque la adolescencia es una “crisis existencial” que no es fácil atravesar solo).

Cuando se entra en el universo de los estudiantes rebeldes, uno se da cuenta de la complejidad de ser padre, madre o maestro de jóvenes que buscan su propia personalidad y  comprender tanto su papel en la familia como en la sociedad. Un maestro en la clase no consigue manejar toda esa complejidad y aun así dar el contenido requerido. Es natural que surjan conflictos y el profesor pase por aburrido o autoritario. Puede, aun, perder la autoridad sobre la clase, siendo incapaz de imponerse ante la rebeldía de un adolescente. Por consiguiente, la escuela necesita elaborar proyectos, como ese propuesto por HIT, para enfrentar el problema y ayudar a los estudiantes. La tendencia normal es que el maestro y la escuela dejen de lado a los adolescentes rebeldes, renunciando a ayudarles. Pero la escuela siempre se enfrenta a un dilema económico: ¿Quién pagará la factura? Si no hay financiación, se elige la salida más fácil: aislar a los que incomodan.

Educar no es una tarea fácil. Ojalá siempre tuviéramos alumnos comprometidos con su propia formación intelectual y moral. Desafortunadamente, esta no es la realidad. Como docentes tenemos que ser sensibles a ese comportamiento y ayudar a los alumnos en lo que sea posible. Sin embargo, sería importante tener en la institución a un profesor obstinado como HIT para sacar a todos de su zona de confort y buscar nuevas vías para resolver un problema. Un hecho es cierto, para ser profesor, a uno le tiene que gustar la gente y creer que se transforma una sociedad con amor, tolerancia, paciencia y resiliencia.

Estimado lector, discúlpame por ceñirme a un solo tema, pero este capítulo me tocó en especial por estar muy próximo a la realidad. Así que reporto algo más sobre el protagonista del que todavía no sabemos por qué se desespera cuando oye un ruido semejante a un tiro. Tampoco está clara la relación con la chica con la que comparte piso, ya que no son pareja. HIT parece estar pendiente de un hilo ante el hecho de volver a beber porque vive bajo estrés. Su comportamiento es duro con todos, incluso consigo mismo, lo que aumenta la curiosidad por saber de dónde viene tanta aspereza. Imagino que sumergirse en su universo no será tan fácil ni tampoco entender todo el sufrimiento que ha pasado. Comento esto porque su comportamiento no es normal. A ver si tengo razón.