viernes, 30 de julio de 2021

Musiclicando Retro: Manoella Torres, la mujer que nació para cantar

Gloria Torres Calderón nació el 21 de abril de 1954, en Nueva York EE. UU., aunque sus padres son puertorriqueños. Desde muy temprano Gloria ya demostraba su pasión por las artes, dado que con 4 años participaba en grupos musicales de la iglesia, por eso no tardó mucho en ser protagonista en festivales y piezas teatrales. Además, fue en esa época cuando conoció a los grandes artistas, como Cuco Sánchez, Lucha Villa o Los Panchos

Por esta razón, y a pesar de ser muy joven, Gloria decidió seguir su carrera artística, puesto que Alfredo Gil (integrante del trío Los panchos) la contrató al escucharla cantar, lo que culminó con su primer trabajo titulado “Gloria Gil”. A partir de ahí, Torres empezó a recibir clases de canto con el fin de consolidar su voz definitivamente. Por eso, en los 70, firmó un contrato que duró 17 años. En 1972, grabó un disco histórico titulado El último verano, que es el nombre de la canción compuesta por el gran pianista y cantautor mexicano Armando Manzanero y, además, en esta época, Gloria estrenó su nuevo nombre artístico “Manoella Torres”, algo que marcó para siempre su gran carrera.

Manoella lanzó canciones exitosas, como “Ahora que soy libre”, “A la que vive contigo”, “Que me perdone tu señora”, “El gorrión y yo” y “Acéptame como soy”, entre muchas otras. Asimismo, fue la protagonista principal de la película El albañil, consolidando también su trayectoria como actriz. Esto posibilitó que, en 1977, Manolo Fábregas (director de teatro) la invitara a protagonizar la obra Mi Bella Dama, puesto que en ese trabajo Torres recibió excelentes críticas de la prensa. 

Sin embargo, a comienzos de los años 80, Torres acompañada de mariachis, empezó una nueva trayectoria musical, interpretando rancheras conocidas por el gran público, como “Se te fue viva paloma”, tema que llamó mucho la atención de sus fans. Por otra parte, Manoella formó parte de grandes trabajos producidos por artistas consagrados, como Vicky Carr, Camilo Sesto, José José y Emmanuel, entre otros. Por todo esto, Torres fue y sigue siendo homenajeada por su trayectoria artística en los principales programas de televisión. 

En resumidas cuentas, Manoella Torres a lo largo de sus más de cuarenta años de carrera ha grabado más de 40 discos exitosos; más aún, ha actuado como actriz en películas y telenovelas que tuvieron éxito en todo México. De manera que, para homenajear a esta gran artista, seleccione la canción titulada “Como las violetas”, compuesta por Anéndola/Gagliardi e interpretada por Manoella Torres.

¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins de Almeida



Como las violetas

Las violetas marchitan de olvido.
Como ellas me visto de pena.
Te marchaste llevándote mi alma.
Como flor en invierno… 

Sin ti quedé.

Como violeta sin sol me secaré.

Sin tu calor y tu voz ya no seré.

Devuélveme la vida,

devuélveme la vida que me robaste.
Devuélveme la risa, 

que en este andar de prisa tú despertaste.
Vuelve y todo de nuevo será.
La primavera contigo vendrá.

Si no regresas pronto ya nada tendré.
Como violeta sin ti me moriré.

Nada tendré…

Me moriré…

Devuélveme la vida, 

devuélveme la vida que me robaste.

Devuélveme la risa, 

que en este andar de prisa tú despertaste.

Vuelve y todo de nuevo será.
La primavera contigo vendrá.

Si no regresas pronto ya nada tendré.
Como violeta sin ti me moriré.

Las violetas marchitan de olvido.
Como violeta sin ti… me moriré.



Fuentes consultadas:

Edad, biografía de Manoella Torres | Last.fm

MANOELLA TORRES – TAL COMO LO VIVIMOS (serlesa.com.mx)

Manoella Torres - Enséñame A Creer - La mujer que nació para cantar

domingo, 25 de julio de 2021

"Las pinturas negras de Goya"

 

El Aquelarre (Goya)

Nacido en Zaragoza, en 1746, Francisco de Goya fue uno de los más reconocidos pintores de España. Su genialidad alcanzó tan alto nivel que clasificarle como perteneciente a un estilo artístico específico es, hasta nuestros días, imposible. La pluralidad de temas abordados por él fue inmensa: entre sus pinturas, se encuentran retratos de la corte, los horrores de la guerra (y del día a día), además de sus propios monstruos internos. Es posible, incluso, que estos últimos hayan sido la motivación para el conjunto de obras de las cuales hablará estas líneas.

Ejecutadas entre los años 1820 y 1823, es decir, en la última etapa creativa de Goya, que se extendió entre 1808 y 1828, las llamadas pinturas negras –sea por el juego de luces, sea por los temas retratados, fueron pintadas en las paredes de “la quinta del sordo”, refugio del artista que, en la ocasión, ya sufría con su salud débil, degradada aún más por la guerra.

Dibujo de la Quinta del sordo

A pesar de la destrucción de la casa, las pinturas fueron conservadas y trasladadas a lienzos, actualmente expuestos, en su gran mayoría, en el Museo Nacional del Prado. Entre los cuadros más conocidos de este conjunto, tenemos “El perro semihundido”, que puede simbolizar al ser humano, hundido hasta el cuello, asustado con lo que se acerca (muerte, sufrimiento, dolor). Otro famoso ejemplar, “Saturno devorando a un hijo”, quizás represente al Dios del tiempo, devorando a las personas, o a los franceses que devoraban a los españoles durante la guerra.

En conclusión, podemos decir que Goya supo, de alguna manera, compartir con los admiradores de su trabajo el amargor, sufrimiento y agonía de su alma, pues esta es la sensación que uno tiene al analizar sus pinturas negras. Les invito a sumergirse en este mundo oscuro, pero muy rico, del artista, para una experiencia única llena de arte, cultura y reflexión.

Juliana de Almeida Sarti

lunes, 19 de julio de 2021

"Clara Campoamor, la mujer olvidada"

Clara Campoamor

Antes de empezar, debo decir que me encanta el tema de las mujeres que cambiaron la Historia y abrieron puertas para millones de mujeres. Mujeres fuertes que lucharon por el derecho al voto, mujeres que fueron pioneras en vestirse de manera revolucionaria y mujeres que tuvieron el coraje de decirle a la sociedad que somos libres.

Clara Campoamor fue una de esas mujeres que me encantan. Campoamor fue una de las primeras diputadas de las cortes y tenía objetivos muy claros acerca de luchar por los derechos de las mujeres. Su trayectoria fue muy difícil, primero porque era minoría en su propio partido (ella y Victoria Kent eran las únicas mujeres), segundo por luchar por temas muy revolucionarios para la época.

La película, Clara Campoamor, la mujer olvidada (2011), discute por momentos la percepción que los hombres tienen sobre las mujeres, como que somos seres poco racionales, impulsadas por sentimientos. Por eso, se creía que las mujeres eran fácilmente manipuladas y su voto podría estar influido por la Iglesia.

Fotograma de la película, 2011

A pesar de ser muy difícil, Campoamor alcanza su objetivo y el año 1931 se convierte en un marco histórico – las mujeres tienen derecho al voto en España. La lucha no se acabó, pero tenemos que reconocer las “pequeñas” conquistas que hemos logrado durante todos estos años, y Campoamor forma parte de muchas de ellas.

Adrieli Monteiro

sábado, 17 de julio de 2021

“El cine Palace, cierra sus puertas y un ciclo dedicado a la cultura”

 

El Gacetero

El cine siempre ha formado parte de mi vida. El séptimo arte me convenció en nuestra primera cita, llevándome a un mundo mágico que me hizo olvidar el mundo real por un tiempo. No es que mi vida fuera mala, al contrario, pero experimentar la historia proyectada en la pantalla gigante fue fascinante. Entonces, cuando oigo que cerrará un cine de calle, la tristeza asalta mi alma, ya que es como si perdiera algo muy íntimo o algo muriera en mí, en mi historia. Y cuando este cine es de mi ciudad y formó parte de mi vida cultural, el dolor es aún mayor. 

Recientemente leí una noticia que informaba que el cine Palace cerraba sus actividades tras décadas de servicio en favor de la cultura en mi ciudad natal, Juiz de Fora. En su última remodelación, se convirtió en dos salas de cine comunes, como las de un centro comercial. Aunque no lo visité después de su renovación, posiblemente ya habría perdido su encanto y su ambiente decorado con madera. Era un gran espacio con un mostrador de madera y sillas tapizadas en cuero, cuya arquitectura exterior representaba la década de 1960, con líneas rectas, sin adornos. Sin embargo, tanto su entrada como su escalera eran de madera ornamentada, brindando un ambiente nostálgico que daba la bienvenida a cualquiera que entrara. Las puertas de salida daban directamente a la calle, lo que iluminaba el recibidor al abrirse tras el final de la película con tono nos despertaba de aquel momento de ilusión.

No obstante, recuerdo la primera película que vi en el Palace la cual, por cierto, era una caricatura de Tom y Jerry. Fue un momento increíble entrar en una gran sala llena de sillas ante una enorme pantalla blanca en la pared del fondo. La capacidad total se ocupó con niños y sus padres. De repente, la luz se apagó, se escuchaban los gritos de susto de los niños que pronto se callaron, mientras una tenue luz traspasaba la habitación proyectando una imagen en la pantalla blanca. Fue algo mágico ver las imágenes gigantes acompañadas de la banda sonora frenética a alto volumen. Me asombró mucho todo eso y me dije: ¡esto es increíble! Quiero volver siempre a ver dibujos aquí...

Así que esa fue mi primera experiencia en una sala de cine y me convirtió en un admirador del séptimo arte. Reconozco la importancia del cine Palace en mi formación cultural y el despertar de mi interés por el cine. Con la misma alegría que entré en ese cine, ahora lloro de tristeza al ver un lugar histórico cultural de mi ciudad, que formó parte de mi infancia, adolescencia y vida adulta, morirse, dejar de existir. Sin duda, es una lástima y lo lamento profundamente, pero estoy feliz, al mismo tiempo, de haber vivido con el cine Palace un ambiente elegante, bello y agradable para tener experiencias y emociones por medio de las historias contadas y proyectadas sobre la pantalla (blanca) que se llenaba de color y movimiento. ¡Viva el cine! ¡Viva la Cultura!

domingo, 4 de julio de 2021

“El hilo rojo del destino, Goya y la neurociencia”

 

El artista plástico español Francisco José de Goya y Lucientes, nacido en el siglo XVIII, escribió en uno de sus grabados la frase “el sueño de la razón despierta monstruos”, representante del ascenso del pensamiento racional del iluminismo como guía para las acciones y decisiones humanas. Más de tres siglos después de la finalización de esta obra, vivimos en una exacerbación del mundo que Goya vio nacer. Es “la era de los datos”: en que el conocimiento de datos y su interpretación son vistos como el próximo gran guía de las decisiones humanas. 

Los avances cada vez más rápidos de la ciencia y tecnología inspiraron el título de la obra futurista Homo Deus, cuyo título se basa en la creencia de que, en la opinión del autor, el profesor de la Universidad de Oxford Yuval Noah Harari, en cien años haremos cosas que hoy solo creemos que las puede hacer Dios. Según el historiador, al cabo de este tiempo, parecemos tan primitivos como los neandertales nos lo parecen a nosotros hoy. Sin embargo, un descubrimiento peculiar parece haber desafiado la noción de que somos dueños y artífices de nuestro propio destino.

Según una creencia que prevalece en la mitología china, en nuestras manos todos llevamos el hilo rojo del destino. De acuerdo con él, todas las relaciones y encuentros que tenemos en la vida estarán predestinados por un hilo rojo que está atado por los dioses al dedo meñique de las personas que se tienen que encontrar. No hay que elegir. La leyenda afirma que aquellos unidos por el hilo rojo son almas gemelas que, cuando se encuentran, se reconocerán y vivirán una experiencia que les cambiará la vida, no importa cuánto tiempo pasen juntos o sus circunstancias. El hilo rojo puede enredarse, estirarse, tensarse o desgastarse… pero nunca se rompe. Lo llevamos desde nuestro nacimiento para toda la vida y está relacionado también con nuestras amistades y relaciones familiares. 

Pero, ¿cómo saber si uno ha encontrado un hilo rojo? Según la leyenda, lo sabrás porque simplemente sentirás paz interior, seguridad y una alegría incomparable. En tiempos posmodernos de big data, la inteligencia artificial y los algoritmos, quizás esto parezca para muchos solo un cuento antiguo. Pero aquellos que alguna vez ya encontraron su hilo rojo dirán que, al contrario de lo que dicen los filósofos, teólogos y neurocientíficos, el concepto de Dios, a veces, no parece ser una cuestión de qué sino de cuándo.

Teresa Bernard