sábado, 29 de abril de 2023

Musiclicando Retro: “Dyango, la voz del amor”

 

José Gómez Romero, conocido artísticamente como Dyango, nació el 5 de marzo de 1940 en Barcelona (España), pero tan solo fue inscrito en el registro por su padre el 8 de mayo. Dyango empezó sus estudios a los doce años en el Conservatorio de música de Barcelona, donde estudió violín y trompeta, entre otros instrumentos musicales. Además, en la época, formó parte de una orquesta de jazz juvenil. Aunque Dyango era un excelente músico, fue con su voz, potente y romántica, que alcanzó un gran protagonismo desde muy joven en la música. Al final, adoptó de Django Reindhart, el guitarrista de jazz gitano, su nombre artístico.

En 1965, Dyango participó en el Festival de la Canción del Duero, lo que le permitió firmar un contrato con la grabadora EMI y lanzar su primer álbum exitoso en Latinoamérica. Con todo, no alcanzó el éxito esperado en España, sin embargo, no tardaría mucho en llegarle. Al año siguiente, Dyango grabó una versión propia del tango “Nostalgia” y con el tema “Si yo fuera él”, conquistó el premio al Mejor intérprete y a la Mejor canción del Festival de Benidorm. A raíz de todo esto, Dyango se convirtió en uno de los mayores nombres de la canción romántica en Europa y Latinoamérica, interpretando géneros musicales como boleros, tangos y rancheras; así como también, las canciones antiguas de los guateques de las décadas de 50 y 60. 

Asimismo, Dyango grabó e interpretó temas conocidos del gran público al lado de artistas de la talla de Celia Cruz, Oscar D’ león, Sheena Easton, Roberto Goyeneche, Pimpinela o el tenor Jaume Aragall. Encima, ganó 55 Discos de Oro y 40 de Platino, también obtuvo el Grammy Latino a la Excelencia musical (2018), por eso Dyango es y siempre será uno de los mayores exponentes de los ritmos musicales latinos, puesto que su calidad vocal y sus innumerables temas, que forman parte de los más de 40 discos grabados a lo largo de muchas décadas, se convirtieron en verdaderos himnos que siguen encantando a sus fanes por varios países del mundo.

En definitiva, Dyango por todo su trabajo artístico en la música es, sin duda, “la voz del amor”, que lleva la dulce poesía siempre cargada de la más pura verdad y belleza infinita. Por consiguiente, para homenajear a este gran artista seleccioné la canción titulada “Por volverte a ver”, compuesta e interpretada por él mismo.

¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins


Por volverte a ver”

Nos fallaron dos palabras y sabernos perdonar.

Qué fácil era haber dicho...  "¡Lo siento!"

Pero nos sobraba orgullo y nos faltaba humildad.

Y cuesta tanto esfuerzo ser el primero en hablar,

que cuando uno se atreve es tarde ya…

Tarde ya.


Volverte a ver.

Hoy daría media vida por volverte a ver

y recuperar el tiempo que se me escapó.

Y decir: "Lo siento”, una y otra vez.

No me sirve la razón si tú no estás…

Si no estás.


Volverte a ver

Hoy daría cualquier cosa por volverte a ver.

Y aprendí a no querer tanto y a querer mejor.

Y a decir: “Lo siento, amor, perdóname”.

No me sirve la razón si tú no estás…

Si no estás aquí.

Si no estás aquí.


Fuentes consultadas:

BIOGRAFÍA | Sitio Web Oficial Dyango

Dyango - Biografía, historia y legado musical (buenamusica.com)

Biografía de Dyango (cmtv.com.ar)

Biografía de Dyango (Su vida, historia, bio resumida) (buscabiografias.com)

Dyango - Biografía de Dyango (biografias.es)

jueves, 13 de abril de 2023

Primera entrevista a Ledicia Costas desde Brasil: "La Literatura me ayudó a centrarme"

Casi todos soñamos, cuando abrimos las páginas de un libro, no solo con el mundo que nos ofrece su creador, sino también con la posibilidad de poder, algún día, conocer de su propio relato las historias más secretas que le han llevado a elaborar tales aventuras y a robarnos más de una sonrisa o provocarnos alguna lágrima. Esto es lo que nos ha pasado con Ledicia Costas, por eso el blog Correveidile ha querido cumplir ese sueño y tender un puente transoceánico entre Galicia y São Paulo para poder charlar con ella. Hoy todos los lectores correveidileanos disfrutarán de la primera entrevista publicada en tierras brasileñas de esta escritora española tan talentosa como exitosa, que nos ha aclarado muchas cosas sobre las inquietudes que tienen sus primeros lectores de novela para adultos en Brasil. 

JU (Correveidile): Ledicia Costas, en nombre del blog Correveidile, muchas gracias por dedicarnos este momento para poder conocerte un poco más y profundizar en algunos aspectos de la creación de tus obras. Empezaré con una pregunta casi obligatoria, ¿Cuándo has empezado a escribir y qué te ha motivado a hacerlo?

LEDICIA: Pues, mira, la verdad es que yo he sido una escritora superprecoz. Yo recuerdo, con trece años, estar intentando escribir mi primer libro que era, más que nada, una especie de diario ficticio de aventuras. Hice varios intentos, después de eso escribí otro libro, que fue mi segundo, escribí aún un tercero… Todo como primerísimas cosas de una adolescente que estaba como empezando a armar textos un poco más ambiciosos que aquellos primeros poemas o cuentos y, con dieciséis años, escribí una novela, que no está traducida al castellano, se titula Unha estrela no vento (Una estrella en el viento), y fue la primera novela que me publicaron. Salió tres años después de haberla escrito, en el año 2000.

Y, claro, en aquel momento no existía internet, tú publicabas una novela y no sabías qué sucedía con ella. Además, a mí me daba muchísima vergüenza porque era supertímida y no conocía nada de cómo funcionaba el sistema literario. Lo que sí tenía claro era que lo que más me gustaba en el mundo era inventar historias, personajes y crear mundos, porque yo siempre fui una niña muy imaginativa. De hecho, no era capaz de controlar la imaginación, canalizarla…

Yo recuerdo estar en clase, tanto en el colegio como en el instituto, y era incapaz de prestar atención a lo que me explicaba la profesora porque estaba inventando historias en mi cabeza. La manera de conseguir canalizar todo eso fue a través de la Literatura. Creo que, gracias a los libros, conseguí centrarme. 

JU (Correveidile): ¿Cuáles son los autores que te han inspirado en tus inicios?

LEDICIA: Yo era muy lectora de literatura infantil y juvenil, como mis inicios fueron en esa época, leía de todo porque recuerdo, con catorce o quince años, descubrir la obra Poeta en Nueva York (1929-30), de Lorca, y enamorarme de su poesía… He sido muy lectora de literatura infantil y juvenil y sigo siéndolo.

Leo todo lo que cae en mis manos, pero creo que una de las cosas que más me inspiró fue conocer la poesía de Gloria Fuertes, conocer las historias macabras de Angela Sommer-Bodenburg, la autora de, entre otras obras, esta colección mítica que fue El pequeño vampiro. Yo que soy una escritora a la que tanto le gustan las historias del inframundo fueron muy importantes, por supuesto, clásicos como Roald Dahl, Michael Ende o Maria Gripe, recuerdo la obra de esta última, Los escarabajos vuelan al atardecer, que para mí fue un verdadero descubrimiento y, un poquito más adelante, las obras icónicas de Susan E. Hinton, Rebeldes, La ley de la calle… lecturas que fueron importantísimas en mi vida. 

Además, no sé si los que nos leen compartirán esta idea o no, pero tengo la sensación de que las obras que te marcan cuando eres niña y adolescente, te traspasan de una manera que luego no sucede cuando eres adulta. Y yo me paso la vida buscando esa sensación, de encontrar eso como lectora, lo estoy buscando todo el rato y, cuando consigo encontrar una novela que de verdad me llega y me traspasa, me digo: “Ha merecido la pena este viaje”. Soy como una lectora apasionada y estoy buscando que las obras me despierten eso y yo intento conseguir, humildemente, que con mis historias pase eso mismo, que no te quieras ir.

A mí me gustan esos libros en los que te quieres quedar ahí dentro y no deseas marcharte de ellos. Me gusta, cuando lo consigo, que a una persona le suceda eso. Me parece muy emocionante porque como es lo que yo estoy buscando todo el tiempo como escritora, cuando una persona que me ha leído me dice que le pasa esto, me parece muy emocionante, porque pienso: “Bueno, con esta persona sí lo he conseguido”. Entonces, ya este viaje ha merecido la pena.

JU (Correveidile): En tus libros, ¿sueles utilizar elementos autobiográficos? Me refiero a cosas como, por ejemplo, el narcotráfico en Galicia, que mencionas en Golpes de Luz.

LEDICIA: Sí, fíjate que yo huyo de la autoficción, o sea, no me interesa nada la autoficción como autora, me escapo de eso. Pero es cierto que en todo lo que escribo siempre hay un pie en la realidad. Y con respecto al narcotráfico en Galicia, yo la experiencia que tuve fue porque mi padrino se murió cuando yo tenía once años. Se murió de sobredosis y apareció muerto en el cuarto de baño en una cafetería. Eso para mí fue una experiencia absolutamente traumática porque tenía una relación muy especial con él.

Recuerdo que fue una de las primeras personas que me regaló un libro en mi infancia, que yo guardaba como si fuese un tesoro, y yo supe lo que le había sucedido y por qué se había muerto, cuál había sido la causa. Y eso se quedó ahí, ya no en el subconsciente, sino que se quedó en el plano consciente, y escribí ese libro hace dos años, pero ahí salió, en ese momento. Y me dije, ahora como que el cuerpo me pide escribir sobre esto. 

Y luego es una historia que es toda de ficción, aunque también es una historia donde sale una abuela que tiene muchas cosas en común con mi propia abuela y con otras muchas abuelas de personas que conozco. Entonces, me gusta mucho hacer eso, experimentar desde la realidad, transformarla, llenarla de colores, estirarla, cambiarla, pero es verdad que, muchas veces, hay ahí una conexión con el mundo real y, con esa semilla que os acabo de comentar, nace todo Golpes de Luz

JU (Correveidile): ¿Cuál es tu género literario favorito?

LEDICIA: No sé escoger, voy por épocas. Me gusta mucho tanto escribir como leer poesía, pero no puedo dedicarle todo el tiempo que me gustaría a escribir poesía y justo ahora tengo una época a nivel poético muy potente, porque acabo de publicar un libro de poemas que se titula Ultraluz y estoy preparando cosas muy bonitas…

Ledicia Costas, en el centro (vestido negro),
recibiendo su más reciente premio,
por el poemario Ultraluz (2023)

También me encanta escribir novela para adultos y libros infantiles, así que tengo el corazón algo dividido en muchos trocitos, pero todo depende de la época. No obstante, soy sobre todo lectora de novela… y lo reafirmo, soy lectora de novela, porque estoy pasando por un período en el que el noventa por ciento de lo que leo son autoras latinoamericanas y esto me tiene absolutamente entusiasmada. 

Sobre todo, estoy apasionada porque encuentro una conexión muy profunda entre el universo gallego y el latinoamericano, y ahora que estoy leyendo a autoras como Fernanda Melchor o Mariana Enríquez, por mencionar a algunas, pero me muero por conocerlas a todas porque… ¡Tenemos un montón de cosas en común! No sé si en lo literario, pero en el universo interior sí. ¡Y por eso estoy tan entusiasmada!

JU (Correveidile): En Brasil, el escenario cultural ha sufrido una caída de inversiones en los últimos años, incluso en lo que se refiere a la lectura. ¿Cómo dirías que está la situación en España?

LEDICIA: Tengo la impresión de que las personas que nos dedicamos al mundo de la cultura, siempre estamos en la trinchera, peleando, luchando por salir de la precariedad… es agotador. Yo lo veo como agotador. Pero, fíjate, que yo creo que aquí en España, con la pandemia, sucedió al revés de Brasil, porque la gente se refugió en la cultura, en la música, en los libros, en el universo audiovisual y se puso en valor. Y yo estaba aterrorizada pensando que la lectura de mis libros iba a caer en picado – ¡y de los libros de mis compañeros también!, pero fue al revés. Vendimos más durante la pandemia y eso fue muy emocionante.

¿Qué pasa? Que es cierto que, a día de hoy, hay que seguir explicándole a la gente que esto es un trabajo, que está mal descargarse los libros con archivos en pdf que encuentran por ahí en internet, es como muy doloroso tener que seguir explicando estas cosas a día de hoy, pero tenemos que seguir trabajando, haciendo pedagogía.

¿Seguimos en la precariedad? Sí, seguimos en la precariedad, pero también creo que cada vez estamos un poquito mejor y hay que quedarse con esto. Y seguir construyendo, seguir construyendo,… Esto es como una carrera de fondo. Yo tengo esa sensación, de que siempre estamos corriendo una carrera de fondo y hay que resistir. 

JU (Correveidile): Si tuvieras que elegir un libro como favorito, ¿Cuál sería? 

LEDICIA: (Risas iniciales) ¡Qué difícil es esta pregunta de contestar! Porque yo voy cambiando, y tengo mis fetiches, tengo mis libros imprescindibles. Hoy voy a decir Drácula, de Bram Stoker, que fue un libro tan importante para mí, pero, a lo mejor, si mañana me haces esta pregunta, a lo mejor respondería otra cosa. Pero yo salvaría Drácula porque creo que fue el libro que más me marcó, me traspasó, fue como un rayo que me atravesó.

JU (Correveidile): ¿Tienes algún proyecto de escritura en curso? 

LEDICIA: Siempre tengo proyectos en desarrollo, siempre estoy creando… En esta época me cuesta muchísimo escribir porque estoy viajando un montón, yendo de aquí para allá con mi novela a cuestas, pero estoy escribiendo una novela para público adulto, que es lo que voy a publicar antes de la segunda parte de Infamia (2019), porque tengo que escribir el desenlace, puesto que tengo a la gente reclamándome: “¿Qué pasa con la segunda parte de Infamia? Ledicia, no nos puedes dejar así con este desenlace”. 

Pues antes de eso, estoy escribiendo otra novela, que me atrevo a decir que no tiene nada que ver con lo que he hecho hasta ahora, que es lo mismo que yo contestaba cuando me preguntaban “¿Qué estás haciendo?” -y estaba escribiendo Golpes de Luz (2021)- y yo les contestaba a todos: “Estoy haciendo algo que no tiene nada que ver con lo que he hecho hasta ahora”. Así que con esto que estoy haciendo ahora, ¡lo mismo!

Por lo tanto, espero sorprenderos muchísimo con esta nueva novela que estoy acabando y, además, estoy haciendo algo que es muy enriquecedor para mí, como autora, que es que voy contando en Twitter cómo es el proceso de creación. Entonces, no todos los días, pero sí todas las semanas, voy contando mis avances. A veces son retrocesos, pero esto me ayuda también a ponerme un poco a mí en la realidad del tiempo que le puedo dedicar a escribir, cómo es mi proceso de creación literaria, cómo construyo una novela, y ahí voy contando un montón de cosas. Por si os interesa seguirlo, ahí os lo dejo. 

JU (Correveidile): ¿Hay ya algún título, Ledicia, para esta nueva obra? (Pregunta totalmente improvisada)

LEDICIA: Aún no, tengo varios títulos en la cabeza, pero todavía no sé cuál es el definitivo, hasta dentro de un par de meses no me atrevo aún a dar ese título.

(La sonrisa de Ledicia es prometedora...)

JU (Correveidile): ¿Y se maneja alguna fecha prevista para la salida de la nueva novela? (¡Seguimos improvisando! Ledicia es así de generosa...)

LEDICIA: Creo que estará terminada en el mes de junio (2023), pero hasta principios de 2024 pienso que no va a haber novela en las librerías. Está bien que se haga esperar, porque eso quiere decir que está siendo un proceso de maduración lento, que es lo que requiere la novela. Requiere tiempo y yo me prometí a mí misma que no podía hacer a las cosas a correr, que tenía que escribir con otra calma, y así lo estoy haciendo con este libro, que también es una manera de disfrutarlo más.

JU (Correveidile): ¿Podrías dejar un mensaje para los lectores del blog Correveidile?

LEDICIA: Pues el mensaje que yo los dejo, es que es maravilloso establecer una comunidad lectora como la que tenéis a través de este blog. Mi mensaje es, sobre todo, de agradecimiento. Que sepáis que, para una autora como yo, tener un espacio de visibilidad y de contacto con el blog Correveidile en colaboración con el Instituto Cervantes de São Paulo es extraordinario. Entonces, quiero que sepáis que este esfuerzo que hacéis desde el blog, y todo el empeño de estar dedicando este momento a la entrevista, que podíais estar haciendo cualquier otra cosa, pero me lo estáis dedicando a mí, con todo cariño, y estoy superagradecida. Además, tendéis puentes transoceánicos, ¡que eso ya me parece un lujo!

Juliana Sarti


Hasta aquí, parte de la entrevista realizada a la autora Ledicia Costas, protagonista del próximo "Club del Libro" del mes de mayo (2023), que se celebrará en el Instituto Cervantes de São Paulo (Brasil). La escritora estará en directo con todos los lectores de su obra más reciente para adultos, Golpes de Luz, pero también hablará para aquellos que, tal vez como tú, desean descubrir su producción y conocerla un poco más. 

Pincha aquí para leer la segunda parte de la entrevista. Y si no sabes qué lectura elegir para empezar a leer en español, el blog Correveidile te recomienda las obras de esta genial escritora que, te garantizamos, no te dejará indiferente. Puedes consultar aquí su catálogo

lunes, 3 de abril de 2023

Serie: HIT. Temporada 1 - Capítulo 7: “Cuidados intensivos”

 


El Gacetero

La vida no es fácil de vivir. Durante nuestra existencia, llevamos todas las marcas de nuestro pasado. Las experiencias adquiridas, los traumas soportados, las alegrías disfrutadas nos hacen desarrollar herramientas para superar los obstáculos que nos ofrece la vida. Puede ser que muchos de ellos estén defectuosos, pero otros no; esto es lo que tenemos para el momento coyuntural que estamos viviendo. En la adolescencia todo esto es superlativo. A menudo, ni siquiera disponemos de las herramientas necesarias o son defectuosas para afrontar la difícil tarea de pasar de niño a adulto. Nuestros personajes están viviendo todo esto y Hugo tiene que ofrecerles nuevas herramientas para que puedan sobrevivir al tormento mental, fisiológico y social en el que están sumergidos.

No cabe duda de que la familia es uno de los catalizadores para los traumas de la fase adulta. Nuestros familiares no nos han ayudado a desarrollar medios para que podamos navegar en aguas turbulentas y salir de la tormenta aún más fuertes y, tal vez, más serenos para enfrentar nuevos desafíos. En estos momentos, realmente necesitamos un tutor que nos ayude a ver más allá, vislumbrar un futuro posible y, también, hacernos ver cómo somos, el potencial que tenemos para superar cualquier problema. Si no podemos salir de una situación difícil, podemos contar con los que nos rodean. Por lo tanto, no solo los miembros de la familia son importantes, sino también los amigos. Después de todo, cada uno tiene su propio potencial, cualidades, capacidades o habilidades que, al unirse, forman un grupo fuerte e invencible, incluso para resistir la derrota o la frustración.

Hugo, en este capítulo, busca precisamente eso: demostrarle a los chicos que son capaces de formar un grupo y ganar un desafío. Cada uno tiene habilidades y competencias que son únicas y se complementan para resolver los problemas que ofrece la vida. Nadie sabe todo ni tiene todas las habilidades para lograr un objetivo, necesitamos del otro para completarnos y ayudarnos cuando fallamos, no por debilidad, sino porque no tenemos una herramienta o está defectuosa. La política refleja esto, ya que no la hace una sola persona, necesita a varias personas pensando, actuando de diferentes maneras, para construir una sociedad más digna para vivir. Podemos diferir sin agresión, sin crear odio, resentimiento ni violencia. Sí, podemos divergir, para mostrarle al oponente otro punto de vista. Las diferencias existen para llegar a una convergencia de ideas, objetivos y acciones más adecuados a la situación que estamos viviendo. No somos perfectos, pero juntos podemos serlo. Ese fue el mensaje que Hugo quiso transmitir a los chicos, que pudieron ver sus carencias y las cualidades del otro. Trabajen o actúen juntos para poder ir más allá.

El capítulo también trae una discusión sobre el papel de los padres en el proceso de formación de la personalidad de sus hijos. Hugo, con su manera brutal de ser, de decir la verdad, sin importarle a quien le duela, promueve esta discusión con los padres de los adolescentes. De hecho, les provoca, ya que no aceptan que son el problema de sus hijos y que la escuela debe hacer su parte. El choque entre Hugo y los padres es duro, pero este los convence de que sus hijos son su reflejo, el resultado de cómo los han criado y del ambiente en el que están metidos. Los chicos no están en condiciones de asumir responsabilidades mayores de lo que pueden soportar, no pueden ser tratados como adultos a priori. 

Asimismo, tampoco se les puede exigir algo que no han vivido. Los adolescentes buscan una identidad a la que seguir o con la que identificarse y no la encuentran en su hogar. Todavía no tienen la capacidad de formar esa identidad en sí mismos y ahí es donde fallan los padres. De hecho, Hugo intenta ocupar ese espacio, transformarse en un referente, pero es un riesgo hacerlo porque los jóvenes pueden estar más perdidos si Hugo no logra hacer la transición o, mejor dicho, destetar la dependencia que pueda existir entre ellos y él. Como ya es sabido, Hugo también tiene cierta dependencia de sus alumnos, así que me planteo dos preguntas: ¿Podrá Hugo dejar que los estudiantes sigan adelante sin su tutoría? ¿Soportará esta despedida?

Estamos casi terminando la serie, pero aún quedan muchas preguntas por responder. Esperemos los próximos capítulos para ver cómo se completará la historia. Mientras tanto, disfrutemos de las experiencias de Hugo y sus alumnos, seamos fuertes para ser adolescentes y adultos más conscientes, políticos transformadores de un mundo mejor.