Un niño de 6 o 7 años
no sabe qué son las pesetas. Ni el negativo de una foto. Le suena tan a
chino como a ti un barco a vapor o ese potingue que les deja a las abuelas
el pelo lila. El lenguaje también es una buena vara de medir
las brechas generacionales. Cuando eches un ojo a esta lista de
'palabros' te darás cuenta de que entre tus padres y/o abuelos y tú, más
que una brecha, está la mismísima fosa de las Marianas.
Quintos. No son los que
van después de los cuartos. Se trata del grupo de chavales de un pueblo a
los que les tocaba cumplir con aquello de la mili. Si ni te suena este
concepto, acude a tu padre y/o abuelo. Y coge una silla, porque tienes
para rato. Te contarán historias como churros y cuando quieras huir,
recuerda que preguntaste tú.
Al
retortero. Cuando
le pides a tu tía las llaves del coche, y previamente, que le dé un
manguerazo, y que llene el depósito y que te lo lleve reluciente a la
puerta de no sé dónde, en caso de que ella acceda a todas esas peticiones,
podría reprocharte que la tienes todo el día de acá para allá, o sea, al
retortero.
Recogido
o curioso. Pueden ser sinónimos. Si un amigo pasa el
tercer grado de tu madre, con veredicto positivísimo, quiere decir que ese
alguien es recogido o curioso. Para ello, naturalmente, tendrá que llevar
el curso al día, currar, ayudar a las ancianitas a cruzar la calle, no
fumar, no beber, etc, etc, etc, etc.
Albolario. Claramente
alguien así no pasa el test materno. No lo busques en el Diccionario de la
Rae porque no está. Eres "albolario" si andas siempre
alborotando y vas a tu bola.
Aviar. No tiene nada que
ver con pollos, ni con un tipo de gripe. Es arreglar algo, y vale para
aliñar una ensalada, prepararte para salir y quitar las telarañas de tu
cuarto.
Rodilla
o gamuza. Es
un trapo. Una inquietud: ¿cuándo fue la última vez que cogiste uno?
Amolar. Este bonito verbo viene
a significar fastidiarse. Llanamente.
Arroba. Tú serás muy
nativo digital y muy todo, pero no, no es sólo @. Es una medida de peso
que equivale a 11,5 kilos. Pero como los aragoneses son muy suyos, en esa
comunidad una arroba son 12,5 kilos.
Cabrillas. No nos ha dado
por la cosa bucólica y pastoril. Son marcas rojizas que se quedan en las
piernas cuando pasas tiempo cerca del fuego. Claro, con la calefacción,
cabrillas, pocas.
Azulete. Es un líquido
azulado que se usaba para lavar la ropa blanca y dejarla refulgente.
De
balde. Si
después de tomarte unas cervezas y unos pinchos, llega la cuenta y otro
saca la cartera, el ágape te ha salido de balde. O sea, gratis, o sea, por
la cara.
Repente. Dícese de un sustantivo
sinónimo de limaquillo o soponcio. Antes, mucha gente no se moría de un
infarto, sino de un repente. Ciencia pura.
Alcagüés. Pues sí, es un
cacahuete. Sorprendente, ¿no?
Gulusmero. De alguien que
curiosea derivó en aquel que no para en casa y anda permanente de picos
pardos. O sea, como cuando tú el jueves vas al cine y luego 'te lías', y
llega el viernes y has quedado con 'éstos', y el sábado no comes en casa y
el domingo te vuelves a saltar la paella familiar...
Lechuzo. Nada que ver con el
marido de la lechuza. Para nada. Léase goloso.
Servir. Era trabajar de
criada en casa de alguien. De ahí, sirviente. Ahora lo llaman 'tener
chica'.
Cuarto
y mitad. Es una medida de peso un tanto sui géneris,
pero que el pescadero entiende perfectamente. Más o menos, así a ojo, un
puñadito. Se aplica con frecuencia a las gambas y las chirlas que se echan
a la paella.
Arrevenido. Si son las 12h y no has
desayunado. Llegan las 15h y sigues sin comer, a las 17h estás más que
"arrevenido". El estómago se te ha quedado más pequeño que un
euro y estás medio amarillo. Ahora, es empezar y no parar.
Falto. Insultar siempre ha
tenido su gracia. Significa tonto, alguien a quien le falta un hervor.
Muda. No se trata de una
señora que no habla. Es la ropa de cambio, pero referida sobre todo a la
de las partes pudendas, es decir, bragas, calzoncillos y calcetines. Las
madres y las abuelas siempre han recomendado llevar la muda bien limpia,
por si te pilla un coche y hay que salir pitando al hospital. Cumplamos
esa enseñanza, por favor, que nunca se sabe.
Galbana. Lo que te despierta
ordenar apuntes. O hacer abdominales en la hora de la siesta. O irte a la
biblioteca en semana de exámenes. Es decir: perezón.
Gamusino. Es un animal que no
existe, inventado, con el que se asustaba a los niños o, directamente, se
les mandaba a buscar ejemplares para que le dejaran a uno en paz. Con perdón.
Machuna. Mujer estéril. Muy
sutil y respetuoso el adjetivo (modo ironía 'on').
Zorrera. Cuando han fumado
cinco personas en una habitación y no ha habido la ventilación precisa, lo
que hay dentro es una zorrera que se puede cortar con un cuchillo. O sea,
un humazo insoportable.
Romana. Podría parecer
una sujeta oriunda de Roma, pero no. Es un instrumento de metal con
barras, bandejas y ganchos para pesar alimentos que todavía se puede ver
en algún mercadillo. El sistema de medida es indescifrable para alguien
que haya nacido a partir de 1980. Ni lo intentes.
Regüeldo. Un eructo. No entremos
en detalles.
Jaspeado. Término complejo de
entender. Te dicen que un jersey es jaspeado y será como no decirte nada.
Debes saber que tendrá pintas, lo que tampoco aclara mucho las ideas.
Zorros. No son los machos de
las zorras. Se trata de una tiras de tela o piel unidas a un mango que se
usaban para limpiar el polvo. ¿Te suena estar hecho unos zorros?
Pegote. Es sinónimo de
"mucho". Una frase típica era 'Te quiero un pegote'. Algo así
como mazo, otro gran 'palabro'.
Artículo completo
en: El Mundo
Desde que era una niña, me gustaba aprender palabras sueltas... Estos artículos me envuelven siempre!!
ResponderEliminarA pesar de mi edad, por lo menos en el español soy parte de la nueva generación, pues no conocía estas expresiones. Artículo muy interesante.
ResponderEliminarSí, Alessandro, esta es una prueba más que fehaciente de que la lengua tiene un componente generacional que agrega valor... para nosotros es fantástico, puesto que eso nos permite abrir un mundo riquísimo de posibilidades, a la par que entender que "nuestra actualidad lingüística" será vista así en un futuro no muy lejano... Marta.
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