Lilian Rocío Pulgarín, profesora del Instituto
Cervantes, Licenciada en inglés y español, nació en la ciudad de Medellín,
Colombia, pero vive en Brasil desde hace 18 años enseñando Lengua española.
Lilian Rocío es una persona inteligente, alegre y siempre dispuesta a ayudar a
los alumnos en su aprendizaje. La entrevista se realizó en el Centro Comercial
“Center 3” en un ambiente relajado y amistoso.
M. do Carmo, a la izquierda, y Lilian Rocío, a la derecha |
Pregunta: Lilian ¿cómo se
despertó el interés en ti de ser profesora de español?
Respuesta: ¡Hola! La verdad es que fue por
casualidad. Terminé la Universidad y me fui a viajar por Europa, me quedé un
mes en España, en Madrid exactamente, en la casa de una familia amiga de mi
madre. Ellos recibían estudiantes de intercambio de Estados Unidos que daban
clases de inglés y aprendían español. Entonces, una de esas chicas se enfermó y
tuvo que volver a EE.UU. y la dueña de la escuela, que era amiga de mi familia,
me preguntó si yo quería sustituir a esa chica por dos o tres meses dando
clases de español e inglés. Los alumnos eran niños alemanes y españoles y yo
acepté. Así empecé y hasta hoy continúo haciéndolo, ¡¡¡Me encanta enseñar!!!
P: ¿Cómo fue la experiencia de
dar clases en otro país? ¿Los alumnos son diferentes o los alumnos son alumnos
en cualquier sitio?
R: ¡Fue una experiencia maravillosa! Es un
aprendizaje mutuo. Los alumnos son alumnos en cualquier lugar, sí, es verdad,
pero los brasileños están muy ocupados: estudian inglés, español, la
universidad, trabajan, o hacen MBA… Podría decir que son perezosos, sin querer
ofender ¡claro!, pero es mejor pensar que son muy ocupados. No tienen tiempo de
nada y mucho menos de hacer tareas. Mis alumnos en Madrid eran hijos de
ejecutivos de Siemens, ¡¡¡eran impresionantemente estudiosos!!! En tres meses
estaban hablando perfectamente, eran estudiantes de la Universidad de Alcalá de
Henares y muchos eran pequeños que iban a la Escuela primaria, entonces ellos
no tenían tantos compromisos como los alumnos brasileños. Quiero que quede
claro que no todos los brasileños son así, tengo alumnos superestudiosos y que
aprovechan cada minuto para practicar y hacer actividades en español.
P: ¿Qué consejo puedes darles
a los alumnos brasileños del Instituto Cervantes que desean ser profesores de
lengua española?
R: Bueno, lo primero que deben hacer es una
carrera en una buena universidad, para que puedan tener bases para ser
profesores. Deben viajar, pues el contacto con la cultura, las costumbres y la
gente es primordial. ¡¡¡Y estudiar mucho!!!
P: ¿Por qué elegiste Brasil
para vivir y trabajar?
R: Porque en Madrid conocí a dos chicas
brasileñas que eran mis alumnas, nos hicimos muy amigas, ¡amigas de verdad!
Ellas estudiaban español y hacían intercambio universitario en la Complutense.
Se volvieron a Brasil y seguimos en contacto. Un día decidí volver a mi país,
Colombia, pero me sentía desubicada. Mis amigas fueron a visitarme y
relativamente me convencieron para que me viniera a vivir aquí, porque Brasil
necesitaba 200.000 profesores de español, y aquí me tienen.
P: Sabemos que los hábitos, la
cultura y la historia son diferentes en cada país. ¿Tuviste alguna dificultad
de adaptación?
R: No, al principio tuve un poco de problema con
el portugués porque yo no hablaba ni una palabra. Cuando las personas me
saludaban en el ascensor y me decían “Oi” yo pensaba que me iban a decir algo
más como: “Hoy es lunes, hoy… algo” y, poco a poco, fui aprendiendo portugués.
Creo que nunca paras de aprender algo, ¡todos los días aprendemos algo! Pero es
muy difícil el portugués.
P: ¿Cuál es tu visión de la
situación económica y política del Brasil?
R: Pienso que Brasil es un paraíso, en todos los
sentidos. Si los políticos robaran menos, tendríamos la mejor economía del
mundo, pero tenemos que pagar todo: el colegio de nuestros hijos, si queremos
que tengan una excelente educación; el seguro médico si no queremos morirnos en
el Centro de Salud; el transporte, el deporte, etc. Digo todo esto con derecho
porque pago muchos impuestos, pero incluso con todos estos problemas he
decidido que me quedo en Brasil.
P: El mundo europeo vive un
nuevo momento en su historia con los movimientos migratorios. ¿Qué piensas
sobre esto?
R: Creo que el gobierno tiene que tomar medidas
inmediatamente y ayudar en todos los sentidos a estas personas que han huido de
sus países por guerras, hambre o desastres; no porque ellos quieren sino porque
han sido obligados. Me imagino que va a ser muy difícil porque habrá que
proporcionarles comida, médicos y medicinas, ropa, casas y empleos para que se
auto-sustenten. Todos tenemos que poner un granito de arena para ayudarles,
incluso nosotros desde Brasil.
P: Finalmente, cuéntame un
poco sobre tus proyectos y sueños para el futuro.
R: Creo que mi proyecto para el futuro es tener
la satisfacción de seguir enseñando español y dar lo mejor de mí. Me gustaría
recoger los frutos de la buena educación que le he dado a mi hija, que ella
alcance todos sus sueños, que a la vez serán los míos, y que llegue a ser una
superpoderosa Relaciones Públicas en el mundo.
M. do Carmo, a la izquierda, y Lilian Rocío, a la derecha |
Ahora responde, rápidamente y
con pocas palabras, por qué los elegiste:
Un libro: El
Túnel, de Ernesto Sábato, me impactó la ventana como símbolo de una espera.
Una película: “Ghost”
porque en esa época que salió la película yo perdí a alguien que me tocó el
corazón.
Un deseo: Ganarme la
lotería… sin comprarla, claro. ¡¡¡Nunca me acuerdo de comprarla!!!
Muchas gracias Lilian por
aceptar la invitación para entrevistarte.
Maria do Carmo Palmeira
Bonita entrevista, es un modo de ver la realidad de los docentes en el siglo XXI... amor incondicional por su profesión!! Enhorabuena a ambas.
ResponderEliminarVale la pena observar la diferencia señalada entre los estudiantes brasileños y alemanes. El aspecto cultural tiene gran impacto en el desarrollo del país.
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