Estimados(as) lectores(as):
¿Vosotros seríais capaces de definir qué es un
teléfono? No es fácil, lo sé, pero de manera muy sencilla, se podría decir que el teléfono es un dispositivo de telecomunicación diseñado
para transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas.
El hombre que inventó el teléfono
fue Antonio Meucci que lo bautizó como teletrófono. Durante mucho tiempo,
Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono. Sin embargo,
Bell fue solamente el primero en patentarlo. Así, el 14 de enero de 1876, el
Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que se
reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci y no Alexander
Graham Bell.
Alexander Graham Bell |
En 1876, tras haber descubierto que para transmitir voz humana solo se
podía utilizar una corriente continua, el inventor escocés, naturalizado
en EE.UU., Alexander Graham Bell construyó
y patentó el que sería conocido como primer
teléfono, capaz de transmitir y recibir voz humana con toda su calidad y
timbre. Tampoco se debe dejar de lado a Thomas
Alva Edison, que introdujo notables mejoras en el sistema, entre las que se
encuentra el micrófono de gránulos de
carbón.
Funcionamiento del teléfono fijo
Aparato de inicios del siglo XX |
El concepto básico
para entender cómo funciona un teléfono fijo ha sido siempre el mismo: la idea de que el
sonido se puede transformar en señales eléctricas, transportarse y
transformarse de nuevo en sonido en otro teléfono situado al otro lado de la
ciudad o incluso de un océano. Según todo indica, “teléfono” es un buen nombre
para este aparato, ya que procede de dos términos griegos que significan “sonido
lejano”.
En un sistema
telefónico, la transmisión se basa en el paso de un flujo de corriente, a
través de un circuito, cuyas variaciones de intensidad están marcadas por el
cambio de resistencia de dicho circuito. El aparato encargado de modificar la
resistencia y la intensidad de la corriente es el micrófono.
Los micrófonos son
unos transductores que están encargados de transformar la energía acústica en
energía eléctrica, permitiendo así el registro, almacenamiento, procesamiento y
transmisión de las señales de audio. Tanto los micrófonos como los altavoces,
son los elementos más importantes. Sin embargo, no existe el micrófono ideal,
debido a la sencilla razón de que no hay un único ambiente acústico o un único
tipo de sonido.
Diagrama básico del teléfono |
Uno de los primeros micrófonos utilizado
fue el micrófono de carbón, que llevaba incorporado un dispositivo de forma
cilíndrica, con pequeños granos de carbón. El carbón altera el grado de
conductividad de la electricidad en función del factor presión. En uno de sus
extremos, el micrófono presentaba una pequeña membrana móvil que, como si de un
tímpano se tratara, variaba su presión sobre los granos de carbón, por efecto
de las ondas sonoras. La variación de las ondas sonoras generaba cambios de
presión en la membrana, de los que se derivaban, a su vez, variaciones de
intensidad en la corriente que atravesaba el circuito. La intensidad cambiaba,
por lo tanto, al mismo tiempo que lo hacían las ondas sonoras.
La mayoría de las
personas cree que la velocidad de transmisión de la voz humana en un teléfono
es la velocidad del sonido, no obstante, el teléfono emite señales eléctricas
que se propagan a la velocidad de la luz.
Cuando se inauguró el servicio
telefónico en 1879, todas las llamadas se hacían a través de un operador. En
estas centrales manuales, cuando el receptor descolgaba, aparecía una señal en
la oficina central, entonces, el operador contestaba. El número que se
solicitaba se obtenía cuando el operador establecía la conexión con la línea
apropiada, que era de modo directo con el número o a través de otras centralitas.
Con la evolución de los aparatos
automáticos, ya era posible llamar a otro abonado sin la intervención del
operador. El disco de marcar de un teléfono automático producía impulsos
eléctricos que, cuando llegaban a la central, hacían funcionar conmutadores y
estos lo conectaban a uno con el número marcado. Eso sí, todas las llamadas a
larga distancia estaban controladas por un operador que registraba el precio de
la misma.
Resuelto este problema, los
abonados tenían acceso a las líneas de larga distancia (en algunos casos),
gracias al sistema S. T. D. (del inglés Subscriber Trunk Dialling, que
significa algo así como “marcado del abonado a distancia”). En la época,
existían varios procedimientos para marcar a distancia, ya que en cada país eran
diferentes los sistemas de numeración y de pago. Todo dependía del hecho de marcar
una secuencia de números o letras, para que así llegara a ser posible marcar un
número situado en cualquier parte del mundo.
Cuando el abonado marcaba sus
propias llamadas, el aparato automáticamente dirigía la llamada y registraba el
precio, de acuerdo con la distancia y duración. Cada grupo tenía un número
clave. En muchos casos, estos números constaban de tres dígitos o letras, pero
hubo una tendencia a que, sobre todo en las ciudades más importantes, se
dispusiera de una clave de un solo número y a que las ciudades grandes tuvieran
dos cifras. En el caso de los demás grupos, se conseguía esto marcando tres
números o letras.
En general, las llamadas a larga
distancia se pagan en función del tiempo y la distancia, que se mide desde un
punto determinado. Este precio se registra en un contador que va unido a la
línea del abonado que hace la llamada. Cuando el número marcado contesta, se
mandan señales al contador y cada una de estas señales aumenta una unidad.
El sistema calcula la rapidez de
las señales seleccionando la línea apropiada del generador de señales. Si la
llamada es de larga distancia, estas señales llegan al contador con más
frecuencia que si se tratara de una distancia más corta. En relación al cómputo
del tiempo, cuanto más dure la llamada, más unidades se registrarán.
¿Sabes cómo funciona realmente un teléfono
móvil?
Si esto te interesa, espera la próxima entrega de esta sección.
Pepe Cocodrilo
Notas bibliográficas y citas:
CRUZ, Juan de la. Los ojos manipuladores del dragón.
Capítulo 7: "Efectos e influencia: el celular inteligente del ojo más
popular del dragón". Estados Unidos: Palilibro LLC, 2014.
El teléfono tradicional me proporcionó muchos momentos de felicidad y fabulosas conversaciones, así como amistades. Ahora ya nada es igual... Gracias pepe, por ayudarme a recordar momentos de ternura.
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