Esta entrevista
fue concedida a los alumnos del curso C2 del Instituto Cervantes de São Paulo
por el escritor mexicano Arturo Accio, por Skype, durante la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara (https://www.fil.com.mx), así que se puede decir que los alumnos
efectivamente participaron en un evento de la feria, aunque estuvieran lejos de
México, a miles de kilómetros. Parte de las preguntas estaban basadas en el
poemario Ángeles suicidas, cuyos ejemplares el escritor gentilmente
había enviado a los alumnos y quienes, a su vez, también le habían enviado
fotos inspiradas en el contenido del libro.
A Arturo Accio le
encanta escribir. El autor se autodefine como un buscador de máquinas de la
realidad, asimismo se considera un activista literario que ya posee más de una
treintena de libros publicados. Ha sido una sorpresa agradable descubrir que el
escritor de Literatura terrorífica es una persona tranquila, gentil y con buen
humor, que nos proporcionó más de una hora de charla sobre los más variados
asuntos.
P: En general, el
significado de la palabra suicidio va más allá para las personas que han tenido
esta vivencia próxima en sus vidas: está cargado de tormentos, es una herida
que nunca va a sanar, llegando a ser, a veces, enloquecedora. Para ti, ¿la
elección del nombre de los dos poemas y del libro fue una provocación, o fue
motivada por algún tipo de pérdida o sufrimiento?
Arturo Accio: En
este caso, son las dos cosas. La provocación es muy importante al tratarse de
generar algo en quien me lee, pero también es un sentimiento que viví. De esta
manera, la Literatura es un título personal, siendo un reflejo entre lo que
lees y lo que vives. Puedes estar leyendo pero, si estás encerradito en tu
casa, es muy pobre lo que vas a hacer; entonces tiene que haber necesariamente
una vivencia, la cual se dinamita, se engrandece por lo que hayas leído o
percibas en el mundo. Hay una frase que me memorizo de Marta (Pérez Rodríguez,
profesora de español del nivel C2) que la puse en un post: “Sí, yo puedo
cambiar el mundo” y, efectivamente, a través del Arte se puede cambiar el
mundo.
P: ¿Qué
representa, para ti, la oscuridad silente en el poemario Ángeles suicidas?
Arturo Accio: El
título significa alguien que está en la Tierra tratando de dar un poco de luz
al mundo – por lo tanto, es un título engañoso. La oscuridad es una
característica para representar que estás encerrado en ti mismo, por lo que no
te das cuenta que afuera existen las cosas. También representa la ausencia de
la luz. De verdad, es una invitación para que no te quedes ahí, que sea tu
decisión el querer quedarte ahí, si te es cómodo, o si prefieres salir. Si es
un mal viaje permanecer ahí, en la oscuridad, saldrás de ahí siempre que tú así
lo decidas.
P: Una de las
características que sobresalen en tu poesía es el flirteo con la muerte. En
este sentido, ¿crees que tu escritura está influenciada por la visión de la
cultura mexicana relacionada con la muerte?
Arturo Accio: La
pregunta es muy amplia y voy a contestarla del modo más amplio que se pueda.
Hay un escritor franco-canadiense, de apellido Kerouac, y él cuando viene aquí
a México, dice que el mexicano convive en exceso con la muerte, pero a la hora
de hablar de ella, hay algo como que nos cohíbe. Naturalmente, en efecto,
convivimos mucho con la muerte, pero nos da como miedo mencionarla en una obra
de arte. Por ejemplo, tenemos aquí la festividad del día 2 de noviembre [Día de
los Muertos], que tiene mucho que ver con la muerte, pero lo que vemos aquí es
una manera alegre, es como un transitar de una festividad del día 2. Y también
somos muy santeros, para nosotros Jesús es un santo más, no lo vemos en esa
pirámide en la que está.
En lo particular,
recordando a un autor que a mí me encanta, que es [Carlos] Castaneda, cuando
te das cuentas de tu mortalidad, empiezas a decidir dejar de perder el tiempo y
decides dejar tu ego para otra vida. No tienes tiempo para perder en
tonterías banales como es el ego. Esa mezcla de Kerouac con Castaneda da como
resultado lo que ustedes están leyendo.
Además, sí, tuve
dos experiencias muy cercanas a la muerte. Una de ellas fue con una araña, una
“Viuda negra”, que me picó en una pierna. Cuando me paralizó, tuve paro
respiratorio, me di cuenta de que me iba a morir. A partir de ese momento, a
los seis u ocho meses, salió mi primer libro porque me di cuenta de que no
tenía tiempo que perder.
En la segunda
ocasión fue un choque automovilístico. Así que estas dos experiencias me han
dado la pauta para traer siempre una sonrisa y dedicarle un buen tiempo a las
personas, ya que no sabemos cuánto tiempo vamos a durar. Esa experiencia
cercana a la muerte te cambia. Estamos perdiendo el tiempo con nuestro ego, con
nuestra persecución de logros materiales, de los que no nos llevamos absolutamente
nada.
P: Haces una
crítica a la sociedad en general en el poema "Departamento de
reclamos", ya que hasta el demonio necesita vacaciones por tener mucho
trabajo. ¿Crees que cada vez más las personas dejarán de ser buenas en función
del nuevo estilo de vida, del egoísmo y de la sobrevalorización del ser humano?
Arturo Accio: Sí,
ese texto nos habla del estilo de vida que llevamos actualmente, en el cual nos
hemos dejado enganchar por prioridades que no lo son. Cualquier obra de arte,
que se considere como tal, es una invitación a la reflexión, es una crítica a
este mundo tan vertiginoso, que nos dejamos también atraer por él, ya que es
muy seductor. Por ejemplo, tener a mano un móvil, y es tan cómodo sentarse a
ver Netflix (Televisión vía Internet), es muy placentero. Pero no nos damos
cuenta de que en el mismo Internet también tenemos obras de arte, como toda la
colección completa de Mozart, en nuestros móviles podemos descargar infinidades
de libros, entonces también hay un dejo de responsabilidad en los medios
tecnológicos, en cómo los usamos.
Como artistas, o
nos detenemos a percibir el mundo o sino simplemente no nos quejemos de lo que
está pasando, el Arte sí cambia a las personas, porque las vuelve sensibles y
te vuelves una persona que denuncia. En mis nuevos libros también hay más
crítica, porque vas evolucionando de la primera persona, que se está quejando,
a la tercera persona, que te estás dando cuenta de que puedes hacer algo y
tienes que hacerlo.
P: En la portada
de tu poemario Ángeles suicidas, parece que un ángel se está muriendo y
que por su boca están saliendo figuras fantasmales en su último aliento. Según
tú, ¿qué representan?
Arturo Accio:
Trabajo con mi diseñadora, Sabrina, que es la responsable por la interpretación
del libro en figuras. El humo representa el exorcismo de lo que está mal dentro
de ti – bueno, este caso de mí, pues está en primera persona… (risas).
Representa todo lo que está mal, lo que está descompuesto… y es dejarlo ir, y
ese “dejarlo ir” es dejar espacio para que vengan cosas nuevas y buenas.
El libro no es lo
que parece, tiene un buen público aquí en México, de gente que se viste de
negro, de punks, pero cuando lo empiezas a leer con otros ojos, te vas dando
cuenta, precisamente, de que es para que lo dejes ir. En ese “ser/dejar”,
decían los griegos, “dejar ser, dejar pasar”. Dejar que se vaya de ti lo malo y
dar espacio a lo bueno – eso es lo que representa el humo que sale en la
portada. La que podría ahondar más en el tema es mi diseñadora, pero era esa la
idea, dejar ir lo malo de ti porque el aire está saliendo.
P: Arturo, aunque
tu obra esté dedicada principalmente a la poesía, tienes publicada también la
novela El extraño gato de Casandra. Cuéntanos sobre la experiencia de
escribir una novela.
Arturo Accio:
¡Excelente pregunta! De hecho, subimos hace poco a Google Play Store Books
otra novela, Nada que ganar, que está disponible gratis, y hay también
otra más sobre ciencia ficción. Una novela es un reto por completo diferente a
un poemario, que es una chispa en cada poema, de algo de genialidad (si lo
quieres ver así), un dejo de inspiración. Pero una novela, haciendo una
analogía, es distinta: un poema es una canción, una novela sería una sinfonía,
para la que necesitas muchísima más dedicación y trabajo, y yo me dejo asesorar
pues no soy necio, no me creo un genio.
En el extraño gato
de Casandra, tuve dos correctoras
que me llevaron de la mano, tenía una idea muy clara de dónde iniciaba la
novela, cuál era su nudo, cuál iba a ser el desenlace y, poco a poco, me fueron
llevando de la mano. En esta experiencia de novela, me costó mucho trabajo
presentarla, porque soy poeta, y si me piden algo e inmediatamente empiezo a
leer un texto o dos, y es muy cómodo. Entonces, utilicé las técnicas para
desarrollar una novela que me enseñó mi buena amiga, Judith Lentijo. Cuando
lean una novela les invito a que observen a los personajes principales y
analicen sus emociones, pues fue así como desarrollé la novela: a través de un
electrocardiograma, es decir, escribiendo, capítulo a capítulo, la
justificación de por qué hacerlo. Y es divertido, me divertí mucho haciéndolo.
P: ¿Tienes ganas
de empezar a escribir sobre otros temas (además de la Literatura terrorífica),
u otros tipos de géneros literarios (además de la novela, como cuentos breves,
poemas de amor)? Añado a esto, ¿tienes algún proyecto literario que ya esté iniciado,
pero que está parado y te gustaría retomar?
Arturo Accio: Pues
sí, van caminando muchos proyectos a la vez. Es muy bonito el proceso creativo
y no te dan ganas de morirte porque hay muchos proyectos. Hace poco, mi hermano
me preguntaba por la segunda parte de la novela de ciencia ficción y vi que
tenía apenas 26 páginas. Dije: “Creo que en diciembre voy a trabajar bastante
en este proyecto, además de en otros también de novelas”. Porque el artista,
como en mi caso, pues es muy intuitivo; hay un momento en el que quiero dejar
descansar a la poesía -y dentro del libro habrán notado que hay pequeños
“cuentitos”-, por lo que tengo dos libros de microcuentos (de menos de una
página) y las novelas, así que no es limitante; en cuanto a los temas, pues
tenemos ahí nuestro lado dentro de los parámetros rosa, por decirlo de alguna
manera, ¡También tengo corazón! Medio oscurito, pero tiene sentimientos también
(risas).
Cuando tengo esa
necesidad de ponerme en plan rosa, hago canciones que, al final del día, las terminamos
por grabar junto con unos amigos. Entonces, no es limitante el que tengas un
estilo o el que tengas emociones. Cuando hice la primera novela, El extraño
gato de Casandra, pues sí era de terror y reconocías a Arturo. Cuando hice
la primera parte de la novela Nada que ganar, pues es el mismo personaje
que el de los poemas, está bien, y no te sorprende. Pero en esta novela de
ciencia ficción, más reciente, sí fue un reto porque empiezo a alejarme, me
distancio de mi zona de confort, por decirlo de alguna manera.
P: En Ángeles
suicidas los diseños me parecen en perfecta armonía con cada poema. ¿Cómo
fue la interacción entre Arturo Accio y Sabrina Buenrostro?
Arturo Accio:
¡Sabrina es muy bonita! (risas). ¡Qué bueno que nunca lo va a escuchar esto
porque parecería confesión amorosa, pero no lo es! Sabrina trabaja hace doce o
trece años conmigo y yo soy un hombre de mucha fe, inmersa y rara, pero fe.
Entonces, le mando los poemarios a Sabrina y, después, ella se mal viaja
-eso lo hace durante 2 o 3 semanas- y luego me hace muchas preguntas mientras
estamos desarrollando el proyecto. Y la reflexión que le digo a ella es:
“Sabrina tú estás dentro de mi alma 3 semanas, yo lo percibo todos los días”.
Ahí es cuando ella me dice “OK”. Con ella se trabaja muy, muy bien; debe de
haber algo muy especial ente ella y yo, espiritualmente, porque mis mejores
libros han sido con ella a mi lado. Entonces, sí que es una diosidencia
el tenerla aquí en Guadalajara, para mí y para colmo de mis beneficios, vive
muy cerca de la casa de mis padres, así que es muy padre trabajar con ella, es
muy bonito tener una relación buena con ella. Ella sale en alguna de las
portadas de mis libros, haciendo algunas modificaciones, es muy guapa, pero lo
que mejor tiene ella es su alma oscura que comparte este tiempo conmigo. ¡Es
increíble trabajar con ella!
P: ¿Es posible
vivir de poesía?
Arturo Accio: No,
puedes vivir en poesía, que son dos cosas diferentes (risas). Económicamente es
imposible, hay que admitirlo. Te da muchísimas satisfacciones crear arte, te da
todas las sensaciones del mundo, todas, excepto dinero. ¡Y qué bueno que sea
así! Hay una frase que dice: “¡Qué bueno que te aman cuando eres feo!” Pues
esta es la ventaja que tiene la gente fea físicamente: si tienes a alguien que
te ama sabes que es por lo que llevas dentro. Entonces, no vives de la poesía,
pero la gente que conoces, pues es gente que realmente te quiere y te valora, y
es recíproco. No podría yo percibir lo bonito que es el mundo. ¡Fijaos! Gracias
a la poesía estoy hoy con ustedes, sino ¿de qué otra manera? Así que no hay
nada que pueda pagar eso, qué mayor satisfacción que compartir lo que tienes
adentro de ti, pueda ser escuchado y haya camino de vuelta (retroalimentación).
No se puede vivir de la poesía, pero sin la poesía no se puede vivir. Ahorita
que estamos en el FIL, cada vez que me doy una vuelta por ella, salgo con tres
o cuatro libros nuevos y la mayoría son regalados. ¡Qué mejor que eso! Tienes
libros, libros y libros por leer… ¿qué mayor bendición quieres?
P: ¿En Ángeles
suicidas está contenida la autobiografía de Arturo Accio?
Arturo Accio: Sí.
Hay una parte que es ficción, pero sí es mi diario en una gran parte. Me dice
un amigo: “Entonces, estás dejando ver tu diario y tu versión del mundo”. Hay
libros míos que ya no leo, pues me retoman a un pasado, me acuerdo muy bien lo
que estaba sintiendo en ese momento. Hay una parte también que tienen mucho que
ver con los amigos. Al final del día no eres tú solo el que escribe. Estás
sentado con tus amigos, estás platicando y no dejas de percibirlo, de apuntar
las ideas que ellos te dan de sus vidas, que no necesariamente son
maravillosas. Ellos me platican, escucho lo que me están diciendo y lo apunto.
Tampoco es necesario que lo vivas tú todo, pero una gran parte sí. De ahí lo
que yo digo: ¡El mundo está fuera! Apaga la televisión y quedará un mundo
maravilloso.
P: En Ángeles
suicidas, los títulos de los poemas tienen letras enteras cuando están en
formato de 'letras góticas', pero en los títulos en los que tienen letras de
imprenta están parcialmente borradas. ¿Esto tiene algún significado?
Arturo Accio: Lo
de escoger la tipografía de la letra es totalmente de Sabrina, el diseño. Sí le
pido para salir algunas cosas, a mí me gusta mucho la letra gótica. Sobre la
tipografía que ella escoge, tendríamos que preguntárselo, pues la obra deja de
ser exclusivamente mía para ser de quien participa, en este caso Sabrina.
Ahorita en el nuevo libro, todo lo contrario, quise que fuera un libro
totalmente sobrio. ¿Por qué? Porque me gusta lo sobrio, no hay que tener una
limitante.
Al final de esta
entrevista, Arturo y los alumnos entablamos un debate muy productivo sobre
diversos escritores y su influencia en el mundo actual, la visión de los
brasileños acerca de México y las informaciones que los mexicanos poseen de
Brasil, lo que nos posibilitó un intercambio muy interesante entre diferentes
visiones del mundo.
¡No te pierdas la
próxima parte!
Entrevista realizada
por
Érika W. O. Fernandes, Roberto Feola L.
da Silva & Paschoal Pedote
Arturo Accio, gracias por regalarnos este momento tan especial, dejar que nos acercásemos a ti y darnos consejos preciosos sobre la Literatura y la vida. Un abrazo desde Brasil.¡Un verdadero placer!
ResponderEliminar¡Felicitaciones a todos los entrevistadores, me encantó la entrevista!
ResponderEliminarSe ve claramente en esta charla que en las obras de este gran poeta, está reflejada su vida, sus emociones, sentimientos y experiencias. Un poeta sensible siempre deja sus huellas en sus poemas...
¡Preciosa aportación!
Arturo Accio, gracias por la gran entrevista!!
Eliminar; ) WUAUUUUU... gracias!!!
ResponderEliminar