sábado, 19 de septiembre de 2015

Anúnciate y verás... que puedes meterte en una encerrona

Las redes sociales nos permiten expresar casi todo lo que deseamos en Internet. Siendo así, creamos nuestro alter ego digital en los círculos familiares, de amigos e incluso profesionales. Sin embargo, para este último caso no es admitido el uso de mentiras o informaciones engañosas, ya que demuestra el carácter del autor.

Innegablemente, una red como LinkedIn se basa en resaltar nuestras cualidades y puntos fuertes, para que sea posible crear vínculos respetables y posibilitar las búsquedas de perfiles técnicos según el criterio de cada empresa. No obstante, cualquiera puede detectar trazos que indican un resumen con indicios vehementes de inconsistencias en lo que se postea. Con el objetivo de no caer en el engaño, siguen puntos clave para evaluar un histórico profesional.

1. Descripciones genéricas de actividades. Siempre y cuando alguien efectivamente haya ejecutado ciertos tipos de trabajos, es inevitable que sepa explicar lo que ha hecho hasta entonces. Para los expertos, eso puede convertirse en un primer punto de eliminación del candidato.

2. Trabajar en múltiples empresas en poco tiempo o tener varias experiencias de cortos períodos. Frecuentemente un cambio rápido de empleos causa mala impresión a los reclutadores. Debido a eso, se convierte en un diferencial para elegir a un candidato si este enlaza etapas anteriores con los objetivos de los cambios, sin denigrar la imagen de las empresas en las que haya trabajado.

3. Invenciones y mentiras en la página profesional de LinkedIn: nunca debe hacerlo. Es posible, utilizándose las herramientas disponibles en Internet, contactar a todos los ex colegas, y no merece la pena tener una actitud desesperada, que será muy fácilmente expuesta durante los primeros meses de trabajo.

Finalmente, un diferencial es la cohesión, la coherencia y la buena escritura. Aunque se tenga el dominio técnico, actualmente los perfiles más valorados son los de los profesionales de “alto desempeño”, aquellos que ofrecen más de lo que se espera de ellos: facilitad para el trabajo en equipo, capacidad de negociación, buena oralidad y expresión corporal. Por supuesto, ante da duda, eso será lo que definirá al elegido.

En conclusión, un perfil valorado debe ser hecho como una venta justa, sin rebajas, sin sobrevaloración y sin sobretasas, con un anuncio que presente lo que de mejor puede ofrecer el candidato.

Érika W. O. Fernandes

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