martes, 22 de septiembre de 2015

Diario de Lectura de Cristiane V

22/09/2015

Queridos amigos blogueros:

Si a través de la lectura de un libro se puede viajar rumbo a lo desconocido, en este momento soy una viajera volando con las alas de la imaginación por el Madrid de 1919, año en el que Lorca finalmente realiza su sueño y llega a la ciudad para estudiar en “la Resi” (apodo dado por los propios alumnos). En estos tiempos, la Residencia de los Estudiantes vivía un éxito total debido a la presencia constante de grandes nombres de las ciencias que pasaban por sus pasillos. Nombres como: Albert Einstein, Marie Curie o Louis Aragón, entre otros.

La Residencia de los Estudiantes

 
Marie Curie y Albert Einstein en sus visitas a España
Federico se encantó de inmediato con la ciudad, por lo que enseguida empezó a frecuentar los cafés y las bibliotecas, conoció a mucha gente importante e hizo una visita a Juan Ramón Jiménez, además de a otras personas que serían decisivas en su futura carrera literaria. Toda esa efervescencia cultural le provocó un inédito entusiasmo que se convirtió en el descubrimiento de su talento dramático. De esta manera, empieza a escribir la obra teatral El maleficio de la mariposa que al estrenarse fue un verdadero fracaso.

También fue en esta época que Lorca conoció al machista y bruto Luis Buñuel, que en los días actuales se le tildaría de homofóbico, y el que hizo notoria la homosexualidad del poeta. Algunos alumnos residentes llegaron a alejarse de él, pero Lorca tenía muchos amigos que siempre encontraban reparos en hablar del asunto. Estas reservas, en opinión de uno de sus biógrafos, David Lerma González, han dañado en demasía la imagen del poeta.

Federico García Lorca y Luis Buñuel
Se sabe que Lorca no era buen estudiante y este hecho preocupaba mucho a sus padres, quienes   temían los posibles avatares de una vida bohemia. Pero él insistía en decirles que su dedicación  era   exclusiva   a los estudios y a la escritura, tanto que le confiesa a su madre la posibilidad de publicar un libro.

El primer volumen de sus poesías se tituló Libro de poemas y fue considerado como una obra precursora de la nueva poesía que habría de venir, pese a los evidentes rasgos de su angustia sexual que emana de la gran mayoría de las composiciones.

Como todos los años, el verano de 1921 Federico regresa a Granada, empieza a tomar clases de guitarra con dos gitanos de su pueblo natal y, de nuevo, la música entra en su vida; hasta tal punto que, junto a Manuel de Falla, llegó a colaborar en la organización de un concurso de Cante jondo y para este comienza a componer una serie de poemas. Así nació uno de los volúmenes más encantadores que Lorca produjo – Los poemas del cante jondo, pues está lleno de gitanos, de velones, de fraguas y también de las angustias de los cantaores de las cuevas del Sacromonte.

La guitarra
Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas de la madrugada.
Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.

Lorca es eso, una gran mezcla de sentimientos contradictorios que están reflejados con claridad y enorme intensidad en su producción y que provocan una sola reflexión: “¿Qué nos importa su opción sexual si esta elección le daba los ingredientes principales para la composición de sus obras?” Para mí lo más importante era su talento, su manera diferente de escribir lo que corría por las venas de su gente y de la historia de su tierra. 

Saludos blogueros, Cristiane


Referencias:
Imagen 2: https://bnnas.files.wordpress.com/2015/03/ile_5.jpg - acceso el 21/09/2015
Imagen 3: http://lorcakeaton.galeon.com/ - accedido en 15/09/2015
http://www.indiana.edu/~madweb/s411/textstarea/laguitarra.html - acceso el 16/09/2015

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