martes, 14 de febrero de 2017

El secreto de las plantas, las piedras y los cristales VII: STEVIA y ESMERALDA


Plantas…



Stevia también conocida como “Estevia” o la hierba dulce es una planta considerada hoy en día como la especie botánica más dulce del mundo. El nombre correcto de la planta es “Stevia Rebaudiana Bertoni”, pues así se registró en el libro internacional en el año 1905. Esta planta medicinal, en realidad, fue descubierta por los indios guaraníes (Paraguay) hace más de mil años, y fue llamada por ellos por aquel entonces de “Kaá he´ê” (“hoja dulce”), pero después fue redescubierta por botánicos suizos e italianos (Ovidio Rebaudi y Moisés S. Bertoni), por eso lleva ese otro nombre. La denominación de Stevia fue en honor a un botánico y médico español valenciano, Pedro Jaime Esteve, que en el siglo XVI ya la había mencionado. Sin embargo, España ocultó su uso práctico pues en aquel momento se había introducido el cultivo de la caña de azúcar. En 2012, Paraguay declaró el endulzante como “Patrimonio genético del Paraguay”.



La Stevia tiene, además de propiedades endulzantes, también muchas otras propiedades como han probado varias personas que padecen hipertensión, diabetes, PCA alterado en la próstata, triglicéridos, colesterol, ansiedad o caries.

Aunque la ONU reconozca que esta planta tiene tantas propiedades, se sigue prohibiendo la venta de la misma. Según Josep Pámies, agricultor de Balaguer, (miembro de Slow Food y de la Asamblea Pagesa de Catalunya), afirma que: “El libre comercio de la Stevia por sí solo desmantelaría el negocio “sucio” del aspartamo”. 

La hoja dulce contiene una mezcla de sustancias siendo hasta 45 veces más dulce que la sacarosa (el azúcar refinado), “el producto comercial es un extracto de las hojas de Stevia, que es de 250 a 300 veces más dulce que el azúcar refinado y que tan solo tiene aproximadamente 0,2 calorías por gramo” (datos extraídos de internet). Por lo tanto, la Stevia también ayuda a adelgazar y asimismo es 7 veces más antioxidante que el del té verde.

La Stevia como planta medicinal


Las propiedades terapéuticas de la Stevia son muy variadas, sin embargo, la más importante es la de ser un “hipoglucemiante”, o sea, la Stevia ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre; es reguladora de la glucosa, auxiliando a los pacientes con diabetes tipo 2 (no insulinodependientes) y a los que necesitan bajar peso, todo esto de acuerdo con los estudios realizados por el Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Aarhus University Hospital de Dinamarca.

La EFSA (Sigla inglesa que denomina a la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) recomienda una dosis máxima diaria de 4 mg por kilogramo de peso corporal; la misma dosis máxima es la recomendada por la Organización Mundial de Salud (OMS), según un documento publicado en 2008, o sea, que una persona de 70 kg puede consumir hasta 280 mg de extracto de Stevia/día sin correr ningún riesgo para su salud.

Las barreras contra la Stevia están cayendo, pues en el mundo globalizado en el que vivimos, las grandes empresas multinacionales ya se están apropiando del saber de los indios guaraníes y han empezado a usarla para endulzar sus refrescos, así que es posible que muy pronto la tengamos con venta libre en todo el mundo.




Cristales...


Esmeralda

La esmeralda es la variedad verde del berilo, un mineral ciclo silicato de berilio y aluminio de fórmula química Be3Al2 (SiO3)6, que contiene además pequeñas cantidades de cromo y, en algunos casos, vanadio, que le proporcionan su característico color verde. Su peso específico oscila entre 2,65 y 2,90 y posee una dureza de 7,5 a 8 en la escala de Mohs.


Se trata de una piedra preciosa muy valorada debido a su rareza, puesto que, desde la Antigüedad, se descubrieron piedras preciosas de color verde. Como la malaquita, pero la esmeralda es la única cristalina. Su nombre, de posible origen persa, significa “piedra verde” y su tonalidad ha dado nombre al color verde esmeralda.

Además, se puede añadir que es posible encontrarla en grandes cantidades en el Departamento de Boyacá, en Colombia (Muzo, Chivor, Otanche y Coscuez), y en Brasil; también, aunque en menor medida, en Zambia, donde los yacimientos son menos voluminosos. El mayor productor de esmeraldas en el mundo es Colombia, seguido de Brasil.


En el desierto oriental de Egipto, no muy lejos del Mar Rojo, existen unas minas que tal vez fueron explotadas hace 3 500 años. Muchos años después del descubrimiento de las esmeraldas, Cleopatra llegó a poseer esas minas, ya que al parecer sentía una especial fascinación por estas piedras.

Ya en el otro hemisferio, de muchas minas de Brasil se extraen grandes cantidades de aguamarina, otra piedra preciosa (aunque de menor valor comercial que la esmeralda) cuyo nombre proviene del parecido, de su coloración, con la del mar. A pesar de sus diferencias en el precio, la esmeralda y la aguamarina tienen mucho en común, están hechas del mismo mineral. La diferencia en colores es causada por las impurezas que le dan a cada una de ellas su color característico.


Tanto la esmeralda como la aguamarina están formadas por un mineral, el berilo, que es incoloro cuando se encuentra puro. Se trata de una pequeña cantidad de cromo, lo que le da a la esmeralda su intenso color verde, mientras que el hierro se encarga de darle sus ligeros matices azulados a la aguamarina. Mención especial merece la esmeralda trapiche, que se encuentra en algunas minas de Colombia, por su extraña forma de estrella debido al crecimiento del cristal en varias direcciones.

Fama mundial de las esmeraldas

El Museo New York de Historia Natural tiene una exposición en la que se muestra una taza hecha de esmeralda pura, que pertenecía al emperador Jehangir, la cual es mostrada al lado de "Patricia", uno de los cristales de esmeralda colombiana más grande del mundo, que pesa 632 quilates.

La colección del Banco de Bogotá (Colombia) incluye cinco valiosos cristales de esmeralda, con pesos entre 220 y 1 796 quilates. Asimismo, esmeraldas espléndidas forman parte del Tesoro Nacional iraní que adornan, por ejemplo, la diadema de la exemperatriz Farah.

El sultán turco también amaba las esmeraldas. En el Palacio Topkapi, de Estambul, hay exposiciones con artículos de joyería, instrumentos de escritura y puñales, cada uno magníficamente adornado con esmeraldas y otras gemas. Por otro lado, el tesoro vienense contiene un florero de 4,5 pulgadas (12 cm) de alto, que es cortado de un solo cristal de esmeralda.

Su majestad, la Reina Isabel II, posee tanta joyería que tiene un cuarto especial para guardarla, se dice que es casi del tamaño de una pista de hielo, y que está situado a 40 pies bajo el Palacio de Buckingham. Todo esto sin incluir las joyas de la Corona británica, las cuales están guardadas en la Torre de Londres. La joyería personal de la reina está valorada en $ 57 millones y la mayoría de esta fue recibida en forma de regalos. Las fabulosas joyas de su colección incluyen el "Cambridge y Nueva Delhi parure Dunbar", un fantástico conjunto de joyas de esmeralda, que incluye una diadema de esmeraldas.

Elizabeth Taylor poseía una colección de joyas muy conocida. Como un regalo de compromiso, Richard Burton le dio el broche de esmeraldas y diamantes, que usaba con un collar de esmeraldas que le había dado él también, pero como regalo de boda. AL final, también unos pendientes, una pulsera y un anillo se sumarían a este conjunto.

Zodiaco, mito y leyenda de la esmeralda

Innumerables historias fantásticas han crecido alrededor de esta magnífica joya. Los incas y los aztecas de América del Sur, donde las mejores esmeraldas se encuentran todavía allí, consideraron la esmeralda como un santo de piedras preciosas. Sin embargo, todo apunta que los hallazgos más antiguos fueron hechos en su momento cerca del Mar Rojo, en Egipto. Estas minas, ya explotadas por faraones egipcios entre 3000-1500 a. C. y más tarde citadas como las "Minas de Cleopatra", ya habían sido agotadas en el momento en que se redescubrieron a principios del siglo XIX.

Joyas pre colombianas de esmeraldas – Museo del Banco de la República


Escrito hace muchos siglos, los Vedas, las sagradas escrituras de los indios, hablaban ya de las gemas verdes preciosas y sus propiedades curativas: “Las esmeraldas prometen buena suerte..." y también que: “La esmeralda mejora el bienestar”. Por lo tanto, no era de extrañar que los cofres del tesoro tanto de maharajás como de maharanís contuvieran esmeraldas maravillosas.



Jack & Dama de Castro

Principal fuente de consulta:

http://www.gemselect.com/spanish/gem-info/emerald/emerald-info.php

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