martes, 3 de mayo de 2016

Libres del petróleo


Querido(a) lector(a):

A través de las materias que saldrán publicadas aquí, en el Blog Correveidile, podremos hacer que caiga el velo de Maya, salir de este Matrix que nos han impuesto y dejar de ser Huérfanos de la verdad. “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).

Cuando ingresamos en la Escuela, nos enseñan desde la alfabetización primaria hasta conocimientos más complejos en varias asignaturas a lo largo de nuestra vida académica. En la Universidad profundizamos en el área del conocimiento que más nos apetece.

¿Es posible que todas las informaciones que están registradas en los libros, sobre esos estudios ampliamente defendidos por grandes corporaciones y que actualmente están en Internet, sean fiables? Puesto que estamos obligados a tragárnoslas y a reproducirlas sin cuestionarlas. Se sabe que, a lo largo de los tiempos, la Historia ha sido contada por los ganadores, por las élites, por quienes maniobraban el mundo desde el amanecer de los tiempos.


La ciencia, que nació para romper todos los paradigmas, se ha convertido en algo dogmático y hermético que calla, compra, rechaza, escarnece y hasta llega hasta a matar a quien la enfrenta.        
Hoy en día somos rehenes de los hidrocarburos, de la energía eléctrica generada por usinas hidroeléctricas, de la quema de combustibles o de las centrales nucleares. Los temas del calentamiento global o del efecto invernadero, así como los de la ecología, también son muy comunes actualmente. Nos hacen sentirnos culpables por algo que no cabe a nuestra voluntad cambiar. Sabemos que los Gobiernos y las megacorporaciones que controlan el mundo son las que deberían cambiar de actitud. Podríamos definirnos como esclavos modernos.

        
Para exponer esta preocupación que nuestros gobernantes tienen con nosotros y, por ende, con nuestro planeta, quiero compartir con ustedes la historia de un gran español que ha sido condenado al olvido.

Se trata de Arturo Estévez Varela, Extremadura, 1915. Arturo era inventor y fue autor de 73 patentes. En Bruselas, en 1970, ganó la medalla en la Exposición Internacional de Inventores. Era un hombre adelantado a su tiempo, ya que en 1950, cuando el mundo ni pensaba en esto, patentó en EE.UU. un sistema de baterías solares para producir energía eléctrica. Además de eso, quiero centrarme en una patente específica. En 1970, presentó su motor movido a hidrógeno, pilotó su moto ante un notario en Sevilla, enseñando a todos el funcionamiento de su creación. En un pequeño discurso profierió las siguientes palabras: “Mi patente, la licencia para España, la cedo gratuitamente al Estado para beneficio de todos los españoles”. ¡Qué maravilla! Gracias al señor Arturo no seremos más dependientes de los hidrocarburos. ¿No? ¿Qué ocurrió?

Tras frecuentes apariciones en los medios de comunicación y presentaciones por toda España, prácticamente desapareció de la escena pública sin dejar ni rastro. En la Oficina de patentes y Marcas del Ministerio de Industria español no existe referencia al denominado “motor de agua”. Según el periódico Diario Hoy, del 12 de noviembre de 2006,  Franco: “mandó ponerlo en punto muerto y olvidarse para siempre del invento del extremeño”.

En realidad, su proyecto se convirtió en una reliquia de familia, no preocupándose por moverlo, según su hijo, y que el motor muriese junto a su padre.

De este modo, todas las personas que intentaron de alguna manera traer algún tipo de beneficio a la humanidad, aunque tropezando en algún gran interés político o económico, tuvieron su destino cambiado. Algunos creadores de motores movidos a agua fueron asesinados, otros encarcelados:

-Daniel Dingel –Filipino, fue condenado en 2008, a los 82 años de edad, a 20 años de cárcel.

-Stanley Meyer –Estadounidense, murió gritando que le habían envenenado. Tras esto, su coche movido a agua fue robado.

-Paul Pantone –Estadounidense, creador del motor Pantone, que funcionaba con 80% de agua, fue condenado y encarcelado en un hospital-prisión psiquiátrico.

-Nikola Tesla –Croata, fue el mayor creador de energía libre y gratuita jamás visto en la historia moderna, pero murió en la miseria y la gran mayoría de sus patentes desaparecieron.

Podemos percibir que la ciencia avanza, siempre que los intereses políticos y económicos no se vean perjudicados. Las energías limpias no prosperan, aunque haya proyectos actuales en desarrollo, pero siempre esos avances se producen a pasos de tortuga coja.

Somos rehenes de los amos del mundo y tendremos, de alguna manera, que libertarnos. Las personas que quieren "un mundo mejor" somos una aplastante mayoría. Por eso mismo no podemos quedarnos dormidos, ni hipnotizados, porque con el mero hecho de abrir de los ojos cambiaremos el mundo.

Claudio Rezende
“Más que dos dedos de frente”


Imágenes extraidas de Internet
        
        



2 comentarios:

  1. Claudio, enhorabuena! Excelente texto, que nos lleva a una reflexión sobre cómo la humanidad se desarrolla!

    A la espera de tu próximo texto! Besos

    ResponderEliminar
  2. Cláudio, interesantísima reflexión sobre los hechos que "no vemos" y que, como bien afirmas, no son tan difíciles de percibir. Ojalá pronto sigas mostrándonos más temas de considerable reflexión. Gracias!!

    ResponderEliminar