Después de casi un año de terminar mi C1,
vi una foto con dos de mis amigos del curso de español junto a nuestra antigua profesora
Marta y a un grupo de estudiantes. Para mi sorpresa, mi amiga Patricia Duarte escribió
en su Facebook que en la foto, además de Marta y Alessandro Silva (otro
compañero del C1), estaban los nuevos alumnos de español. Inmediatamente pensé
que podría tratarse de un curso de conversación, pero ¡no!, no era eso exactamente.
¿Cómo descubrí el misterio de aquella foto? Pues en un almuerzo con mis más nuevos
e inesperados amigos...
Alessandro anunció que habría una
fiesta española en Instituto Cervantes el sábado día 14 de noviembre de 2015.
Quería muchísimo ir, pero antes de que pudiera pensar en eso, él también me invitó
a un almuerzo "especial" que habían preparado, supe luego que con
reserva para 30 personas, en el restaurante Pateo
da Luz (Centro comercial Center 3,
en la Avenida Paulista). No sabía a ciencia cierta con quién iba a encontrarme,
pero estaba segura de que, como poco, vería a Marta, a Patri y a Alê.
Poco a poco, las historietas de los grupos
de los alumnos y ex-alumnos de Marta se presentaban y animaban el ambiente. El
fantástico cuento de Alessandra Curcio -que ya había sido relatado en este blog- fue el tema central de la charla de una gran parte del grupo de cedós, que estaban curiosos por saber
algo más sobre el afamado túnel que dicen que existe entre la antigua ciudad
peruana de Machu Picchu y la espiritual ciudad brasileña de São Thomé das
Letras. Entonces Marta le pidió a Alessandra que contara la historia con los detalles que ella sabía que se había dejado en el tintero. Alessandra explicó
todo lo que sabía sobre ese túnel misterioso y, a petición de varios cedós, prometió que escribiría la
continuación de su relato, esclareciendo algunas cosas más. Pobre Alessandra, ¡qué
cuento!
Toda la gente presente elogió el excelente
trabajo que realizan en el blog diariamente los alumnos de español de los
grupos de Marta; en especial, se habló de Alessandro y de su entrega para la
parte técnica, lo cual me dejó muy orgullosa. Y me llamó la atención que muchos
estudiantes se pusieran a escribir para la página virtual, algo que, en efecto,
ayuda a aprender de otra manera porque ahora son alumnos activos y productores
de contenido.
Vi a la gente como una familia hispanohablante, con el deseo de compartir experiencias y gustos. Me quedé feliz con el ánimo del grupo por las cosas que me iban contando sobre el blog y sobre los nuevos grupos de nivel C2. El restaurante parecía la sala de una casa grande, donde la gente charlaba sentada o de pie al lado de la mesa. Hicimos del restaurante nuestro patio de luz particular lleno de personas, ahora ya conocidas... ¡Fue un gran almuerzo! Sin duda, ¡Fue un gran (re)encuentro!
Eliane Anjos
Quiero agradecerle a Eli dos cosas: primero que me diera una más que grata sorpresa con su presencia ese día en la comida; en segundo lugar, que haya aceptado el desafío de escribir este lindo texto. La verdad es que esta reunión fue para despedir el año académico y para que, tanto los B1 como los C2, ¡Se conociesen! Parece que funcionó y salió todo bien, puesto que el día de la paella pudimos comprobar el respeto, cariño y afecto que se profesan. ¡¡Gracias por estas lecciones de humanidad!! Besos a todos,
ResponderEliminarLa verdad es que compartimos la misma pasión por el Español y es lindo hacer parte de la gran familia que nos hemos covertido!!!
ResponderEliminarGracias, besos!!!
También hay que agradecer a todos los hispanosimpatizantes que han venido a la comida... familias, amigos, antiguos alumnos. Sin duda, vuestra presencia es cada día más importante para todos nosotros!!
ResponderEliminarEl post está maravilloso... fue una buena idea!! Gracias Eliane
ResponderEliminar¡Qué gente guapa! Todos felices entre amigos.
ResponderEliminar¡Bueno almuerzo con buenas personas! Gracias Marta por la oportunidad y para nosotros de B1 fue el primero de muchos!
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