Un final especial: El C2-Sábado inicia las vacaciones con muchas emociones

Cuando se habla sobre cerrar etapas, ciclos o capítulos, se suele pensar que algo importante ha llegado a su fin, que se debe dar la vuelta a la página porque eso ya no sirve más para nuestros propósitos o, quizá, que ya lo vivimos bastante y que es momento de “cambiar”. Sin embargo, para mis compañeros del grupo de C2 de los sábados y para mí, el fin del segundo módulo del C2 es tan solo una pequeña pausa, un breve respiro para lo que vendrá en los próximos módulos.

De modo que nuestra última clase empezó como todas las mañanas de sábado, o sea, con abrazos sinceros de amistad y compañerismo, además de un rico desayuno para mantenernos activos durante las 4h de clase, pero enseguida percibimos que aquel no sería un día normal de clase tan pronto nuestro querido y sensible compañero José Antônio, el hombre de las palabras más bellas, nos sorprendió con un sencillo y cariñoso discurso para, de inmediato, regalarnos un recuerdo muy significativo para todos nosotros: ¡Un cocodrilo de peluche!

  

Nos explicó sonriente, tranquilo, bonachón, tal cual él es, que se celebró una entrega especial de premios con dos únicas categorías y que nosotros habíamos ganado una, la de “Mejores compañeros del año”, lo cual nos llenó de orgullo. Total, que el otro galardón era para la categoría de “Maestra del año” y lo ganó nuestra profe, que lo recibió con enorme emoción y orgullo. 

Aquel realmente no iba a ser un sábado normal, puesto que, nada más empezar a trabajar descubrimos que el último desafío del curso -¡y con notaaaaa!- sería la producción de una poesía que contase quiénes éramos y cómo había sido nuestro desarrollo durante los dos primeros módulos del C2 que estábamos completando.

Así que nos dividimos en tres grupos y el resultado de todo lo que pasó sigue a continuación:

Tres a la vez
Me llamo Carol,

nací en un día de sol.

Me gusta el girasol

y las clases de español.

***

Soy Cristiane,

de Cervantes una amante,

de Literatura, estudiante

y profesora actuante.

***

Mi nombre es María,

mi vida una alegría,

mi trabajo es gratificante

todo lo que hago es importante.

***

Somos alumnas de Marta,

                             de quien ninguna se queda harta.

Carolina, Cristiane y Maria do Carmo

Correveidile en versos: Tres estudiantes muy galantes...

Dos hombres y una mujer

que se estiman mucho del ayer.

Una “Duquesa” en medio de la naturaleza,

con un tal de “Pepe Cocodrilo”

que tiene a “Jack el Destripador” como hilo.

***

Del país de Cervantes

los tres se descubrieron amantes.

Y siguiendo a su maestra Pizpireta,

más bien una niña inquieta,

que les trajo muchos descubrimientos

cargados de buenos e intensos momentos.

***

Forman parte de un blog que era un sueño y un aliento,

siempre escriben con ganas y mucho talento.

Son correveidileanos de espíritu y corazón.

Estudiar español es de sus vidas la razón.

Duquesa, Jack y Pepe Cocodrilo

Aprendiendo

Mi nombre Jorge es,

por esto llevo la vida al revés.

***

Mi compañero Elvis se llama

y su vida se ha convertido en un drama.

***

En el Cervantes estamos estudiando

para nuestro conocimiento seguir ampliando.

Con el apoyo de Pizpireta

aprendiendo español desde la A hasta la zeta.

***

Por esto ya tenemos la receta,

la mejor profesora es Pizpireta.

Claudio y Jorge

  

Al final de la mañana, tras un trabajo laborioso, empezaron las despedidas propiamente dichas con las palabras maravillosas de nuestra querida profesora Marta, amiga y compañera de trabajo, que cada día nos inspira, nos da fuerza, valor y nos abre todo un mundo de conocimiento. Luego oímos las palabras emocionadas de cada uno de los integrantes del curso al compartir sus esfuerzos, sus dificultades y, sobre todo, sus agradecimientos por este tiempo que compartimos juntos. Recuerdo que alguien dijo que éramos personas "de otro mundo"... y cuando escuchamos la última palabra “GRACIAS”, prácticamente todos lloramos de emoción.

Así que, de ese modo, deseo y quiero terminar este post dando también las gracias a los muchos lectores correveidileanos que nos siguen por aquí, día a día, siendo partícipes de nuestras conquistas; a todas las personas que nos han visitado durante el curso para dejarnos parte de su riqueza humana y profesional dentro y fuera del aula; gracias también a todos los compañeros de clase que han sabido trabajar duro y en equipo... pero, sin duda, gracias a la vida por permitirnos tener ánimo y disposición para haber llegado hasta aquí y tener un enorme deseo de continuar.

Cristiane Guerreiro