miércoles, 16 de diciembre de 2015

La manzana de la discordia


Pintura de Jacob Jordaens.
1633. 
Museo del Prado.
La legendaria guerra de Troya empezó en la celebración del matrimonio entre Peleo, rey de Ítaca, con la ninfa Thetis. Todos los dioses del Olimpo fueron invitados a la boda, excepto Eris, la diosa de la discordia. Esta se puso furiosa y se presentó de improviso dejando sobre la mesa una manzana de oro con la inscripción ‘para la más hermosa’.

La manzana fue reclamada por tres de las diosas más poderosas. Hera, diosa de las mujeres y del matrimonio; Afrodita, la diosa del amor y del deseo y también por Atenea, la diosa de la sabiduría y de la estrategia. El ambiente se hizo insoportable, miradas llenas de odio se intercambiaban entre ellas. Zeus, el Dios supremo, resolvió el asunto nombrando árbitro a Paris, que en poco tiempo se volvería príncipe de Troya.

Las diosas se pusieron contentas y quisieron sobornar a Paris: Atenea le ofreció sabiduría infinita y las habilidades de los grandes guerreros; Hera le ofreció el poder político y el control de todo el mundo conocido y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo. Paris, confundido con tantas maravillas ofrecidas, le otorgó el título a Afrodita y la diosa cumplió su promesa. Afrodita sabía exactamente dónde estaba la mujer más bella del mundo: era Helena, esposa de Menelao, el rey de Esparta.

Así pues, Paris se enamoró de Helena y, con la ayuda de Afrodita, la sedujo, la raptó, se la llevó a Troya y la hizo su esposa. En consecuencia, todos los reyes y príncipes de Grecia fueron llamados a recuperarla. Empezaba así la guerra de Troya...

Pepe Cocodrilo


(Adaptado de diversas fuentes)

4 comentarios:

  1. Las crónicas troyanas ya le sirvieron, en su momento, al insigne escritor Miguel de Cervantes como colofón de su magnífica Segunda parte del "Quijote". En el capítulo 72 (de 74), por medio de unas sargas que aparecen en un mesón, se recuerdan: la historia de Elena y de Paris (caída de Troya), junto a la de Eneas y Dido (pérdida de Cartago).

    Curioso el delicado entramado que la Historia y la Literatura dejan en nuestras memorias... Gracias Pepe Cocodrilo por ayudarnos a completar ideas por medio de este texto. Besos navideños

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  2. El desequilibrio en el intercambio en un sistema, el menosprecio hacia uno de los miembros (real o sentido), la falta de equidad, los favoritismos pueden desencadenar una guerra que tendrá como objetivo el restablecer el equilibrio y como desenlace una destrucción de privilegios y también la explosión de mayores desigualdades. La manzana de la discordia no los muestra de forma magistral.

    En cada intercambio iniciamos una guerra. La mejor gestión de la guerra inevitable está en tener un análisis claro de las causas y de los elementos.

    Hacer la guerra no es un arte. Terminarla, cerrar el ciclo minimizando los daños y mejorando la estabilidad del sistema ei es Arte. En eso si que tenemos múltiples ejemplos en la mitología griega.

    Me encantaría ver a políticos, historiadores, intelectuales, periodistas explicar los conflictos mundiales (por ejemplo el problema con el terrorismo en Siria) como un desequilibrio en el intercambio sistémico.

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  3. Pepe...esta historia me encanta, así como todas las crónicas griegas y troyanas. Ellas son las madres de nuestras historia y literatura, por lo tanto nunca nos hace falta leerlas y recordarlas. Gracias!!!

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    1. La envidia es el escenario perfecto para empezar una guerra, ayer, hoy y mañana, en este pecado nosotros somos todos iguales!!!

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