jueves, 19 de enero de 2017

EMPRENDEDORES SOCIALES 5: "Bill Gates, el hombre más rico del mundo también tiene un gran corazón"


Con una fortuna que hace que el nuevo presidente estadounidense, con sus más de tres mil millones de dólares, se parezca a un simple campesino, el cofundador de Microsoft, William Henry Gates III, más conocido por su apodo, “Bill”, es, actualmente con sus $ 83,9 billones, el hombre más rico del mundo y no por eso deja de preocuparse por los temas sociales.

Bill Gates

Nacido en 1955, en Seattle, en el Estado de Washington, el joven Bill Gates, gracias a las buenas condiciones de su familia, estudió en una de las mejores escuelas de los Estados Unidos, Lakeside, para después ingresar en la famosa Universidad de Harvard, pero que acabaría abandonando.

Desde su adolescencia, con trece años de edad, ya le gustaban los ordenadores y, tras dejar Harvard, creó Microsoft, en 1975. Tres años después, la empresa ya vendía un millón de dólares en productos informáticos. 


En 1981, colabora con el gigante IBM, proporcionándoles su actual sistema operativo, el MS-DOS. Pasados cuatro años, con la oferta pública de los activos de su empresa (IPO), el joven Bill, con apenas treinta y un años, se convierte en billonario.

El programa Windows, que vendría a ser utilizado en un sin número de ordenadores, fue lanzado en 1993. Al año siguiente, Bill se casó con Melinda, con quién compartiría su sueño de promover el desarrollo social. En 1996, el emprendedor empieza un proyecto de fornecimiento de ordenadores y de acceso a internet para comunidades carentes y, dos años después, junto con Melinda, dona cien millones de dólares para la vacunación de niños.

La pareja inaugura, en el año 2000, la fundación filantrópica privada que lleva su nombre, la cual, hoy en día, es la más grande del mundo y es responsable por combatir enfermedades tales como el polio y la malaria, e invertir en la educación y alimentación de los más pobres.


Tanto el ejemplo de Bill como, por supuesto, de su mujer, demuestra de manera clara que es posible ser un gran emprendedor, o incluso acumular grandes fortunas, sin abandonar el lado social, ayudando a muchas personas al mismo tiempo que se disfruta del producto de su trabajo.

Felipe Peres


Bibliografía de consulta:

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