En Bolivia se cuenta que hace
mucho tiempo, cuando los dioses vivían en la Tierra como personas, los
espíritus (Aña) de la oscuridad abusaban mucho de los primeros guaraníes,
asesinaban a los hombres y secuestraban a las mujeres.
En una pequeña aldea vivía
una hermosa joven a la que llamaban Araverá, que significa "Destello en el
cielo", y era hija del gran Cacique Ururutï Cóndor Blanco. Ella se había
casado hacía poco tiempo con el dios Colibrí (Chinu tumpa) y esperaban tener un
hijo enseguida, el mismo que se convertiría en el mejor Chamán (Paye) de la
región, capaz de derrotar a todos los espíritus del mal.
Los Aña, al enterarse de la
noticia, se propusieron matar, sin miramientos, a la joven Araverá. Así que, montados
en sus caballos alados, que lanzaban fuego por la boca, se dirigieron hacia la
aldea, pero Araverá, percatándose oportunamente del peligro, se escapó volando
hacia los últimos confines del universo en su sillita voladora, que le había
regalado su esposo Colibrí.
Los Aña la persiguieron por
todas partes, en el fondo de las aguas, debajo de la tierra y más allá de las
estrellas. Cuando la sillita voladora ya no podía soportar por mucho tiempo el
peso de Araverá y de la pequeña criatura que crecía en su vientre, descendieron
a la Tierra y se ocultaron dentro de un Toborochi (Samou). Los Aña pasaron de
largo y nunca pudieron encontrarlos.
Allí dentro, Araverá tuvo a su hijo. El
niño creció y vengó la maldad de los Aña, pero, según reza la leyenda, su madre
se quedó en la barriga del Samou hasta hoy… aunque, de vez en cuando, sale fuera
convertida en una hermosa flor para que los colibríes vengan a disfrutar de su
néctar.
BELLEZA,
MAGNITUD Y MISTERIO
Según la leyenda boliviana,
este árbol es sagrado, pues cada vez que florece significa que está dando a
luz, es decir, que nace un nuevo ser. Se cree que el espíritu de Araverá todavía
sigue encarcelado dentro del árbol, y que solo se libera en plena estación
invernal, puesto que la única forma de atraer a su gran amor (el colibrí), y
tenerlo más cerca, es por medio de sus flores y el perfume que exhala.
Por otro lado, es sensual y
maternal a la vez, es muy profundo el sentimiento que despierta en la gente. Sin
duda, está presente en la vida religiosa del pueblo, ya que la leyenda cuenta
que la Virgen de Cotoca apareció en un árbol Toborochi.
En realidad, se trata de un
hermoso árbol que es tan encantador como su leyenda. Lo curioso es que en plena
estación invernal, en el mes de mayo, cuando la mayoría de los árboles empiezan
a perder sus hojas, los toborochis comienzan a florecer para anunciar la
llegada del otoño. Además de ello, se caracteriza por poseer un tallo abultado
o barrigudo en la parte media que, conforme narra la leyenda, se asemeja a una
mujer embarazada.
El Toborochi tiene un uso
ornamental muy difundido en calles, avenidas, plazuelas y otras áreas verdes de
la ciudad, porque sus flores atraen a los colibríes, que se disputan su néctar;
y también a las cotorras verdes, que consumen sus semillas cuando están
tiernas.
En torno a esta leyenda se han
creado, como se puede uno imaginar, un sinfín de cuentos.
Dama
de Castro
Fuentes
de consulta:
www.bibmondo
Precioso relato. Gracias, Mei.
ResponderEliminarMe encantó gracias por compartir esta hermosa historia!!
ResponderEliminarPelelengue
ResponderEliminarQue Bella historia... Y tan ligada a la naturaleza y a la forma de como se comporta la humanidad (maldad, bondad y amor)... Esperemos que en la realidad también siempre triunfe la bondad!! Saludos desde Arequipa Perú!!
ResponderEliminarWow!! una hermosa historia es un mito no una leyenda pero es preciosa :D esperare viajar algun dia para ver el toborochi <3
ResponderEliminarEs una hermosa leyenda o mito que se trata sobre la naturaleza y de una joven hermosa
ResponderEliminarJamás creí que este árbol tuviera una leyenda y muy bonita
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