El pasado sábado, día
6 de febrero, se emitía en directo desde el Pabellón Municipal Príncipe de Asturias en Madrid (España) la XXX Gala de los Premios Goya, conducida un
año más con mucho humor y desparpajo por el actor revelación del cine español Dani
Rovira. Un gran reto para este joven andaluz, puesto que se cumplían ya 30 años
de la entrega de estos premios que reúnen a lo mejor del cine con eñe.
En total, se sabe que
este año alrededor de 143 películas optaron a la clasificación para las
estatuillas, de entre las cuales tan solo 5 de ellas lograron llegar hasta la
final del tan deseado Goya a la Mejor
Película o Goya a la Mejor Dirección.
En una noche cargada
de mucha emoción y no menos sorpresas, en su discurso inaugural, el actual Presidente
de la Academia de las Artes y las
Ciencias Cinematográficas de España, Antonio Resines destacó, tras su
lapidaria frase: "Seré breve", que el cine español "debería ser una cuestión de Estado, al margen de las
ideologías". Reivindicó una vez más la bajada del IVA cultural, pero sin caer en la insistencia cansina,
apenas destacando la idea de que "el
cine sí es cultura". Repasó los proyectos que han logrado llevar a
cabo, entre los que se destacó la creación de la "Fundación: Academia de
Cine" y la presentación
de Nuestra memoria: el cine español (archivo
que recopila entrevistas a actores fundamentales en la historia de la
cinematografía española). Su discurso fue breve, directo, divertido y
esperanzador: "La Academia está en
un buen momento...".
Antonio Resines, Presidente de la AA.CC.,
en el momento de su discurso
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En esta edición, el Goya de Honor a toda una carrera fue
para el director de cine español Mariano
Ozores (Madrid, 1926) cuya candidatura fue propuesta precisamente por el
Presidente, Antonio Resines. La decisión de otorgarle este meritorio Goya se
debe, fundamentalmente, a su dedicación a la comedia. Más de 40 años haciendo
reír y cautivando a más de 87 millones de espectadores que logró, con su
trabajo, atraer a las salas de los cines españoles -según datos aportados por
la Academia de Cine. Con este premio la Academia quiso ensalzar su "habilidad para pulsar la actualidad
en cada momento, desde la comedia".
Mariano Ozores recibiendo una ovación
al subir al escenario para recoger el Goya de Honor
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Presencias estelares
iluminaron la noche madrileña, hasta cuatro actores oscarizados se pasearon por
la alfombra roja made in Spain: El matrimonio Bardem (Javier y Penélope,
esta última nominada por el papel principal dramático en Ma ma, bajo la batuta de Julio Medem), Juliette Binoche (que se postulaba al Goya a la mejor interpretación
femenina por Nadie quiere la noche de
Isabel Coixet) y Tim Robbins (que representaba
un papel divertidísimo en la cinta del director Fernando León de Aranoa por el
que fue nominado a mejor actor de reparto, Un
día perfecto). El presentador Dani Rovira no dejó escapar la oportunidad de
bromear con todos ellos, arrancando las risas del público presente charlando
con Tim y Juliette tanto en inglés como en francés sobre las delicias de la
culinaria del sur de España: el gazpacho.
Casi al final del
certamen, se ha hecho un sentido homenaje musical recordando también la figura
de Luis Buñuel (1900-1983), director
de cine español, que no llegó a participar de ningún certamen de entrega de
premios de la Academia, pero al que reconocen como uno de los mejores cineastas
del cine nacional.
La película Truman
de Cesc Gay se erigió como la gran
ganadora de la noche, acumulando 5 de las 6 estatuillas a las que estaba
nominada, entre las que estaban las más importantes de la noche: Mejor actor principal, Mejor dirección y
Mejor película 2016, dejando
prácticamente en silencio a una de las favoritas en las quinielas, La novia. Esta adaptación de la obra
lorquiana Bodas de sangre, que partía
nada más y nada menos que con 12 nominaciones, se quedó con 2 de poco peso (fotografía
y actriz secundaria) dadas las candidaturas para las que había sido indicada en
un inicio.
A cambio de nada fue otra de las
cintas que también logró sorprender en la premiación, obteniendo 2 estatuillas
importantes (de las 6 a la que estaba nominada), entre las que se destacaron
Mejor dirección Novel (Daniel Guzmán) y Mejor actor revelación (Miguel Herrán,
que logró arrancar más de una lágrima en su discurso de agradecimiento).
Un día perfecto se quedó tan solo
con un Goya, de los 8 a los que optaba. La cinta de Isabel Coixet, Nadie quiere la noche, se mantuvo
discreta obteniendo 4 Goyas, de las 9 nominaciones en total con las que se
presentaba; sin duda, la presencia de Juliette Binoche no logró impresionar a
los académicos.
No faltaron durante
la Gala, cómo no, recuerdos para un país, como es España, que está en este
momento todavía sin gobierno y cuyo IVA cultural continúa por las nubes, algo
que se reivindicó de muchísimas maneras a lo largo de la transmisión en directo.
Entre otros, un pletórico Ricardo Darín
(Argentina, 1957) que en su discurso de agradecimiento por su Goya (Actor Protagonista) se dirigía también
a los políticos de esta manera: "Hagan algo por la cultura...".
Gran aparición en la
Gala de la escritora española Elvira
Lindo y del Premio Nobel Mario
Vargas Llosa (2010) en la presentación de dos de los Premios Goya, al de
Mejor Guion Adaptado y Guion Original. Claro que la expectación fue mayor por
la actual pareja del Premio Nobel -Isabel Preysler- que no por otra cosa, algo que
no dejó poner de manifiesto una aguda y genial Elvira Lindo que comentaba que,
para una vez que la invitan y con un Premio Nobel, la expectación estaba en el
patio de butacas y no en el escenario. Sea como fuere, juntos entregaron el
Goya al mejor guion adaptado a Fernando Leon de Aranoa, por Un día Perfecto, y el Goya al mejor guion
original, a Cesc Gay, por Truman.
A la izq. Lindo y Vargas Llosa, a la der. Preysler |
Un último galardón
debe ser destacado, el que se entregó a la Mejor
película Iberoamericana. Competían títulos tan buenos y destacados como: La Once de Maite Alberdi, por Chile; Magallanes de Salvador del Solar, por Perú, y Vestido de novia de Marilyn Solaya, por Cuba. Pero, en este caso, la cinta ganadora fue El Clan (Argentina), la cuarta candidata, que narra la historia de la familia Puccio y está basada en hechos reales, conducida por Pablo Trapero.
Al final, la quiniela
de los Goya siempre acaba "sacrificando" ciertas películas que el
público prefiere y cuya demostración parece que queda patente en la taquilla...
aunque todo es relativo, sin lugar a dudas.
Así que me quedo con
las palabras que más resonaron para mí en esta XXX Gala de los Goya 2016, en
el cine no hay competidores, todas las personas suman y todas las películas
forman parte de la cultura del cine que tanto nos gusta, el cine con Historia,
el cine con Cultura, ese cine con Eñe.
*Goya*
Bloguera cinematográfica
Fuentes consultadas:
http://www.rtve.es/
http://www.rtve.es/noticias/los-goya/directo/
http://www.rtve.es/noticias/los-goya/directo/
El séptimo arte representa de forma singular la cultura de un pueblo y su lengua. Este post me dio ánimo de ver un montón de películas españolas. Gracias Goya por este texto detallado y emocionante.
ResponderEliminarHoy charlando con unos compañeros, me comentaban lo poco que les había emocionado la Gala de este año. Creo que a mí, en la distancia, me tocó, me supo a lo que esperaba, hablar de cine. Vi a un Darín al fin reconocido... en fin, si el post sirve para que se vea más cine, el objetivo propuesto ha sido alcanzado!! Gracias, Alessandro por tu comentario.
EliminarMuy bien escrito, es como se estuviera sentada en la platea.
ResponderEliminarMe dio ganas de ver las películas. =)
Gracias, Voladoira, por tus palabras!!! Ese era el objetivo... ver cine!!
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