jueves, 25 de julio de 2019

"Una reflexión sobre El Camino de Santiago, en Compostela"


Según cuenta la Historia, el Camino de Santiago, en Compostela (Galicia, España), empezó cuando el cuerpo de Santiago el Mayor fue descubierto en el año 813, en el Monte Sagrado Libredón. Desde entonces, mucha gente empezó a caminar hasta Santiago de Compostela.

Hoy los motivos para hacer el Camino no son tan solo religiosos, sino que existen otros más variados, como intereses culturales, vivir una aventura,... cada uno tiene su propia motivación y, sea cual sea el motivo, el punto fundamental es que todos buscan alcanzar un objetivo personal, de superación y fuerza mental para continuar y no desistir.

Se sabe de buena tinta que hay varios caminos que llevan a la ciudad de Santiago de Compostela, pero los más conocidos son: el Camino Francés (940 Km, 37 etapas), el Camino del Norte (815 Km, 32 etapas), la Vía de La Plata (705 Km, 26 etapas), el Camino Portugués (119 Km, 6 etapas), el Camino Primitivo (312 Km, 13 etapas) y el Camino Inglés (155 Km, 7 etapas), aunque los entendidos afirman que hay muchos más.

Una cuestión muy importante es la salud física, porque los recorridos a pie son muy largos, así que es necesario hacer una preparación previa para que el cuerpo resista y pueda caminar unos 30 Km al día. Además, otro cuidado que hay que tener es con los pies, para que no se formen ampollas ni evolucionen a algo peor.

Para llegar a Saint-Jean-Pied-de-Port, donde inicia el llamado Camino Francés, desde Brasil existen varias formas. Se puede buscar un vuelo hasta Pamplona, en España, o Bayona, en Francia, y después coger un autobús, tren o taxi a Saint-Jean-Pied-de-Port. Durante el camino hay albergues en las pequeñas poblaciones para alojarse.

¡Buen Viaje!

Else Nakahara (A2)

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