Uno
de los asuntos que más llama la atención (o que por lo menos debería ser de
interés) de los trabajadores por todo el mundo son los diversos sistemas
laborales en los que están insertos. Entre ellos son muchas las diferencias,
así como las semejanzas, y aquí tendremos en cuenta los sistemas brasileño y
español.
Considerando
los turnos laborales ejecutados por el trabajador español, es posible
identificar algunos tipos como: la jornada completa, la media jornada o el
contrato por obra, entre otros. En España, así como en Brasil, sin embargo, el
tipo de contrato que más atrae a los colaboradores es el indefinido, al
contrario de lo que ocurre con los temporales que, generalmente, son de corta
duración.
Las
mayores diferencias entre estos dos sistemas laborales están, creo yo, relacionadas
con lo que en Brasil llamamos “seguro de desempleo”. Mientras que en Brasil el
trabajador recibe un porcentaje salarial que varía desde un salario mínimo hasta
R$ 1677,74, por un período de 3 a 5 meses (va a depender de algunas reglas, como tiempo
trabajado, salario, etc.), en España el período mínimo al que tiene derecho de
solicitar el subsidio o las prestaciones por desempleo o paro son de 120
días, ¡Llegando a veces a 720!
Si
abordamos la cuestión del desempleo, podemos entender que esa es una realidad
perteneciente no solo a España o a Brasil, sino a todos los trabajadores del
mundo. Lo que se espera de las Autoridades competentes es que tomen medidas
para que este problema no desencadene en otros mayores, como el hambre, la
pobreza, la falta de acceso a la Educación, entre otros. Para eso, son
necesarios esfuerzos para calentar el mercado de trabajo, así como para la
creación de programas sociales que ablanden el sufrimiento de la población que
vive la realidad del desempleo.
Juliana
de Almeida Sarti
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