Capítulo
4: “Derecho a la intimidad”
El
descubrimiento de la sexualidad por las señoritas de la Academia ha provocado
esa “otra mirada” sobre sus cuerpos, así como también han tenido consciencia
del “derecho a la intimidad”. En efecto, se sostiene otra visión sobre el
universo en el que vivían. El capítulo revela que las que más cambian durante
la adolescencia son ellas.
“Derecho a la intimidad” presenta una
narrativa muy cómica, pero real. Las jóvenes fueron invitadas a entrar en su
intimidad para destapar el prejuicio sobre el sexo. La sensualidad debería ser
vivida con naturalidad, sin represión. Ellas deberían ser responsables de sus
cuerpos, por lo tanto, no se deberían ver como objetos de placer para el
hombre. También tienen derecho al orgasmo y a decir “no” al sexo, cuando así lo
desean. Sin duda, el capítulo tiene un abordaje moderno para la época, máxime considerando
que eran mujeres (jóvenes) de veintipocos, educadas para vivir bajo el dominio
de sus esposos.
Los
diálogos entre las chicas y la escena en la que ven sus propias vulvas fueron
graciosos, así como la parte que muestra el comportamiento de las maestras ante
la sexualidad. Las reflexiones sobre sus parejas y familia hacen surgir una
pregunta: ¿El comportamiento machista de los hombres estará relacionado con la
educación que tuvieron en el seno de sus familias? Tal vez, la posición de la
madre, en este proceso, sea fundamental para que el respeto hacia las mujeres
siempre exista.
Teresa
está enamorándose de un hombre que había conocido durante la fiesta en Portugal,
pero él parece no ser quien realmente es y, por eso, Teresa puede estar en
peligro. Aún no se sabe qué relación la protagonista mantiene con la Academia o
con la muerte de un hombre en Portugal. Todo indica que este misterio no será
revelado tan temprano. Sin embargo, no importa porque las historias de las
chicas y las crisis existenciales de las maestras destacan y divierten al
espectador. ¡Que así sea!
Cervantito,
El Perro
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