lunes, 22 de abril de 2019

Descubre “La Otra Mirada” (Capítulo 4)

Capítulo 4: “Derecho a la intimidad”


         El descubrimiento de la sexualidad por las señoritas de la Academia ha provocado esa “otra mirada” sobre sus cuerpos, así como también han tenido consciencia del “derecho a la intimidad”. En efecto, se sostiene otra visión sobre el universo en el que vivían. El capítulo revela que las que más cambian durante la adolescencia son ellas. 

      “Derecho a la intimidad” presenta una narrativa muy cómica, pero real. Las jóvenes fueron invitadas a entrar en su intimidad para destapar el prejuicio sobre el sexo. La sensualidad debería ser vivida con naturalidad, sin represión. Ellas deberían ser responsables de sus cuerpos, por lo tanto, no se deberían ver como objetos de placer para el hombre. También tienen derecho al orgasmo y a decir “no” al sexo, cuando así lo desean. Sin duda, el capítulo tiene un abordaje moderno para la época, máxime considerando que eran mujeres (jóvenes) de veintipocos, educadas para vivir bajo el dominio de sus esposos.


         Los diálogos entre las chicas y la escena en la que ven sus propias vulvas fueron graciosos, así como la parte que muestra el comportamiento de las maestras ante la sexualidad. Las reflexiones sobre sus parejas y familia hacen surgir una pregunta: ¿El comportamiento machista de los hombres estará relacionado con la educación que tuvieron en el seno de sus familias? Tal vez, la posición de la madre, en este proceso, sea fundamental para que el respeto hacia las mujeres siempre exista.



         Teresa está enamorándose de un hombre que había conocido durante la fiesta en Portugal, pero él parece no ser quien realmente es y, por eso, Teresa puede estar en peligro. Aún no se sabe qué relación la protagonista mantiene con la Academia o con la muerte de un hombre en Portugal. Todo indica que este misterio no será revelado tan temprano. Sin embargo, no importa porque las historias de las chicas y las crisis existenciales de las maestras destacan y divierten al espectador. ¡Que así sea!
Cervantito, El Perro

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