Capítulo 4: “El Monasterio del Tiempo”
Crítica por Alexsandro Macedo Silva
El título del episodio es muy particular. Al cambiar dos letras
se crean dos nombres diferentes, pero con el mismo sentido (en el contexto de
la serie, por supuesto). Monasterio
es un lugar religioso en el que viven las personas que consagran sus vidas a
Dios. Lo que pasa dentro de los muros de un monasterio, solo los que habitan en
él lo saben. Todo es secreto, muy secreto, casi inviolable. ¿Y en el Ministerio? ¡Lo mismo! Nadie sabe qué
ocurre dentro de las paredes del “Ministerio del Tiempo”, solo sus trabajadores
(los que conocen sus misterios).
Las actividades del Ministerio son sigilosas como en un monasterio…
Por lo tanto, la verdadera historia que se vivió en el monasterio de
Tordesillas, cuando Napoleón lo visitó durante su viaje por España, quedará
guardada entre sus muros, como si de un secreto oculto se tratase. Sin embargo,
la serie de televisión se permite imaginar qué pudo haber ocurrido en
Tordesillas. Esta es la magia de la pequeña pantalla, la de hacernos viajar por
la imaginación para recrear un hecho histórico que nunca antes había sido
publicado. ¡Vamos a ver la versión del “Ministerio del Tiempo”!
Napoleón es una figura
histórica importante para el mundo, así como también para España. A fin de cuentas, Napoleón
conquistó España para expandir su Imperio y confrontar a Inglaterra. Napoleón
no quería que ni Portugal ni España comerciaran con los ingleses. “El Monasterio
del Tiempo” relata el período en el que el emperador francés visitó España para
hablar con su hermano José I, aceptar el homenaje de los nobles españoles y
garantizar la expulsión de los ingleses. Durante su viaje, Napoleón se quedó en
Tordesillas y fue recibido en un monasterio. Así es como empieza la historia de
este capítulo.
No obstante, este capítulo no describe los hechos históricos, sino que
cuenta la historia del equipo de Amelia para evitar un problema más en el
presente: garantizar la continuidad de la familia que originará los primeros
gobernantes de España. Por supuesto que Angustias roba la escena. Por más
trágica que la escena sea, Angustias la vuelve cómica. Como también fueron
cómicas las escenas con Alonso, descubriendo cómo funciona la nevera, la
tostadora (¡que deja la tostada caliente!), el grifo con agua fría y caliente.
¡La inocencia no tiene edad! ¡Ni la curiosidad tampoco!
Sin duda alguna, una vez más, el Ministerio del Tiempo muestra la
fuerza de la mujer, como se puede ver en este episodio. Angustias usa todo su
poder de seducción para conquistar al Emperador francés. Ella seduce a Napoleón
con sus palabras, sus historias y, claro, su comida (¡Pollo con patatas!). Por
supuesto que su experiencia y madurez le ayudaron a enfrentar y resolver los
problemas. Sin embargo, Angustias fue más inteligente que Amelia a la hora de
vislumbrar una oportunidad para obtener una resolución positiva por parte de
Napoleón.
Amelia se preocupó más por resolver el problema de forma inmediata y
se olvidó de usar la diplomacia o la política para alcanzar el objetivo de la
misión; tanto que parecía tener un pensamiento más masculino (¡Como el de Pacino!)
y no femenino (¡Como el de Angustias!). Además, todo indica que se está
enamorando de Pacino. ¿Será?
Todo lleva a creer que la conspiración empezó de verdad, puesto que
Susana Torres despide a Salvador. La causa de su despedida fue tan sencilla que
no es posible entender por qué Salvador no le contestó. ¿Qué pasará? Vamos a
verlo en los próximos capítulos.
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