¿Te has parado a pensar que la mayoría de las
personas queremos a quienes nos quieren? Si alguien te ha hecho algo que no te
ha gustado o, simplemente, te enteras de que no le caes bien a alguien, ya te
cae menos simpática a ti también esa persona. No solemos darnos cuenta de que
muchas veces las personas tienen bastante consigo mismas y que tú puede que no
seas el motivo de su antipatía por ti, simplemente le recuerdas algo que ha de
aceptar o trabajarse esa persona, y por eso no le gustas, porque es algo de sí misma que rechaza.
Sin embargo, a mí me gusta pensar en un mundo
en el que esto fuese diferente, un mundo en el que da igual lo que los demás te
den, un mundo en el que dar sea lo único importante, porque se entiende que solo
puedes recibir lo que das. Me he creído tanto que ese mundo puede ser, que
actúo así desde hace mucho.
Alguna vez ha habido gestos, de gente a la
que quieres, que te han dolido. Si los comparas con lo que esperas de esa
persona o con lo que tú mismo harías, te puede parecer muy mal o muy feo lo que
hace, pero yo he decidido quererla igual. Y ahí no puede hacer nada. Por cada
cosa que hace en ese sentido, le mando amor, alegría, felicidad y libertad. ¿Y
qué más da si no me manda lo mismo?
Ama, aunque no te amen, porque si no otra
cosa, que sí que la tendrás, habrás desarrollado el hábito de amar, y eso..., eso es tan importante para tu salud física, emocional y mental... que no se
puede calcular.
ALEGRÍA, AMOR, FELICIDAD Y LIBERTAD PARA TI.
UN ABRAZO DE CORAZÓN.
@buracnam
Será porque lo he escrito yo, pero ¡¡¡cómo me gusta esta filosofía de vida!!! Me hace sentir muy bien. GRACIAS a correveidile por publicar estas reflexiones que, pienso, pueden hacer mucho bien a mucha gente. GRACIAS.
ResponderEliminarDavid Sánchez Florio