El
musiclicando retro os presenta a Eliades Bustamante Ochoa, un gran artista que
nació en Santiago de Cuba, en el poblado de Songo de La Maya, el 22 de junio de
1946 y que, cuando tenía seis años, empezó a tocar la guitarra, puesto que, el
gusto por la música lo heredó de sus padres, que eran de procedencia campesina
y tocaban el tres, un instrumento tradicional de la cultura cubana. Así que
Eliades, en su adolescencia, sufrió influencias directas de los sones cubanos
que los campesinos interpretaban con maestría, sin duda, fueron los responsables
por su formación y el estilo musical autodidacta.
En
esta época en Cuba, la música, en general, estaba muy mal pagada, entonces, los
artistas además de presentarse en los bares estaban obligados a mantener sus
profesiones “reales”: albañiles, carpinteros, barberos, etc. Por consiguiente,
no recibían nada por los derechos de autor. Por otra parte, no solo Eliades,
sino que también muchos otros músicos de Santiago de Cuba heredaron valiosas
culturas de esclavos africanos y franceses que habían huido de la revolución
haitiana los siglos pasados.
Esta
rica mezcla de culturas formó parte de la vida de la población de la región, lo
que posibilitó que los cubanos se interesasen en varios ritmos musicales, así pues,
Eliades ya escuchaba en la radio a Antonio Machín, Guillermo Portales y Beny
Moré, hecho importantísimo para difundir la danza, la música y a sus propios artistas
no solo en Cuba sino también por el mundo, aunque de manera tímida e
inadecuada. Eliades empezó a buscar trabajo a los doce años de edad.
Por
esta razón, Eliades se empezó a presentar en varios lugares, donde tocaba el
son montuno y las guarachas, de manera que, se hizo conocido con el apodo “Cubanito”.
Con todo, en 1959, debido a los rumbos de la revolución, la realidad de los
músicos empezó a cambiar con la creación de muchas escuelas de música, talleres
y casas de culturas, por varias regiones de la Isla, algo que permitió a
Eliades participar en programas de radio, donde compartía con sus admiradores nuevas
canciones.
Sus
participaciones en la emisora de radio Turquino eran diarias, entre las siete y
media y las ocho de la mañana, pero siguió trabajando en el Batey, hasta el año
1961, de ahí que, en 1978, Francisco Cobas, director del grupo Patria le propusiera que asumiera la
dirección del cuarteto, hecho que
impactó de manera positiva a la carrera del grupo y también al propio Ochoa.
Juntos dieron muchos conciertos dentro y fuera de Cuba.
En
consecuencia, en marzo de 1996, Eliades fue seleccionado por Ry Cooder, músico
y director musical norteamericano, para trabajar junto a algunos músicos
cubanos: Compay Segundo, Manuel, El Guajiro, Mirabal, Omara Portuondo, Raúl
Planas, Juan de Marcos González, entre otros, en el famoso disco Buena Vista Social Club, compuesto por
canciones tradicionales cubanas, así que Ochoa pasó a ser más conocido en
Europa, especialmente en España.
En
definitiva, Eliades Ochoa es un artista que representa toda la cultura y las
tradiciones cubanas, no solo por sus grandes conciertos sino también por su
manera de vestirse y de tocar con maestría la guitarra de ocho cuerdas, con un
sonido único y especial, que él mismo adaptó a su modo.
Por
todo esto, Cuba es y siempre será una fuente inagotable de grandes artistas. Se
ha seleccionado una canción que se titula “No dejes que te digan muñeca”,
interpretada por Eliades Ochoa y el grupo Patria,
acompañados por el gran pianista Manolito Simonet, en un concierto realizado en
el gran teatro de La Habana, Cuba.
¡Espero que la disfrutéis!
Jorge Martins de Almeida
"No dejes que te digan muñeca"
(Eliades Ochoa)
Se ofendió porque le dije muñeca,
y yo quedé sorprendido.
Si no he sido un atrevido,
¿Por qué se ofendió esta prieta?
No quiere que le digan muñeca.
Luego me convenció,
cuando me hizo la explicación,
La prieta tenía razón.
No quiere que le digan muñeca,
porque las muñecas son,
sin carne, sin corazón
y tienen el alma hueca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
Porque las muñecas son,
no dejes que te digan muñeca.
Sin carne, sin corazón.
No dejes que te digan muñeca,
y tienen el alma hueca.
No dejes que te digan muñeca.
Y no te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
Porque las muñecas son,
no dejes que te digan muñeca.
Sin carne, sin corazón,
no dejes que te digan muñeca.
Y tienen el alma hueca.
No dejes que te digan muñeca.
Que no te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
No dejes que te digan muñeca.
Fuente de consultada:
Grisel Sande Figueredo. De la trova para el mundo. En: www.herencialatina.com/EricG/ochoa.htm
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