jueves, 24 de agosto de 2017

Las Guerras Púnicas 2

Segunda Guerra Púnica (218 - 201 a. C.)
Tras la Primera Guerra Púnica, las tensiones políticas existentes entre ambas civilizaciones eran permanentes. Fue prácticamente inevitable que estallara una segunda guerra que enfrentara a las principales potencias del Mediterráneo puesto que las indemnizaciones que Cartago tuvo que pagar a Roma resultaron excesivas. 

La Segunda Guerra Púnica comenzó cuando Cartago capturó la ciudad ibérica de Sagunto, un aliado nominal de Roma. La guerra, entonces, se dividió en dos frentes. “Por un lado, la guerra en la península ibérica y, por otro, la heroica marcha del general cartaginés Aníbal (que tenía un gran ejército, incluido elefantes) a través de los Pirineos y los Alpes hasta llegar a las puertas de Roma”. 

“En los años comprendidos entre la Segunda y la Tercera Guerra Púnica, Roma estuvo enfrascada en la conquista del imperio helenístico hacia el este y, sin misericordia, reprimió a los pueblos hispánicos en el oeste, a pesar de que estos habían sido esenciales para el triunfo romano en la Segunda Guerra Púnica”. 

Cartago, despojada de aliados y territorios tras su derrota en los conflictos anteriores, sufrió durante 50 años el pago de una extensiva indemnización a Roma, contemplado en el tratado de paz de la Segunda Guerra Púnica. Pero esta situación cambió gracias a la eficiencia comercial y económica de Cartago. “En el año 151 a. C. su deuda con Roma ya estaba saldada y esto fue interpretado por los cartaginenses que los términos del tratado de paz llegaban a su fin”. Sin embargo, para los romanos el tratado era una declaración permanente de subordinación de Cartago hacia Roma. 


Ante esto, Roma no podía permitir que su viejo rival volviese a resurgir, y, a continuación, utilizo una artimaña de uso frecuente en la Antigüedad. “Como Cartago tenía prohibido hacer la guerra contra cualquier pueblo, sin el consentimiento del Senado romano, según el Tratado de Paz, Roma envío ordenes en secreto a sus nuevos aliados, los numidias, en África, para atacar el territorio cartaginés y provocar un enfrentamiento”. 

“Durante tres años, los cartagineses solicitaron al Senado romano que se les otorgase el derecho de defensa, pero siempre eran ignorados por los romanos. Esto desembocó en un conflicto cuando los cartagineses, finalmente, decidieron defenderse y, ese fue el pretexto que Roma necesitaba para atacar a Cartago”. 

Más tarde, en el año 149 a. C., las legiones romanas atacaron y sitiaron la ciudad de Cartago. Se inició con un sitio que duró tres años y, según la leyenda, fue tan duro que las mujeres se cortaron el pelo para hacer cuerdas y fabricar armas de guerra. Los habitantes cartagineses lucharon día y noche para defender su ciudad, soportando el asedio desde el año 149 a. C. hasta la primavera del 146 a. C., cuando Publio Cornelio Escipión Emiliano tomó la ciudad en una tormenta. 

Aunque los ciudadanos cartagineses lucharon valientemente, de manera inevitable acabaron sucumbiendo por la abrumadora fuerza militar romana. Los romanos tuvieron paciencia para enfrentarse, casa a casa, en la ciudadela interior y superar la última resistencia de los pobladores que defendían cada metro cuadrado. 

Mapa de la Tercera Guerra Púnica

Después de la batalla, la poderosa Cartago fue destruida y reducida a ruinas, dejando apenas un botín de unos 50 000 supervivientes, la mayoría mujeres y niños, que fueron vendidos en los mercados de esclavos. La ciudad fue consumida por las llamas durante 17 días. Sus muros y edificaciones fueron destruidos de manera impiedosa. El odio de los romanos hacia su viejo rival era tan grande que, según la leyenda, después de la caída de la ciudad, fue arrasada y su terreno salado para que nada creciese en él. 

La tarea fue tan bien ejecutada que, aún hoy en día los arqueólogos no saben la ubicación exacta de la ciudad. La Cartago que aparece en los mapas romanos, después de las Guerras Púnicas, es una ciudad fundada por Roma, como una colonia. Los territorios cartagineses que sobrevivieron a la destrucción, fueron anexados por Roma y reconstituidos como la provincia romana de África. Un siglo después, Cartago fue reconstruida como una ciudad romana por Julio César y, poco tiempo después, se convirtió en una de las principales poblaciones Imperio en el continente africano. 

En conclusión
Al finalizar la Tercera Guerra Púnica, "tras más de cien años de luchas y la consecuente pérdida de cientos de miles de soldados por ambas partes, Roma logró conquistar el imperio cartaginés, destruyó su ciudad capital y se convirtió en la civilización más poderosa del Mediterráneo y del mundo". Al finalizar las guerras macedonias, que ocurrieron de forma simultánea a las púnicas, Roma emergió como el poder dominante en el Mediterráneo y una de las ciudades más fuertes de la Antigüedad clásica. 

Pepe Cocodrilo








Notas bibliográficas y citas:
http://www.historialuniversal.com/2010/03/guerras-punicas-roma-cartago.html
http://www.historialuniversal.com/2010/03/primera-guerra-punica-cartago-roma.html
http://www.historialuniversal.com/2010/03/segunda-guerra-punica-cartago-roma.html
http://www.historialuniversal.com/2010/03/tercera-guerra-punica-cartago-roma.html
http://www.romaimperial.com/guerras-punicas/
http://www.romaimperial.com/primera-guerra-punica/
http://www.romaimperial.com/segunda-guerra-punica/
http://www.romaimperial.com/tercera-guerra-punica/

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