viernes, 21 de julio de 2017

“Nociones básicas sobre el Patriarcado: ¿Qué necesita el patriarcado para sobrevivir?”


En primer lugar, es importante mencionar que el patriarcado es una forma de organización social, consistente en una estructura básica de grupos familiares, construidos en torno a un varón. Para que él superviva, debe dominar toda la organización social de la sociedad, además de la producción, el consumo, la política, el derecho y la cultura. Luego, la dominación por el patriarcado de todos esos elementos corresponde a un aspecto esencial para su supervivencia. Otro, sin duda, es la división social y sexual del trabajo, con la atribución de tareas distintas a los hombres y a las mujeres, institucionalizando tal diferenciación que tiene su origen en las diferencias biológicas de la reproducción. Pues es así que surgen los estereotipos, con asignación de valores distintos para unos y otros roles y con la sobrevaloración de aquellos atribuidos a los hombres. Igualmente, una tasa elevada de mortalidad infantil se muestra fundamental para el mantenimiento del patriarcado, pues que obliga a las mujeres a tener muchos hijos, para asegurar que algunos de ellos lleguen a fase adulta, limitando su campo de actuación a la reproducción en el ambiente privado. Del mismo modo, la heterosexualidad es otro aspecto de crucial para la continuidad del sistema patriarcado, pues tal sistema no tiene como existir en relaciones entre lo mismo sexo. Por fin, su existencia también presupone la construcción de un estereotipo de masculinidad, fundado en un desequilibrio de poderes que pone entredicho las relaciones de género y así conduce a un proceso de naturalización de la violencia masculina como método de solución de conflicto.

¿Quiénes son sus valedores y transmisores?

El sistema de dominación cultural es común a muchas de las culturas, desde los inicios de la historia conocida hasta el presente. Así que, uno de los valedores del patriarcado es su universalidad, que funciona como arma psicológica, ya que permite apoyar la legitimidad del patriarcado en la naturaleza humana. En la misma dirección actúan las teorías evolutivas que sostienen que las diferencias biológicas entre los hombres y las mujeres les hacen desempeñar un papel diferente en la reproducción humana. En este sentido, afirman que la necesidad de protección que tuvieran las mujeres en sus periodos de reproducción – periodo correspondiente a gran parte de sus vidas en las sociedades primitivas - está el origen de la dependencia femenina. Aún que se haya mencionado el Derecho como factor de supervivencia del patriarcado, también lo es como su valedor, ya que apoya las desigualdades sociales en la relación entre los géneros, restringiendo considerablemente su autonomía y delimitando las capacidades respecto a los hombres. Además, la Historia, como se la conoce hoy, es fuertemente patriarcal e ignora y hace inviable a las mujeres; lo que implica la disminución de la participación femenina y la atribución exclusiva a los hombres por el desarrollo de la humanidad. Por lo tanto, también aparece como valedora del dicho sistema de dominación. Por añadidura, se apuntan también la propiedad privada, la industria y la división social en clases como aspectos imprescindibles para que una sociedad valide y se mantenga como patriarcal.


Por otro lado, como transmisores del patriarcado se puede apuntar las instituciones de toda naturaleza (pertenecientes al Estado o privadas), así como la mitología, la religión, la propia historia en general, sin olvidar de la literatura e de la ciencia. Igualmente, son transmisores todos los seres humanos – hombres y mujeres que asimilan e repasan esta forma de organización familiar adelantes a las futuras generaciones.



Rafaela Caldeira Gonçalves

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