Primero: Analice sus posibilidades económicas, no solo para comprarlo o adoptarlo, sino también para mantenerlo.
Segundo: Tenga en cuenta las dimensiones de su vivienda. Dependiendo de eso, así deberá
ser la raza de perro que escoja. Por ejemplo, no espere que un Pastor alemán
viva en un pequeño estudio.
Tercero: Haga cuentas e investigue cuánto puede gastar en su perro; para determinar si
cuenta con el presupuesto necesario.
Cuarto:
¿Sus ocupaciones diarias le dejan algo de tiempo para dedicárselo a su perro?
Recuerde que algunas razas requieren más tiempo que otras, sobre todo para
hacer el ejercicio necesario diario para su constitución. Además, ningún perro
es feliz estando día y noche solo.
Quinto: Compruebe que ni usted ni ningún miembro de su familia sean alérgicos al perro
que va a llevar a casa. Aunque una mascota es una experiencia inigualable, no
debe convertirse en un problema de salud.
Sexto: Recuerde que su mascota no siempre gozará de la misma salud con la que ha
llegado a casa, por lo que será necesaria una revisión, al menos, dos veces al
año.
Séptimo: No reciba un cachorro con menos de dos meses de edad, pues antes de este
tiempo, necesitará del alimento de su madre y de los anticuerpos que ella le
proporciona para compensar su aún débil sistema inmunitario.
Octavo: Pregunte por las vacunas que le han sido aplicadas al perro en el momento de la
entrega y encárguese de ponerle aquellas que todavía le hacen falta. El veterinario
le asesorará.
Noveno: Acuda a un criador serio y responsable, puesto que esta es la única persona capaz de
responder sobre la buena ascendencia del cachorro y su estado general.
Décimo: Recuerde que no se está llevando a casa un muñeco de peluche, sino a un ser
vivo que requiere de cuidados minuciosos para que lograr convertirse en un
adulto sano y equilibrado.
En resumidas
cuentas…
A lo largo de la Historia, los perros fueron
considerados sagrados por diversas culturas, apareciendo en el folclore, las
leyendas y la mitología de distintas civilizaciones antiguas. Por ejemplo, en
el antiguo Egipto los embalsamadores representaban a muchos de sus dioses con
cabeza de perro.
En la mitología de la antigua Grecia, el cancerbero figura como el insuperable guardián del inframundo. En el folclore del Imperio
Maya, se creía que el perro era el animal sagrado encargado de guiar al
espíritu hacia el más allá. En Nepal, hasta hoy, se celebra un día especial
para perros, en el cual se honra a estos seres sagrados con collares de colores
y enormes platos de comida.
En la actualidad, muchos los consideran como a un
miembro más de la familia y se ha demostrado científicamente que los perros aportan
beneficios a las vidas de los
seres humanos. Por ejemplo, se sabe que, quienes tienen perros en el hogar,
tienen mejor estado de salud, mejorando así el funcionamiento cardíaco, siendo
de gran ayuda con los problemas de socialización y, por supuesto, haciendo de
todos personas más felices.
Pepe
Cocodrilo
Notas
bibliográficas y citas:
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