lunes, 19 de septiembre de 2016

Pregunte a la Duquesa: sobre LA BELLEZA

        
La maja desnuda, Francisco de Goya

          ¡Hola, mis queridos correveidileanos!

Este mes, en vez de tratar más propiamente cuestiones de nuestra lengua castellana y alguna de sus peculiaridades, decidí compartir con vosotros algunas reflexiones que he hecho después de volver de mi viaje de verano y de haber participado de las semanas de moda de París y Milán; jornadas que han contribuido mucho a que yo pensara sobre los conceptos actuales de estética y belleza. Por más que esté de acuerdo con los cuidados de la belleza, hay que llamar la atención sobre el grave problema de los disturbios alimentarios.

Considerado el tremendo protagonismo que adquirieron la bulimia y la anorexia el siglo pasado, especialmente entre los jóvenes, y la relación que estos hechos demuestran tener con los patrones de belleza dictados por la moda actual, es necesario que se adopte una postura crítica con respecto a esta temática, además de que se intente informar a la población sobre los síntomas y graves consecuencias de tal problema.

Margarita de Austria
Aunque tales enfermedades no sean nuevas, las cifras de adolescentes afectados solo crece, por lo que se necesitan medidas inmediatas y efectivas en su contra. Tengo que deciros que, en realidad, desde la Edad Media ya existían registros de casos de anorexia entre las monjas de San Jerónimo. Igualmente –pero solo aquí entre nosotros- voy a contarles que fue esta misma enfermedad la que causó la muerte de la noble Margarita de Austria, tía de mi querido antepasado Carlos I de España, V de Alemania – El Rey Emperador, por lo que acabó falleciendo de inanición. 

Pese a que son ambas alteraciones disturbios alimentarios graves, la anorexia y la bulimia no son sinónimas y es necesario comprender sus sutilezas, en especial, para que el tratamiento sea adecuado; así como las orientaciones para los familiares de los enfermos. Mientras la anorexia es el rechazo a la ingestión de alimentos, la bulimia es la enfermedad relacionada con la ingestión voraz de aquellos, seguida de un gran sentimiento de culpa que lleva a la posterior inducción del vómito.

Sin duda, lo más preocupante es el desarrollo de tales enfermedades entre jóvenes de 12 a 25 años, con mayor impacto entre los de 12 a 17, cuando sus personalidades están en plena formación y, por lo tanto, son más susceptibles a las presiones externas de naturaleza cultural y social. 

En este panorama, los patrones de belleza dictados por la moda surgen como villanos para la construcción de una buena autoestima y de la aceptación de uno mismo. Para eso, también contribuyen los anuncios publicitarios que presentan incluso un doble discurso. Por un lado, divulgan el consumo de cosas calóricas y, por otro, en conjunto con la moda, incitan a los adolescentes a  adelgazar y a consumir solo cosas lights.

En la actualidad, aunque no se pertenezca a la realeza, parece importar más lo que se viste, lo que se calza y la apariencia, que lo que se piensa y se es. Cuando la imagen tiene más relevancia que la esencia, la dictadura de la moda, con chicas en las pasarelas con menos de una talla 40, reforzada esta idea por modelos y actrices muy delgadas, crean patrones estéticos nada razonables.

En verdad, tales enfermedades no dejan de ser una gran oportunidad para que se reflexione sobre los valores de nuestro tiempo y para que incluso se practique más la escucha, la paciencia y la comprensión tanto con los jóvenes como con los niños.
                                     
                            ¡Qué reflexionemos todos sobre esto!
  
La Duquesa

3 comentarios:

  1. Duquesa, sin duda, una reflexión muy importante.

    ResponderEliminar
  2. Una vez más, la Duquesa nos regala un momento de intensa reflexión. Gracias por todo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por sus comentarios, queridos Zorro y Pizpireta!

    ResponderEliminar