¡Hola, mis queridos correveidileanos!
Este mes, en vez de tratar más propiamente cuestiones
de nuestra lengua castellana y alguna de sus peculiaridades, decidí compartir
con vosotros algunas reflexiones que he hecho después de volver de mi viaje de
verano y de haber participado de las semanas de moda de París y Milán; jornadas
que han contribuido mucho a que yo pensara sobre los conceptos actuales de
estética y belleza. Por más que esté de acuerdo con los cuidados de la belleza,
hay que llamar la atención sobre el grave problema de los disturbios
alimentarios.
Considerado el tremendo protagonismo que adquirieron
la bulimia y la anorexia el siglo pasado, especialmente entre los jóvenes, y la
relación que estos hechos demuestran tener con los patrones de belleza dictados
por la moda actual, es necesario que se adopte una postura crítica con respecto
a esta temática, además de que se intente informar a la población sobre los síntomas
y graves consecuencias de tal problema.
Margarita de Austria |
Aunque tales enfermedades no sean nuevas, las cifras
de adolescentes afectados solo crece, por lo que se necesitan medidas
inmediatas y efectivas en su contra. Tengo que deciros que, en realidad, desde
la Edad Media ya existían registros de casos de anorexia entre las monjas de San
Jerónimo. Igualmente –pero solo aquí entre nosotros- voy a contarles que fue
esta misma enfermedad la que causó la muerte de la noble Margarita de Austria,
tía de mi querido antepasado Carlos I de España, V de Alemania – El Rey Emperador,
por lo que acabó falleciendo de inanición.
Pese a que son ambas alteraciones disturbios
alimentarios graves, la anorexia y la bulimia no son sinónimas y es necesario
comprender sus sutilezas, en especial, para que el tratamiento sea adecuado;
así como las orientaciones para los familiares de los enfermos. Mientras la
anorexia es el rechazo a la ingestión de alimentos, la bulimia es la enfermedad
relacionada con la ingestión voraz de aquellos, seguida de un gran sentimiento
de culpa que lleva a la posterior inducción del vómito.
Sin duda, lo más preocupante es el desarrollo de
tales enfermedades entre jóvenes de 12 a 25 años, con mayor impacto entre los de
12 a 17, cuando sus personalidades están en plena formación y, por lo tanto,
son más susceptibles a las presiones externas de naturaleza cultural y social.
En este panorama, los patrones de belleza dictados
por la moda surgen como villanos para la construcción de una buena autoestima y
de la aceptación de uno mismo. Para eso, también contribuyen los anuncios
publicitarios que presentan incluso un doble discurso. Por un lado, divulgan el
consumo de cosas calóricas y, por otro, en conjunto con la moda, incitan a los
adolescentes a adelgazar y a consumir
solo cosas lights.
En la actualidad, aunque no se pertenezca a la
realeza, parece importar más lo que se viste, lo que se calza y la apariencia,
que lo que se piensa y se es. Cuando la imagen tiene más relevancia que la
esencia, la dictadura de la moda, con chicas en las pasarelas con menos de una
talla 40, reforzada esta idea por modelos y actrices muy delgadas, crean
patrones estéticos nada razonables.
En verdad, tales enfermedades no dejan de ser una
gran oportunidad para que se reflexione sobre los valores de nuestro tiempo y para
que incluso se practique más la escucha, la paciencia y la comprensión tanto con
los jóvenes como con los niños.
¡Qué reflexionemos todos sobre esto!
La
Duquesa
Duquesa, sin duda, una reflexión muy importante.
ResponderEliminarUna vez más, la Duquesa nos regala un momento de intensa reflexión. Gracias por todo.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios, queridos Zorro y Pizpireta!
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