Me parece increíble que, a día de hoy, todavía haya mucha gente que vea el humor con sospecha. Hubo quien me dijo que yo disminuía la estatura del Quijote al afirmar que se trataba de un gran libro de humor, debido a que tiene cosas mucho más allá de la gracia. Por supuesto que las tiene. El humor no vive apenas de chistes de suegra o de loros, así como las tragedias no viven solo de cadáveres amontonados o de cubos de sangre. Hay autores como Cervantes, que por medio del humor revelan lo que tiene el hombre de más secreto, nuestra mezcla inseparable de comedia y tragedia. Si no fuera así, Virginia Wolff no habría llorado cada vez que leía a Cervantes.
Para respaldar mi argumento, llamo a un
hermano mayor y más fuerte, Alberto Moravia: “Siempre he preferido los libros
cómicos a los trágicos. Mi gran ambición es escribir un libro cómico, no
obstante, como sabéis, es el género más difícil de todos. ¿Cuántos de ellos
hay? ¿Cuántos se pueden nombrar? No muchos: El
Quijote, Rabelais, The Pickwick
papers, El asno de oro, Los sonetos de Belli, Almas muertas, de Gógol, Boccacio y el Satiricón… He aquí mis libros
ideales”.
Si Moravia tiene razón, si el cómico es
el género más difícil, ¿cómo queda su traducción? No pienso que un traductor
tenga que ser humorista para hacer frente a Cervantes, pero, de algún modo, si
tiene familiaridad con el género, sin duda le ayudará. Así pues, al cotejar el
original con la traducción de los vizcondes de Castillo y Azevedo me di cuenta
de que decenas de chistes se echaron a perder, por lo general, porque
simplemente malograron la concisión y la agilidad. Y, muchas veces, los nobles
portugueses ni se dieron cuenta de que era una broma. En el capítulo XII, de la
Primera parte, un pastor dice “estil” y don Quijote le corrige: “estéril”. El
pastor le contesta: “Estéril o estil, sale todo por el mismo lugar”. Los
nobles: “Estéril o estil, que al final todo viene a ser lo mismo”. A mi juicio,
no hay ninguna duda acerca de la dirección.
Todo
el humor de la escena de los molinos de viento, en concreto, está en la acción.
De modo que traducirla no es, en cuyo caso, más complicado que traducir una
escena trágica. Basta con no destrozar la fluidez del texto. Pero el Quijote tiene muchos juegos de palabras. Incluso siendo el español y el portugués idiomas muy análogos, gran parte de estos juegos se pierden si no se tiene la osadía y la
astucia de recrear.
En
el capítulo XXVI, de la Segunda parte, después de que don Quijote hace añicos con
la fuerza de su espada el teatro de marionetas de maestro Pedro, este dice,
literalmente: “Con que me pagase el señor don Quijote alguna parte de las
hechuras, que me ha deshecho, quedaría contento...”. ¿Cuántos de nosotros entendemos
el chiste sin consultar el diccionario? Y aun entendiéndolo, tenemos otro
problema: la palabra “hechura” perdió su contexto, se ha vuelto ridícula. Así
que, partí para el regate: “Si el señor don Quijote me pagara una parte de lo
que su hecho deshizo...”.
Asimismo
hay chistes que dependen del conocimiento de la época, de las costumbres y de
la cultura. En el capítulo XLVI, del primer tomo, Sancho vio a la supuesta
princesa Micomicona a los besos con un jinete y dice algunas palabras: “¡Con
perdón de las tocadas honradas!” Véase, en español, “tocada” y “toucada” son
una sola palabra. Por un lado, está el veneno de la lengua de Sancho. Como las
damas honradas llevaban toca, surgió la expresión “con perdón de las tocas
honradas”, que corresponde a “perdonadme las señoras presentes”. Como un juego
de palabras perdido en portugués, traté de guardar el veneno: “dígase con
perdón de las honradas... cortesanas”. Mire, me vi obligado a hacer una pausa,
para hacer hincapié en el doble sentido de cortesana, algo que
"tocada" hace con una de las manos en la espalda.
Por
otro, están sus refranes, que son verdaderos torrentes. Conviene distinguir
que, hay dichos españoles de comprensión inmediata en Brasil, algunos de ellos
son los mismos con otro juego de palabras. En contrapartida, hay muchos otros
que no tienen ningún sentido o que pierden las rimas y la gracia. En esta
línea, me pasé horas y horas sumergido en la búsqueda de los refranes
correspondientes. Correspondientes, teniendo en cuenta no solo el sentido, sino
el humor y la agilidad. Debo agregar que, dos o tres veces, desesperado, tuve
que adaptar, como es el caso de “no con quien naces, sino con quien paces” que
se convirtió en “no importa que se coma, sino con quién se coma”.
¿Y
las expresiones? En la famosa escena del escrutinio de la biblioteca, el cura
le dice a la criada que quemen los libros grandes. Entonces se describe, de
forma literal: “No se dijo a tonta ni a sorda, sino a quien tenía más ganas de
quemarlos que de echar una tela, por grande y delgada que fuera”. “Echar una
tela” es tejer una tela y, al mismo tiempo, hacer el amor. Los Vizcondes
tradujeron: “No lo dijo a ninguna tonta ni sorda, que más ganas tenía ella misma
de verlos quemados que de poner al telar una tela, por grande y delgada que
fuera”. “Tela” también puede ser telaraña, pero ¿dónde está su sentido aquí? Y
la gracia, ¿dónde está? Pienso que me acerqué más a ellos: “No dijo la tonta ni
la sorda, sino a quien tenía más ganas de quemarlos que hacer de las suyas,
fuera lo que fuera o con quién”.
Como
se ve en estos ejemplos, queda bastante claro que una traducción no es una
lucha que uno gana por nocaut, sino por puntos. Dicho lo cual, prima la
necesidad de tratar de no malgastar ningún puntito.
Ernani
Ssó
Traducción
de Mei Santana
Excelente trabajo de nuestra compañera Mei. Sin duda, una traducción fantástica que, a ciencia cierta, no le habrá dado poco trabajo. Un beso grande y, una vez más, felicidades por la sección tan didáctica e instructiva y gracias también a Ernani por su generosidad.
ResponderEliminarPara mí es siempre un reto participar de trabajos tan importantes como es el MI VIDA CON EL QUIJOTE. Les agradezco a Marta y a Ernani por confiar en mi trabajo, seguro que ha sido muy laborioso, pero el resultado fue fantástico. Abrazos!!!
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