lunes, 26 de octubre de 2015

Psicofonía, voces del más allá

De entre los fenómenos paranormales, uno de los más escalofriantes son las psicofonías, grabaciones de voces de origen inexplicable. El término psicofonía está formado por las partículas psique y fono, o sea, un sonido de origen psíquico, también conocido como fenómeno de voz electrónica o parafonía.

El primer registro que se conoce de esta actividad paranormal ocurrió en 1959, cuando el productor de documentales y cantante de ópera Friedrich Jürgenson resolvió grabar con su magnetófono el canto de los pájaros en el bosque cerca de su casa, en Estonia. Cuando escuchó la grabación en su casa, además de los pájaros, había también una voz imitándolos y hablando en noruego. Pensó que se trataba de alguien que estaba cerca del bosque.

Al día siguiente, siguió nuevamente el procedimiento, sin embargo poniendo el cuidado necesario y asegurándose de que estaba solo. Esta vez, al tocar la grabación, escuchó perfectamente una voz que reconoció como la de su madre, ya fallecida. La voz decía: “Friedel… mi pequeño Friedel… ¿Puedes oírme?”, Friedel era una forma cariñosa de tratamiento entre ellos que nadie más conocía.

Muchos han estudiado este extraño fenómeno y uno de los más destacados fue el parapsicólogo español germán de Argumosa (1921-2007), cuyo trabajo fue reconocido a través del Premio de la Sociedad suiza de Parapsicología en 1977. Argumosa fue responsable de registrar la psicofonía más larga y aterradora de la historia, con una duración de 10 minutos. Pocos tuvieron contacto con el contenido completo de la grabación porque, según el parapsicólogo, “podía herir la sensibilidad de quien la escuchaba e incluso temía que la impresión de escucharla fuera mortal si alguien tenía el corazón débil o era impresionable”. Ni tan siquiera Íker Jiménez, el afamado periodista y presentador del programa de fenómenos paranormales “Cuarto Milenio”, tuvo acceso a ella.

La grabación fue hecha por Argumosa en Madrid, en el sótano de la casa de un famoso artista cuyo nombre nunca fue desvelado. Ruidos y voces agonizantes de diferentes personas, “agua, agua,… me ahogo”, decía una de ellas. “Ya te tengo Juan, ¡Te mataré! ¡Te matareeé!”, grita la voz de una mujer.

A seguir pongo el enlace con parte de esta fuerte grabación. Prepárate y escúchala bajo tu propia responsabilidad. ¡Qué tengáis dulces sueños!


Alessandro S Silva






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