De
pronto el día se hace noche
Exhausto
de tanto caminar
Ya
no tengo más fuerzas
Me
detengo a descansar.
Me
siento en la acera y me pongo a llorar...
Mi
perro va conmigo, mi compañero, mi amigo
Con
él paso el día y reparto la ración
Grito
de desesperación
¡Oh,
vida cruel, hasta cuándo voy a soportar!
La noche llega furtiva
Y,
sin un duro, me pongo a pensar...
Escucho
el eco del silencio,
El
clamor de mi alma
Y
apenas un pedido de calma
Me
tranquiliza y me hace dormitar.
Me
traslado a otro mundo
Y un
destello en lo más profundo
Traspasa
mi ser
Y,
como por arte de magia,
Me
hace renacer.
Mei Santana
Que poema lindo!!! Amo suas publicações, Mei Santana. Beijos de todos os tricordianos.
ResponderEliminar