Ahora
que conoces un poco de mi trayectoria en la organización financiera, voy a
darte algunos consejos sobre cómo ahorrar, consejos esos que pueden o no
ayudarte, dependiendo de tu forma de vivir y tus deseos.
En
primer lugar traté de vivir dos o más pasos por debajo de lo que podía, es
decir, no gastando todo lo que gano. Está claro que, a veces, me concedo
pequeños caprichos, pero todo está muy bien planeado. Como he explicado en el
texto anterior, tengo una planilla simple donde pongo mis entradas y salidas de
dinero; además de esto, registro todos mis gastos con tarjeta en esta planilla,
así puedo saber exactamente en todo momento cuándo tengo que parar de gastar.
Una
vez hechos todos esos controles iniciales, verifiqué lo que cada banco me
ofrecía y, luego, traté de cambiar de banco cuando el mío no quiso sacarme la
tasa de administración mensual. Pero para que sepas, ahora yo lo sé, todos en
Brasil tenemos el derecho de tener una cuenta corriente y un paquete de
servicios básicos gratuitos. Puedes
preguntar en tu banco, ahora bien, si el paquete básico no te atiende,
hay que negociar descuentos con el banco.
Otra
tasa de servicio que no pago más, desde hace muchos años, es la tasa anual de
la tarjeta de crédito. Hoy en día, en Brasil, hay tarjetas libres de esas
tasas. Yo opté por tener tarjetas que me dan puntos que pueden convertirse en
descuentos en la factura o billetes aéreos, aunque para eso se suele necesitar
algún tiempo para lograr algo.
Las
tarjetas que más puntos dan suelen ser las que cobran las tasas anuales, pero
puedes resolverlo haciendo lo siguiente cuando la cobranza venga en tu factura:
Llamas a la administración y les pides exención de la anualidad porque eres un
cliente fiel, pagas la factura puntualmente y, además de eso, hay otras
tarjetas que no cobran tasas. Es muy probable que te ofrezcan un descuento,
pero insiste, algunas veces se logra el descuento total.
Hoy
en día solo tengo Netflix, cancelé mi TV por cable y no me arrepiento, la tuve
durante muchos años, y todos los años que la tuve siempre negocié los valores,
pero llegó el día en el que cien reales al mes por un paquete donde solamente
tres o cuatro canales me interesaban no merecía la pena. Contraté un paquete de
internet que he negociado mucho y, además de utilizarla para el móvil, la
utilizo para ver Netflix, cuyo contrato es de mi cuñado, por lo que no pago
nada.
Otras
economías que hago en casa son, por ejemplo, apagar las luces en los lugares
donde no hay nadie. No usar la lavadora para secar la ropa en días soleados. La
gran mayoría de mi ropa no necesita plancha. Como me ducho dos veces al día,
intento no estar más de diez minutos en cada baño.
En
la cocina, la economía que intento hacer es no preparar mucha comida, a penas
lo suficiente para dos. Cuando sobra comida, tratamos de comerla al día
siguiente. Por ejemplo, con el arroz que sobre puedes hacer una sopa con pollo,
cebolla, patata, zanahoria y perejil. Te garantizo que quedará una delicia.
Otra cosa que hago es no comprar muchos alimentos perecibles: verdura, lechuga,
carnes, compro tan solo lo suficiente para la semana, pues todo lo que se
estropea es lo mismo que tirar dinero a la basura.
Comida,
ropa, todo lo que tengas en gran cantidad es lo mismo que tener dinero parado.
Cuando tienes lo suficiente, el dinero que sobra podría estar en la cuenta de
ahorro trabajando por ti. Estos son algunos consejos o ejemplos de actitudes
que he adquirido con el paso del tiempo y están ayudándome a construir un
futuro más rico, con menos cosas y más experiencias.
Otbat
Muchas gracias, por los consejos...son muy útiles cómo siempre!!
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