“La primera cena con alimentos cocidos en una olla a presión se sirvió
en los salones de la Royal Society de Londres en 1682. Su inventor, Denis
Papin, la llamó ‘digestor a vapor’”. Desde entonces, la olla a presión se ha
convertido en un elemento indispensable en la cocina moderna para la mayoría de
los hogares del mundo. En la actualidad, pueden conseguirse en el mercado
diferentes tipos, con diversas capacidades, niveles de funcionalidad y, claro
está, precios.
Los principios de uso son una tapa, con una
goma, que cierra totalmente la olla y, por ende, el vapor de agua no logra
salir. Además, la presión interna de la olla va a ir aumentando poco a poco
según el sistema se vaya calentando. De esta manera, el alimento se cocina a
mayor velocidad.
Figura 1 |
Este dispositivo basa su principio de funcionamiento en el hecho de que
la temperatura de ebullición de un líquido dependerá de la presión a la que
esté sometido, de tal forma que a más presión mayor temperatura. La figura 1
representa un recipiente cerrado, tal y como es la olla de presión, con su tapa
ajustada, al que se le aplica calor y que contiene agua (elemento azul). Las
pequeñas bolitas azules representan las burbujas de vapor que abandonan el estado
líquido durante el calentamiento.
Estos vapores, como están confinados y no pueden escapar, van
gradualmente incrementando la presión dentro de la olla y, con ello, la presión de vapor saturado del agua, por
lo que esta no podrá entrar en ebullición. El incremento de presión terminará
levantando el peso, que cierra un pequeño conducto al exterior, y los vapores
escaparán haciendo que la presión interior se estabilice en un valor fijo; si baja,
el peso cae y cierra el conducto, si sube el peso se levanta y deja escapar
vapores en una suerte de regulador de presión.
Durante este proceso, al agua de la olla ha ido ganando en temperatura y entra, al fin,
en ebullición a un valor más alto, como si la olla estuviera abierta a la
atmósfera. El incremento de temperatura, dependerá de la magnitud del peso
colocado para cerrar el agujero de escape y del diámetro de este.
Este incremento de temperatura hará que los alimentos se cuezan mucho más
rápido, que es la aplicación principal de la olla a presión. Por consiguiente,
el uso de la olla a presión ha hecho que se gane en tiempo de cocción algo que,
de modo indirecto además, significa un considerable ahorro de energía.
Como existe una posibilidad real de que el agujero de escape se obstruya
por restos del alimento que se está cociendo, todas las ollas a presión tienen una
válvula de seguridad, que se abre cuando la presión interior sobrepasa un
límite de seguridad establecido, para evitar su explosión.
Algunas preguntas interesantes:
¿Cuánto tiempo se tarda en cocer los
alimentos en una olla a presión?
Las instrucciones de las ollas suelen ser muy poco
explicativas. Una buena regla es
cocer de la mitad a un tercio del tiempo que necesitaría el mismo plato en una
olla normal.
Esto suele ser, casi siempre, más tiempo del que indican las instrucciones. Sin
embargo, hay excepciones importantes: no vale para las legumbres ni para muchas
verduras. Algo muy importante es que los tiempos en la olla a presión se cuentan siempre
desde el momento en que se alcanza la presión y la olla se sella, no desde que se pone al fuego.
¿Qué presión tiene mi olla?
Las instrucciones de las ollas suelen indicar qué presión corresponde a cada una de las posiciones
de la válvula reguladora. Pero, a veces, esto no es así y puede ser un inconveniente a la hora
de seguir algunas recetas. La
diferencia entre una presión y otra no es mucha, pero se acaba notando. Lo
mejor es buscar las instrucciones en internet o contactar con el fabricante
para obtener la mejor información posible sobre las características de la olla
para sacarle el máximo partido.
¿Son seguras las ollas a presión?
Puede que os hayan contado alguna explosión
memorable. Los que lo han sufrido no quieren volver a ver una olla a presión en
su vida, puesto que la comida llega hasta el techo, además del peligro de
quemaduras, etc. Lo más frecuente es que exploten al intentar abrirlas, estando
todavía bajo presión, pero lo cierto es que las ollas modernas no se pueden
abrir si tienen presión, es imposible, así que no explotarán por ese motivo.
Por eso nunca hay que intentar abrir una olla a presión a la
fuerza.
Lo que sí puede dar problemas son las válvulas
obstruidas: por ellas escapa el vapor si la presión es demasiado alta. Por eso
es importante consultar las instrucciones para tener
las válvulas limpias y en su
punto. Suele haber
varias salidas aunque, de todas formas, es esencial tenerlas en perfecto
estado. Además, las ollas soportan cuatro veces más presión de la habitual para
cocinar. Si la presión es demasiado alta la olla se deforma y acaba por no
funcionar bien, pero sin llegar a explotar.
Precauciones cuando se usa la olla a presión
Si quieres evitar accidentes con la olla a presión debes seguir las
siguientes instrucciones:
1. Nunca
deberá llenarse la olla por encima de la capacidad nominal, un nivel muy alto
hará que fragmentos de los alimentos que se cuecen puedan alcanzar el conducto
de salida, obstruyéndolo. Es recomendable no llenar la olla más de
2/3 de su capacidad y
si se trata de alimentos que “crecen”, como las legumbres, no llenarla más de
1/2 de su capacidad.
2. Jamás destape la olla que contenga
presión en el interior porque el contenido caliente será dispersado
violentamente.
3. No debe usarse una olla que tenga escapes por la
junta o empaque de la tapa, ya que esto acelera la pérdida de líquido interior
con el riesgo de que se seque y, además, queme el contenido.
4. Debe colocarse siempre una cantidad de agua segura, de acuerdo al tiempo
previsto de cocción, para evitar el secado interior.
5. Nunca abandone por largo tiempo la olla funcionando
sin vigilancia.
6. Si en un tiempo razonable, la válvula no empieza a dejar escapar
presión, apáguela inmediatamente, puede estar obstruido el conducto de escape.
7. Muchas ollas a presión tienen la válvula de
seguridad de simple uso, si alguna vez se dispara, jamás hay que sustituirla
por otra cosa que no sea un repuesto adecuado.
8. Hay alimentos que durante la cocción inicial
producen abundante espuma, estos alimentos deben cocerse unos
minutos con la olla a presión destapada hasta que el proceso de producción de
espuma termine, luego se tapará.
9. Una vez que la válvula reguladora de presión
comienza a dejar escapar vapores, el fuego debe bajarse a un valor medio, para
evitar excesiva ebullición dentro de la olla que puede arrastrar fragmentos de
alimentos y obstruir el conducto de salida de vapores.
Para concluir:
La olla a presión es un buen ejemplo de cómo
conceptos científicos pueden ser utilizados para la confección de aparatos tan
útiles como este. Su simplicidad constructiva y su práctico mantenimiento,
garantizan su enorme popularidad. La mayor velocidad de cocimiento, aliada a
una significativa reducción en el consumo de energía, han asegurado la
presencia de la olla a presión en todos los hogares del planeta, quizás de todo
el universo…
Pepe Cocodrilo
Notas
bibliográficas y citas:
http://www.quo.es/ser-humano/quien-invento-la-olla-a-presion
http://www.record.com.pe/es/producto/57/olla-a-presion-alumpress.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario