Un tatuaje es la
grabación de un dibujo mediante materias colorantes indelebles o de pequeños
cortes en la piel. Se llama tatuaje, por lo tanto, al dibujo o al texto que se
realiza sobre la piel inyectando tinta debajo de la epidermis. La técnica, con variaciones, se emplea desde hace miles de años, de
acuerdo con los registros detectados por arqueólogos.
La evidencia más
antigua de tatuajes en momias se encontró en una perteneciente a la Cultura Chinchorro, en la costa de Perú. En ella se conservan tatuajes datados en el año 2000 a. C. En 1991 se encontró una momia dentro de un glaciar, en los Alpes
de Ötztal (Austria), con 57 tatuajes en la espalda y cuya antigüedad se cifra en más de 5200 años, según Cate Lineberry.
Esta momia constituye el cadáver humano con más piel que se ha
encontrado y cuya antigüedad se estima en unos 5200 años.
Aunque la palabra
tatuaje posiblemente proviene del samoano “tatau”, que significa marcar o golpear
dos veces (en referencia al método tradicional de aplicar los diseños o
plantillas), se incorpora al español a través del francés, tatouage. Los marineros que viajaban por el Pacífico encontraron a
los samoanos y aquellos, que se quedaron fascinados con sus tatuajes, tradujeron erróneamente
la palabra "tatau" como tatuaje. En japonés, la palabra usada para los diseños
tradicionales o aquellos diseños que son aplicados usando métodos tradicionales
es “irezumi” (inserción de tinta), mientras que “tattoo” se usa para diseños de
origen no japonés.
El arte de
tatuar se remonta en el tiempo y va más lejos de lo que la mayoría de la gente
piensa. Los egipcios, desde la XI dinastía (hace unos 3000 años), ya conocían y
practicaban la técnica del tatuaje. Una de las más famosas momias tatuadas es
Amunet, que fue sacerdotisa de la diosa Hathor, en Tebas. Se le observaron
varias líneas y puntos tatuados sobre su cuerpo. En la Momia de Asecond también
se encontraron estos mismos modelos, pero además tenía punteada su región
púbica más baja. Las evidencias hasta la fecha sugieren que, en el antiguo
Egipto, este arte estaba restringido a las sacerdotisas.
El
tatuaje fue reintroducido en la sociedad occidental por los expedicionarios ingleses
dirigidos por el Capitán Cook, en su regreso de Tahití, en 1771. Esto explicaría
la natural asociación que ha prevalecido hasta los días de hoy entre los
tatuajes y los marineros. Incluso miembros de la realeza británica volvieron
tatuados de sus viajes por los Mares del Sur.
La asociación entre tatuajes
y delincuencia provino también de esta época. Los marineros, gente que a menudo
se embarcaba durante largos períodos de tiempo para evitar a la justicia, fueron
fomentando esta asociación. Los tatuajes permanecieron en letargo hasta que
resurgieron con los hippies durante los años 60 y 70. Estos adoptaron el
tatuaje y lo elevaron a la categoría de Arte, abandonando los motivos marineros
y realizándose grandes diseños coloridos, acorde con la época. Esto hizo que el
tatuaje saliese de los puertos y empezase una primera etapa de popularización.
Hoy en día, estos hippies son
oficinistas, maestros y directivos, sin embargo en
su piel perduran las marcas de su juventud, lo que ha contribuido a la
globalización del tatuaje, desligándolo por completo de marineros y
delincuentes. Esta reconversión de la aceptación social del tatuaje ha llevado
a que la gente sienta, cada vez más, interés por decorar su cuerpo.
Tatuajes maoríes (Nueva Zelanda) |
Se cree que el proceso del tatuaje era mucho más elaborado de lo que
lo es en la actualidad. Se trataba de un ritual que, por ejemplo, en Egipto se
realizaba casi en exclusividad por mujeres, un proceso doloroso que la mayoría
de las veces se usaba para demostrar valentía o confirmar la madurez, de la
misma forma que todavía se puede observar en los rituales de tribus de Nueva
Zelanda. Borneo es uno de los pocos lugares del mundo donde se practica todavía
hoy la forma tradicional del tatuaje tribal. El tatuaje recuerda el arte de
Bali y Java y los instrumentos para el tatuaje son similares a los usados en la
Polinesia. El tatuaje de la Polinesia fue el más artístico del mundo antiguo,
estaba caracterizado por diseños geométricos elaborados, los cuales eran embellecidos
y renovados durante toda la vida del individuo hasta que cubrían su cuerpo por
entero.
Según relata Marco Polo, por lo vivido en sus
viajes, el respeto hacia una persona se medía por la cantidad de tatuajes que
esta tenía. El tatuaje se usaba también como castigo y los individuos acusados
de sacrilegio debían ser tatuados. Debido a esto, los médicos griegos y romanos
empezaron a practicar la retirada de tatuajes. Lentamente se abandonó el tatuaje
de esclavos y criminales cuando se extendió el cristianismo en el Imperio
Romano. El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, emitió un
decreto en contra de esta actividad. Se cree que la actitud negativa contra el
tatuaje tuvo su origen a raíz de este decreto.
En Norteamérica, se asoció
el tatuaje con prácticas religiosas y mágicas, era un
rito simbólico y una marca única que permitiría que el alma superara los
obstáculos en su camino hacia la muerte. El tatuaje era una práctica común
entre los nativos de América Central, que se tatuaban en sus cuerpos imágenes
de dioses. Sin embargo, el arte del tatuaje fue redescubierto por los
exploradores. Banks, un artista y científico que navegó junto al Capitán Cook,
describió en 1769 el proceso del tatuaje de la Polinesia. Los marineros de Cook
iniciaron la tradición de los hombres de mar tatuados y extendieron con rapidez
esta afición entre los marineros, quienes aprendieron este arte y lo
practicaron a bordo. También fueron los viajes de Cook los que describieron el
arte Moko entre los maoríes, un doloroso y elaborado proceso que duraba meses y
que tenía como resultado diseños negros en espiral y a rayas.
Alrededor del 1000 a. C., el tatuaje logró entrar, por medio de las rutas comerciales, a la India, China y Japón. A pesar de un glorioso inicio en Japón, el tatuaje solía estar reservado para aquellos que habían cometido crímenes serios, por lo que los individuos tatuados eran aislados por sus familias, esto constituía el peor de los castigos. El emperador Matsuhito, ante la apertura de Japón a Occidente, decidió prohibir los tatuajes para no dar la impresión de salvajismo ante los extranjeros.
En América, donde habían existido desde siglos antes, solo tuvieron eco masivo durante la Guerra Civil. Uno de los primeros artistas profesionales fue C. H. Fellows. Se considera que el primer estudio de tatuajes fue abierto en 1870, en Nueva York, por Martin Hildebrant, un inmigrante alemán, cuyo mayor competidor fue Samuel O' Reilly inventor de la máquina de tatuar en 1891. Este aparato estaba inspirado en una maquinaria inventada por Thomas Edison. Alrededor de 1900 ya existían estudios de tatuaje en casi todas las ciudades importantes. Hoy en día, es famoso en el mundo entero del tatuaje el nombre de Sailor Jerry Collins (1911-1973).
En España, se puede empezar a hablar de tatuajes alrededor de los años sesenta y setenta. Esta actividad comenzó en las zonas portuarias, donde se tatuaban marineros, pero también personas adineradas que disponían de embarcaciones. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el fenómeno se difundió aún más, de manera especial entre las clases medias y altas, con el nacimiento de una cultura alternativa que consideraba este arte como una forma de extravagancia. En los años ochenta, bajo el impulso de la cultura punk, heavy, rock o de nuevas tendencias, los jóvenes empezaron a interesarse por los tatuajes.
Alrededor del 1000 a. C., el tatuaje logró entrar, por medio de las rutas comerciales, a la India, China y Japón. A pesar de un glorioso inicio en Japón, el tatuaje solía estar reservado para aquellos que habían cometido crímenes serios, por lo que los individuos tatuados eran aislados por sus familias, esto constituía el peor de los castigos. El emperador Matsuhito, ante la apertura de Japón a Occidente, decidió prohibir los tatuajes para no dar la impresión de salvajismo ante los extranjeros.
En América, donde habían existido desde siglos antes, solo tuvieron eco masivo durante la Guerra Civil. Uno de los primeros artistas profesionales fue C. H. Fellows. Se considera que el primer estudio de tatuajes fue abierto en 1870, en Nueva York, por Martin Hildebrant, un inmigrante alemán, cuyo mayor competidor fue Samuel O' Reilly inventor de la máquina de tatuar en 1891. Este aparato estaba inspirado en una maquinaria inventada por Thomas Edison. Alrededor de 1900 ya existían estudios de tatuaje en casi todas las ciudades importantes. Hoy en día, es famoso en el mundo entero del tatuaje el nombre de Sailor Jerry Collins (1911-1973).
En España, se puede empezar a hablar de tatuajes alrededor de los años sesenta y setenta. Esta actividad comenzó en las zonas portuarias, donde se tatuaban marineros, pero también personas adineradas que disponían de embarcaciones. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el fenómeno se difundió aún más, de manera especial entre las clases medias y altas, con el nacimiento de una cultura alternativa que consideraba este arte como una forma de extravagancia. En los años ochenta, bajo el impulso de la cultura punk, heavy, rock o de nuevas tendencias, los jóvenes empezaron a interesarse por los tatuajes.
Hoy en día, el tatuaje representa algo diferente para cada persona.
Dentro de los diferentes estilos se encuentran nombres plasmados que hacen
referencia a un ser querido, alguien a quien se admira o el propio nombre,
también hay frases que hacen referencia a algo importante, una ideología o
palabras con las cuales, el que se tatúa, se siente representado.
Por otra parte, hay
representaciones gráficas de animales o flores, algo que demuestra la
admiración y el respeto hacia la naturaleza o, en cierto modo, un tipo de
compromiso por preservar la biodiversidad que ofrecen las distintas zonas
geográficas en cuanto a la flora y la fauna. El tatuaje no cambia el carácter
de las personas, es tan solo algo que se busca para demostrar una serie de
ideales personales y el deseo de exteriorizarlos.
La sociedad moderna comienza
a aceptar el tatuaje como una expresión artística fuera de una moda pasajera,
evitando verlo como un tabú y tomándolo como un simbolismo de los ideales
personales de cada ser humano. El tatuaje se ha convertido en una parte de la
vida cotidiana de cualquier sociedad y algo que va más allá de las modas, puesto
que para la mayoría no es un simple capricho momentáneo sino algo con lo que
convivirán el resto de sus vidas. Se trata de algo digno de mostrar y admirar,
conformando casi una prenda más de vestir, pues está reemplazando, de alguna
manera, la ropa o complementando la apariencia de la persona.
Pepe Cocodrilo
Bibliografía
y citas:
http://baupres-mag.com/tatouage/
http://tattoosguatemala.weebly.com/articulos/los-primeros-hombres-y-mujeres-tatuados
Hay también un tema muy polémico en torno al tatuaje, que es tatuaje en animales.
ResponderEliminarLos gatos, perros y cerdos viene siendo blanco de los tatuadores, y esta práctica también se llama "arte", según los adeptos del tatuaje.
En 2007, el artista belga Wim Delvoye puso en marcha la exposición Art Farm, en que tatuó varios cerdos con el logo de Louis Vuitton e imágenes religiosas, además de personajes de dibujos animados de Disney, como la sirena Ariel.
A mi ver, esta es una práctica cruel e innecesaria, pero compite a los poderes legales de la justicia establecer un orden y poner fin a esta actividad absurda.