martes, 30 de marzo de 2021

Pregunte a la Duquesa: sobre neologismos

 ¡Hola, mis queridos correveidileanos!

¿Cómo estáis? Espero que bien, cuidando de vuestra salud y todavía cuarenteneando en casa, ¡así lo espero! ¡Ojalá podamos salir de toda esta situación lo antes posible y celebrarlo con nuestros amigos y familia!

Bueno, para la columna de este mes, me pareció interesante destacar la creación de algunos neologismos. Una de las cosas más hermosas en el aprendizaje de una lengua es percibirla como un ente vivo. Todavía más encantador y divertido es analizarla como un ser vivo capaz de crear palabras y expresiones en razón de las nuevas situaciones o necesidades que surgen en la sociedad. Entonces, ¡arranquemos para ver algunas de ellas!

La primera palabra es vacunódromo, con la que se alude, en general, a grandes instalaciones habilitadas para vacunar, término reconocido ya como válido en español. Este surgió con motivo de las intensas campañas de vacunación que se están llevando a cabo por todo el mundo. En los últimos tiempos es habitual leer noticias como: «Los médicos rechazan los vacunódromos para las vacunaciones masivas», «El hangar de Delta Air Lines se convierte en un gran vacunódromo». 

Este neologismo, formado a partir del sustantivo vacuna y de la base culta –dromo, presente en términos como hipódromo o velódromo, y que, como indica la Gramática, solía aludir a lugares en los que tenían lugar carreras, hoy también se refiere al espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados, como en cosmódromo, rockódromo, y en este caso concreto, a la administración masiva de vacunas.

 Dado que vacunódromo se adecua a las pautas morfológicas del español y su significado es transparente, no es necesario escribir dicha palabra en cursiva o entre comillas. Ahora bien, si lo que se desea es marcar la novedad del término, estos recursos serían admisibles. Por otro lado, también es correcto usar la voz vacunatorio, que se usa en determinados países de América y que figura en el Diccionario de americanismos, para referirse a este tipo de lugares.

 Otro neologismo que no se puede dejar de citar es la voz bromance que está formada para referirse a una amistad íntima, no sexual, entre hombres, y no necesita comillas ni cursiva. De esta voz y el término romance se ha formado por acronimia bromance para referirse a una amistad muy estrecha entre hombres, sin carácter sexual. Dado que se adapta sin problemas a las pautas ortográficas del español, no necesita cursiva, aunque no sea incorrecto añadirla para destacar su novedad. Tampoco es necesaria la mayúscula, puesto que se trata de un nombre común. 

Aunque esta voz no sea censurable, conviene recordar alternativas como amistad del alma, que resulta menos precisa porque no se restringe a los hombres, pero que puede transmitir una idea similar a la de bromance. En las noticias se puede encontrar esta palabra escrita de diversas formas, como en los siguientes ejemplos: «El ‘bromance’ de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio ha sido lo mejor de la temporada de premios» o «Este nuevo bromance aún no se ha estrenado y ya está dando que hablar». 

El Diccionario de americanismos recoge brother como anglicismo crudo, al igual que la adaptación bróder, con el sentido de ‘amigo íntimo, compañero inseparable’, al tiempo que señala que se emplea en países como Estados Unidos, Honduras y Bolivia. En su lengua original, brother es el hermano varón en sentido amplio, ya sea por vínculo familiar o por hermandad.

Bueno, mis queridos lectores, con o sin bromance y vacunas, pero siempre con castellano de calidad, espero haberos entretenido una vez más.

La Duquesa

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