domingo, 10 de enero de 2021

"La Otra Mirada" (Capítulo 18) Temporada 2

 “Baile de máscaras”

Este capítulo presenta varios hechos que se pueden discutir y sobre los que reflexionar, en relación a las chicas del Instituto. Pero he decidido hablar sobre una estudiante en particular y su crisis para resolver un lío en el que se ha metido. Su nombre, Flavia. Sí, la chica que se enamoró de Tomás y planeó huir con él al final de la temporada 1. No obstante, él no cumplió su parte: la dejó sola con un mensaje que decía que se casase con su prometido porque no podría darle el futuro que se merecía. Así lo hizo, ella se casó y ahora ha descubierto que está embarazada.

Hasta aquí, algo normal para una joven casada: constituir una familia, generando hijos para la prosperidad. Ese era el pensamiento de la sociedad del inicio del siglo XX, la mujer tenía su papel, el de cuidar de la familia, dejando de lado sus sueños y planes tanto personales como profesionales. La mujer, por lo tanto, debería dedicarse al hogar tan pronto como tuviese su primer hijo, siendo el marido el proveedor de la familia. Ese sería el que trabajaría para obtener un sueldo y éxito en su trayectoria laboral. Esta era una situación muy cómoda para las mujeres, pero no para Flavia, una mujer joven que vislumbraba un futuro diferente de ser madre. Su plan era seguir estudiando hasta lograr la licenciatura de Derecho. Por supuesto, soñaba con ser una exitosa abogada, así que tener un hijo en ese momento terminaría con su sueño, por lo tanto, debe buscar una solución, ya que su esposo no le dejará seguir estudiando si se convierte en madre.

La pobrecita Flavia se hunde en una crisis existencial. ¡Qué duda! ¿Seguir con el embarazo y desistir de su sueño? No es una pregunta fácil de responder, ya que la sociedad en la que vive es machista, no teniendo la opción de adaptar las actividades laborales con la maternidad. No buscó ayuda, apoyo ni tampoco discutió el problema con alguien. Por su cuenta y riesgo, buscó un sitio donde le pudieran practicar un aborto. Como no conocía ese mundo más oscuro, consultó a Inés, que le indicó la dirección, pensando que sería para una amiga de Flavia. Sola, insegura y con miedo, fue hasta el destino que resolvería su angustia y así volvería su vida a lo normal ,como estudiante y futura abogada. El capítulo termina con la llegada de Flavia a la Academia, sintiéndose mal y desfalleciendo en los brazos de sus amigas. 

Con esa escena, no se sabe si Flavia se sometió al procedimiento quirúrgico. Lo que destaco aquí no es discutir si se debe legalizar o no el aborto, sino reflexionar sobre el papel secundario de la mujer en la sociedad. Poco importan sus deseos, sueños y planes como mujer, madre y profesional. Una vez casada, la mujer pierde el derecho de ser lo que quiera, debiendo vivir bajo el mandato de su esposo. En busca de su libertad, Flavia va hasta el extremo sacando una vida de su vientre porque no desea ser una mujer de la década de los 20, sin valor ni futuro. Su desesperación es tan grande que arriesga su propia vida: prefiere morir a vivir sin esperanza. Y tú, querido lector, ¿Qué harías si estuvieras en el lugar de Flavia? Creo que no podemos renunciar a luchar por una sociedad más igualitaria, humanitaria y sin prejuicios. ¡Seamos determinados y valientes! Usemos las máscaras (sociales) solo para bailar... 

Cervantito, el perro

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