Hoy quiero compartir un poco
de la experiencia con finanzas que he aprendido a lo largo de los años. Trabajo
desde los dieciséis años, pero solo aprendí a cuidar de mi dinero y ahorrar con
casi treinta años.
Yo era el tipo de persona
que todos los fines de semana iba a centros comerciales, yo no salía de allá
sin una o más bolsas de compras. Nunca he dejado de pagar una factura, pero
hubo veces que tuve que pedir dinero prestado a mi marido para poder pagar
todo. Compraba ropa repetida,
zapatos, y no eran solo los centros comerciales mis preferidos. En los
supermercados compraba todo tipo de comida rápida, que además de ser cara, no
es nada saludable.
Todos estos gastos
contribuyeron para una vida financieramente desorganizada. Como todo o casi todo en la vida tiene solución, cuando
estamos dispuestos, puedo decir que para mí vida he encontrado un camino. El
cambio empezó cuando estaba con mi marido en el centro comercial, como de
costumbre estaba mirando un escaparate y cuando me preparaba para comprar una
blusa más, mi marido me preguntó: - “¿La necesitas o la quieres?”
Ese día salí sin comprar
nada y, a partir de ahí, los cambios empezaron. En primer lugar, preparé una
planilla simple donde puse el sueldo que recibía en dos partes, puse mis cuentas
fijas, como la electricidad, el gas, la comunidad, el teléfono, la televisión
por cable. En seguida puse los gastos variables y, luego, el valor de la
factura de la tarjeta.
En segundo lugar, verifiqué
la suma de los gastos fijos, esa fue mi primera sorpresa. Al revés de lo que
pensaba, esos gastos representaban una cuenta muy pequeña entre todas las
salidas de dinero. Los gastos variables hechos con la tarjeta realmente eran mi
mayor problema, estaban totalmente fuera de control.
Así que mientras miraba las
cuentas, pensaba que tendría que hacer algo con mis finanzas si quería
realizar el sueño de mi vida, que era conocer Italia. Puedo decir que después
de tres años de altibajos, logré organizarme y, finalmente, realicé mi sueño.
En conclusión, quiero decir
que controlar los impulsos y las ganas de comprar viviendo en un mundo tan
consumista, donde tener parece más importante que ser, no es tarea fácil y
nunca lo será, pero cada uno tiene que pensar qué es más importante para su
vida, poner los propósitos sobre el papel y seguir un plan financiero.
Espero y deseo que mi
experiencia financiera pueda contribuir y servir como inspiración para que
quien me lea tenga una vida con menos cosas, pero llena de experiencias
mágicas.
Otbat
No hay comentarios:
Publicar un comentario