La historia llega a su fin ¿Te perdiste algo?
Por consiguiente, no importa cuán adelantada esté la tecnología, con sus ultramodernos ordenadores o móviles, a los bolígrafos no les han podido arrebatar su sitio. Además de lo expuesto, para muchas personas el bolígrafo representa un símbolo de estatus. Según el psicólogo Carlos Sosa: “El bolígrafo, al igual que otros objetos, puede estar relacionado con algunas características de nuestra personalidad y puede ser utilizado muchas veces como un símbolo de los intereses personales que tenemos”.
“Hay personas que
utilizan un bolígrafo de marcas exclusivas y son conscientes de que, al usarlo,
podrán mostrar sus gustos y su nivel socioeconómico”, destaca Sosa. Y añade que
“en una sociedad como la nuestra, de imágenes, muchas personas tienden a
observar los artículos personales que usamos para llegar a conclusiones sobre
características de nuestra personalidad”. Para estos fines, explica el experto
en salud mental, el mercado ofrece prestigiosas marcas.
Uno de los
bolígrafos más prestigiosos que existen en el mercado es el Montblanc. Sosa explica
que la mala selección de un bolígrafo puede producir el efecto contrario, o
sea, restarle prestigio a quien lo use. “A veces vamos a la oficina de un
médico y la secretaria utiliza un bolígrafo rimbombante, con plumas, y te da la
impresión de que no es una persona muy formal o seria y puede influir en la
forma en que te vas a comunicar con ella”, asegura.
El uso del bolígrafo es diferente en cada población. Sosa comenta que “personas jóvenes, especialmente chicas, tienden a utilizar bolígrafos con cabecitas de muñequitos, pequeños peluches incrustados y ojitos que se mueven. Tendemos a interpretar que la persona que utiliza ese tipo de bolígrafo es una persona inmadura, joven, que a lo mejor es extrovertida. Es posible que una persona muy reservada trate de evitar (usar) un bolígrafo como el que te acabo describir”.
Sosa establece que
no se debe juzgar a ninguna persona por el bolígrafo que tenga, pues la
importancia real de estos es que “tengan tinta y que sirvan para escribir. Esos
objetos no representan lo que es una persona ni lo que vale como ser humano”. El
psicólogo concluye que los bolígrafos solo adquieren valor cuando son
obsequiados por seres queridos, puesto que, entonces, se convierten en símbolos
emocionales.
El bolígrafo se ha diversificado en
múltiples formas y ha encontrado su lugar en el estrecho reservado del lujo.
El bolígrafo y el “roller” ya se han convertido en clásicos. Este último gana cada vez más adeptos
y se diferencia del bolígrafo en el tipo de tinta que utiliza, que en el caso del
“roller” o “rollerball” es mucho más
líquida. Quienes lo eligen, alegan que facilita la escritura porque la hace “mucho más ágil”. En
cambio, sus detractores lo rechazan por esta misma razón.
Tanto la clásica estilográfica como los
hijos y nietos del birome tienden a convertirse en alhajas masculinas. Las
firmas históricas fabrican sus ejemplares con los mismos elementos nobles de la
alta joyería: oro, platino o piedras preciosas. En cuanto al cuerpo, suele
estar hecho de resinas o
celuloide, tratado de
diversas maneras para afinar el acabado y el matiz de lo que se quiere expresar
con él. Tal y como pasó con los relojes o con los gemelos, se han convertido en
objetos simbólicos que se eligen para expresar
un determinado estatus social, una idea jamás imaginada por su
inventor, que curiosamente terminó sus días arruinado, dado el fracaso de sus
siguientes creaciones.
Actualmente, en Argentina el día del inventor se celebra el 29 de septiembre, fecha
en la que nació Biro. “Mi juguete
dejó treinta y seis millones de dólares en el tesoro argentino, un dinero que
el país ganó vendiendo productos no de la tierra sino del cerebro”, con esta
declaración clausuraba Biro la última entrevista concedida antes de morir.
Recuerda
El bolígrafo
se ha convertido en una herramienta de
escritura universal, a un precio regularmente muy bajo. El invento de Biro, que en sus inicios fue concebido como un
juguete para niños, causó tal sensación en la época gracias a
un cúmulo de hechos: No manchaba la
ropa ni las manos o el papel, era limpio, no rezumaba, se podía escribir
tumbado, acostado…
Hoy en día los
bolígrafos han evolucionado mucho,
llegando a conocerse incluso bolígrafos
con varias cargas de tinta, tintas de todos los colores, diferentes estéticas y
tamaños. Una invención genial que concedió a la humanidad una libertad jamás
pensada para el acto de escribir. En cuanto a sus inventores, les legó un
relativo reconocimiento, pero ninguna riqueza.
Pepe Cocodrilo
Consultas
bibliográficas y citas:
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