A
las mujeres, en general, les gusta mucho hacer compras, ya sea en el centro
comercial o en las tiendas de las calles, y conmigo no sucede lo contrario: me
gusta mucho ir de compras, independientemente del lugar, pero sé que tengo que
controlarme para no gastar más de lo que debo.
A
mí, por ejemplo, me gusta mucho ir de compras para dar regalos a las personas
queridas, como a mis padres, marido y amigos. Para mis padres, suelo comprar zapatos
o ropas en el centro comercial, pero ya les compré regalos también por
internet, sola o junto con mi hermana, cuando el valor es un poco mayor.
A mi marido, me gusta comprarle perfumes, polos o vaqueros, que son las cosas que más usa, ¡y así no me equivoco en el regalo! Para mis amigos, los regalos suelen ser pequeños recuerdos comprados en el centro comercial, como libros, utilidades domésticas (para los casados) o cosas que puedan ser de provecho en el día a día (una crema, un lápiz labial, artículos de papelería, etc.).
A mi marido, me gusta comprarle perfumes, polos o vaqueros, que son las cosas que más usa, ¡y así no me equivoco en el regalo! Para mis amigos, los regalos suelen ser pequeños recuerdos comprados en el centro comercial, como libros, utilidades domésticas (para los casados) o cosas que puedan ser de provecho en el día a día (una crema, un lápiz labial, artículos de papelería, etc.).
En
cuanto a las compras que hago para mí, generalmente son ropas para trabajar,
como camisas, pantalones y zapatos más cómodos, pero por lo general solo hago
compras para mí cuando realmente necesito algo. La última compra que hice, por
ejemplo, fue de zapatos en una tienda en la que los productos estaban todos de oferta.
Por
fin, algo que suelo hacer si compro algo para mí misma es lo siguiente: si
compro dos zapatos, doy a alguien que necesite otros dos o más que ya tengo y
que todavía estén en buenas condiciones para uso, y lo mismo sucede con las
piezas de ropas. Esta fue la forma que encontré de renovar el armario sin ser
consumista y ayudando a las personas que lo necesitan.
Juliana de Almeida Sarti
Ahora que llegan las rebajas en una gran parte del planeta, mejor ser comedidos. ¡Gracias por tus consejos, Juliana!
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