Musiclicando 27: Soda Stereo "De música ligera"

Formada en Buenos Aires (Argentina), en 1982, Soda Stereo fue una banda de rock de géneros tan variados como: Rock alternativo, New wave, Pop rock, Post-punk, Neopsicodelia y Rock experiemental. Hoy en día, está considerada como una de las más influyentes e importantes bandas iberoamericanas de todos los tiempos, así como también una leyenda de la música latina durante los años 80 y 90. Soda Stereo estaba conformada por Gustavo Cerati (voz y guitarra), Héctor “Zeta” (bajo) y Carlos Alberto Ficcichia "Charly  Alberti” (batería).

Charly, Gustavo y Zeta empezaron una historia en común y, tal cual la movida de España, Argentina pasaba por un momento caótico y muchos grupos de new wave y punk rock aparecieron. En ese medio tiempo surgió Soda Stereo con un estilo propio. Soda Stereo fue el primer grupo en difundir el Rock argentino en otros países.

En el primer álbum del grupo, como había dicho anteriormente Argentina en esta época destacaba el fin del régimen (la dictadura), la banda abre este con una canción titulada “Dietético”. De modo irónico, politizado y con canciones positivas, Soda Stereo emerge creando una nueva corriente y, con el paso de los años, llegaron a ser la mayor banda argentina de Rock. El fin de esta llegó con la muerte de Gustavo Cerati que, tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) en 2010 y estar en coma durante cuatro años, acabó falleciendo el 4 de septiembre de 2014.

Durante las vacaciones buscamos canciones alegres y con ritmos que nos contaminen (y animen), por lo tanto, “De música ligera” es una de las composiciones más cantadas y que se encaja de modo perfecto para que disfrutéis estos días. Empezando con el sonido de la guitarra, muy fuerte, seguida de la batería, donde Charly muestra lo que es posible hacer con ese instrumento musical, hasta que Zeta impone un ritmo muy bueno para que Cerati, con esa voz inconfundible, nos haga viajar por la letra. Desde ya, espero que disfrutéis de esta hermosa canción.

Jack

"De música ligera"

Ella durmió

al calor de las masas

y yo desperté

queriendo soñarla.

Algún tiempo atrás

pensé en escribirle,

que nunca sorteé

las trampas del amor.

De aquel amor

de música ligera,

nada nos libra,

nada más queda.

No le enviaré

cenizas de rosas,

ni pienso evitar

un roce secreto.

De aquel amor

de música ligera,

nada nos libra,

nada más queda.

De aquel amor

de música ligera,

nada nos libra,

nada más queda. 

Nada más, 
nada más queda, 

nada más queda, 

nada más queda...