Cuatro historias de humor interconectadas, donde la desgracia ajena aparece
como elemento principal de una obra ligera, a pesar de los contratiempos
sufridos por los protagonistas y que, de hecho, precisamente por eso conducen
al espectador a una risa fácil y sin pretensiones, llegando a identificarse, en
muchos momentos, con cada uno de ellos. En pocas palabras, este podría ser un
resumen de la obra más reciente dirigida por Javier Fesser, titulada Historias lamentables, acerca de la cual
escribiré algunas líneas.
Ramón, Bermejo, Ayoub y Alipio son los nombres de los cuatro protagonistas
de esta película que, estrenada en noviembre de 2020 a través de la plataforma
Amazon Prime, tiene la esencia de las producciones de Javier Fesser. A ejemplo
de otros trabajos de este triunfante director –como Campeones, un gran éxito de taquilla, Historias lamentables tiene el poder de captar la atención de los
espectadores deseosos de descubrir el desarrollo de cada caso y que, desde mi
punto de vista, en su mayoría se sorprenden positivamente.
Así pues, a través de una combinación de historias cotidianas, los protagonistas
representan seres humanos (y no figuras inalcanzables), que crean una sinergia
entre obra y público, además de atravesar dificultades que te hacen detenerte y
pensar en que podrías ser tú pasando por el mismo apretón. Esto queda claro si
nos preguntamos, por ejemplo, quién no ha cogido nunca un autobús por error,
como en “El hombre de la playa”, o ha pensado en un plan casi perfecto para
deshacerse de un problema, como en “La excusa”.
En conclusión, toda la originalidad del trabajo y la genialidad no solo de
Fesser sino del equipo en general, solo podía resultar en la nominación a tres
categorías a los Premios Goya 2021: al mejor guion original, mejor actor
revelación y mejores efectos especiales. ¡Definitivamente, una película que
merece la pena ser vista!
¿Cómo
estáis? Espero que bien, cuidando de vuestra salud y todavía cuarenteneando
en casa, ¡así lo espero!
¡Ojalá podamos salir de toda esta situación lo antes posible y celebrarlo con
nuestros amigos y familia!
Bueno,
para la columna de este mes, me pareció interesante destacar la creación de
algunos neologismos. Una de las cosas más hermosas en el aprendizaje de una
lengua es percibirla como un ente vivo. Todavía más encantador y divertido es
analizarla como un ser vivo capaz de crear palabras y expresiones en razón de
las nuevas situaciones o necesidades que surgen en la sociedad. Entonces, ¡arranquemos
para ver algunas de ellas!
La
primera palabra es vacunódromo,
con la que se alude, en general, a grandes
instalaciones habilitadas para vacunar, término reconocido ya como válido en español.
Este surgió con motivo de las intensas campañas de vacunación que se están
llevando a cabo por todo el mundo. En los últimos tiempos es habitual leer
noticias como: «Los médicos rechazan los vacunódromos para las vacunaciones
masivas», «El hangar de Delta Air Lines se convierte en un gran vacunódromo».
Este
neologismo, formado a partir del sustantivo vacuna y de la base culta
–dromo, presente en términos como hipódromo o velódromo,
y que, como indica la Gramática,
solía aludir a lugares en los que tenían lugar carreras, hoy también se refiere
al espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados, como
en cosmódromo, rockódromo, y en este caso concreto, a la administración
masiva de vacunas.
Dado
que vacunódromose adecua a las pautas
morfológicas del español y su significado es transparente, no
es necesario escribir dicha palabra en cursiva o entre comillas. Ahora bien, si
lo que se desea es marcar la novedad del término, estos recursos serían
admisibles. Por otro lado, también es correcto usar la voz vacunatorio, que se usa en determinados
países de América y que figura en el Diccionario
de americanismos, para referirse a este tipo de lugares.
Otro
neologismo que no se puede dejar de citar es la voz bromance queestá formada para referirse a
una amistad íntima, no sexual, entre hombres, y no necesita
comillas ni cursiva. De esta
voz y el término romance se ha formado por acronimia bromance para
referirse a una amistad muy estrecha entre hombres, sin carácter
sexual. Dado que se
adapta sin problemas a las pautas ortográficas del español, no
necesita cursiva, aunque no sea incorrecto añadirla para destacar su novedad. Tampoco es necesaria la mayúscula, puesto que se trata de
un nombre común.
Aunque
esta voz no sea censurable, conviene recordar alternativas como amistad del alma,
que resulta menos precisa porque no se restringe a los hombres, pero que puede
transmitir una idea similar a la de bromance.En las noticias se puede encontrar esta palabra
escrita de diversas formas, como en los siguientes ejemplos: «El ‘bromance’ de
Brad Pitt y Leonardo DiCaprio ha sido lo mejor de la temporada de premios» o
«Este nuevo bromance aún no se ha estrenado y ya está dando que hablar».
El
Diccionario de americanismos
recoge brother como
anglicismo crudo, al igual que la adaptación bróder,
con el sentido de ‘amigo
íntimo, compañero inseparable’, al tiempo que señala que se
emplea en países como Estados Unidos, Honduras y Bolivia. En su lengua
original, brother es el hermano
varón en sentido amplio, ya sea por vínculo familiar o por hermandad.
Bueno,
mis queridos lectores, con o sin bromance y vacunas, pero siempre con castellano
de calidad, espero haberos entretenido una vez más.
La vida es como una montaña rusa, tiene sus altibajos. El
fracaso puede ser algo negativo, que llevaría una persona a tocar fondo, perdiendo
parte de su autoestima. Pero, por otro lado, puede verse como algo positivo, como
una forma de aprendizaje, fortaleciendo a quienes lo sufren. En este sentido,
no existiría el fracaso, sino experiencias que, según se interpreten, pueden
causar un llamado “daño bueno”.
El presente capítulo enseña esto muy bien con la
experiencia de doña Luisa. Su hijo vuelve a Sevilla para visitarla y traerle
noticias: se va a casar. Conociendo bien a su hijo, duda de que haya cambiado
de comportamiento y, por lo tanto, sabe que está engañando a su novia. Durante
el encuentro con la pareja, para conocer a su futura nuera, se da cuenta de que
su hijo sigue mintiendo. Así que, reconociendo su desilusión como madre, decide
revelarle a su futura exnuera quién es realmente su hijo.
Pero, de modo sorprendente, él, surge antes de que su
madre lo delate, le abre su corazón a su amada. Sí, se había acercado a ella
porque era rica, pero se enamora de ella y sus sentimientos son verdaderos. Su
prometida le cuenta que lo sabía todo y esperaba el momento en que revelaría la
mentira. Si lo hacía, ella no terminaría la relación porque significaría que
había cambiado. Ante este hecho, la boda se lleva a cabo y doña Luisa está
satisfecha de que su primogénito no le haya fallado.
El segundo momento negativo que vive esta maestra es el
incendio en su laboratorio de prácticas. Debido a su frustrada relación con el
cartero, que la utilizó para obtener los reactivos químicos empleados para detonar
la fábrica de la familia Peralta, se quedó totalmente desnortada. Además,
promovió un discurso negativo para las estudiantes, disuadiéndolas de construir
un futuro diferente para ellas mismas, firmando que el mundo era masculino y no
había espacio para las mujeres. Todo el esfuerzo realizado por ellas hasta aquel
momento no cambiaría la realidad de la mujer en la sociedad contemporánea.
No obstante, como buenas estudiantes que eran, le
demostraron que estaba equivocada y que debía cambiar de actitud y no darse por
vencida. Así que con el apoyo de sus alumnas, acabó elaborando un proyecto para
reconstruir el laboratorio de ciencias con mayor seguridad. En su discurso en
clase, agradece a todas, destacándolas como las maestras que le mostraron el
camino correcto que seguir. Sin duda, este es un hermoso discurso por el que vale
la pena ver el capítulo, aunque solo sea para escucharlo.
Otro punto abordado en este capítulo fue la enfermedad
psiquiátrica del primo de Ramón. El pobre niño padece esquizofrenia, una vieja
enfermedad que hasta hoy no tiene cura. Se puede controlar con medicamentos en
algunos casos, pero no tiene cura. Esta enfermedad hace sufrir no solo al
paciente, sino también a todos los que lo rodean.
Margarita vivió esto con la persona de la que se enamoró.
Elías se siente fracasado porque no puede vencer la enfermedad y puede poner en
peligro a personas cercanas a él, incluyendo a su amada Margarita. Por eso el
enfermo decide quitarse la vida. Pero en un instante, Margarita logra convencerlo
con un discurso positivo, motivador y, al mismo tiempo, realista. De hecho, ella
fue el personaje del capítulo que evitó el suicidio de Elías y convenció a doña Luisa para que construyese un
nuevo laboratorio científico. Sí, Margarita se erige como la principal
responsable por conseguir que doña Luisa recupere su autoestima. Salve
Margarita, porque para ella no hay fracaso.
Por consiguiente, se puede concluir que el fracaso es un
proceso de aprendizaje que hace que la persona siga adelante para ser hoy
alguien mejor que ayer. ¡Que el espíritu de Margarita esté presente en estos
días de pandemia (sin fin)!
Ana Lila Downs Sánchez conocida artísticamente como
Lila Downs nació el 9 de septiembre de 1968, en Tlaxiaco, Oaxaca (México), es cantautora,
productora y actriz, hija de Anita Sánchez, cantante indígena mixteca, y de
Allen Downs, profesor de Cinematografía estadounidense de Minnesota (Estados
Unidos). Lila empezó a cantar las canciones tradicionales de su región a los 8
años, pero sin dejar de escuchar a las grandes cantantes, como Lola Beltrán,
Chavela Vargas, Lucha Villa, Mercedes Sosa y al cantautor brasileño Caetano
Veloso, entre otros. Ya cuando tenía 14 años se fue a Estados Unidos a estudiar
canto en Nueva York, sin embargo dos años más tarde regresó a su ciudad natal.
A continuación, Lila obtuvo la licenciatura en
Antropología por la Universidad de Minnesota. Además, estudió en la Escuela de
Bellas Artes y, en el año 1990, pasó a formar parte del grupo de percusión
llamado La Trova Serrana; junto a
esta agrupación musical se presentó en muchos eventos durante dos años. En
1992, Lila decidió volver a Tlaxiaco para formar parte de otro grupo musical, Los cadetes de Yodoyuxi. A partir de
entonces, Downs alcanzó fama y reconocimiento en su región.
De manera que se presentaba interpretando canciones
tradicionales mixteca y zapoteca en los espacios públicos de Oaxaca. Más tarde,
Lila se consolidó con un importante puesto en la música mexicana tras grabar su
álbum La Sandunga, 1999, trabajo
artístico que recibió críticas positivas, pero que además tuvo un gran éxito
comercial. Por otra parte, su nuevo disco Árbol
de la vida, 2000, solo logró éxito internacional en 2001. Con todo esto,
Lila conquistó su espacio en definitivo en la música internacional, ya que
siguió lanzando trabajos conocidos por el gran público, como “La llorona”, “La
Cumbia del mole” o “Palomo del comalito”, entre otros, dedicados a la cultura
de su pueblo.
Como actriz, ha participado en tres películas
tituladas: Frida; otra Fados y Hasta el último trago corazón. Asimismo, en 2005 conquistó su
primer Grammy Latino en la categoría de Mejor álbum folclórico, por su trabajo
titulado Una sangre, y en 2013 ganó
el Grammy de Mejor álbum de música regional mexicana con Pecados y milagros. En otras palabras, Lila Downs trae siempre en
sus trabajos artísticos la emoción y el significado de la representación cultural
de su pueblo, desde los colores de sus trajes, que son una mezcla de ritmos
musicales, hasta los platos típicos de su región, como el chile frito (que
curiosamente es el nombre de su documental: El
son del Chile frito).
En definitiva, Lila Downs es una gran artista
mexicana que conquistó el mundo con su talento musical, la fuerza de sus raíces
mexicanas y el folclore de su pueblo, por eso seleccioné una canción titulada
“Fallaste corazón”, compuesta por Cuco Sánchez e interpretada por ella misma.
“¿Qué onda, güey?”. Para aquellos que, como yo, están más acostumbrados al
español de España propiamente dicho, esta frase parece rara en los primeros
episodios de De brutas, nada. Pero
salvo si tú no tienes ningún interés por el idioma, en algún momento vas a
buscar qué significa eso. Sin embargo, además de enseñar jergas de México, esta
serie va a encantar a las personas que buscan entretenimiento leve y sonrisas
sin pretensión.
La historia es simple: Cris (ya me siento amiga de ella) rompe su relación
a punto de casarse tras una traición, por lo que así se encuentra sola en un
departamento que no puede pagar. Junto a sus amigos divertidísimos (todos
reales, con problemas como el resto de la humanidad, pero siempre disponibles
para el grupo) buscan un roomie, alguien con quien ella pueda compartir el
piso.
Así aparece Alejandro, desempleado y desalojado, pero con una
característica que Cris no quiere: ¡es hombre! Sin sorpresa, entonces, les dice
que es gay para poder vivir allí. No os voy a contar más, pero mucho ya se
puede uno imaginar. De cualquier manera, aunque la historia pueda parecer común
y ya vista antes, la serie tiene algunos puntos que me llamaron (y prendieron)
la atención. Tiene un ritmo rápido, personajes simples y humanos, es leve como
necesitamos ahora, nos provoca sonrisas – y risas, ¿por qué no?
Principalmente en una época en la cual echamos de menos el contacto próximo
a otras personas, sentarnos para beber algo con nuestros amigos, reunirnos para
hablar de nada y abrazarnos, De brutas,
nada nos recuerda cómo eso era guay. Y nos trae esperanza de que la vida
puede – y va a volver a – ser leve, incluso con los problemas y decepciones que
siempre tendremos. Además de eso, merece la pena oír e intentar entender un
poco de este español tan mexicano.
Una obra para reflexionar. Este es el sentimiento que prevalece después de
ver el largometraje dirigido por Libia Stella Gómez y producido por la
Universidad Nacional de Colombia. La película, que se estrenó en 2020, en medio
del caos de la pandemia, adoptó la plataforma de YouTube como medio para llegar
al público en general, alcanzando la gran marca de las 500 mil visualizaciones
en su estreno digital. Innovador, pero sin perder el aura mágica de las
producciones cervantinas.
La trama relata la realidad de una Colombia que aún sufre con el
narcotráfico, a través del cotidiano de una universidad donde el profesor de
literatura, Alonso Quijano, se sumerge profundamente en el universo quijotesco,
acompañado de su colega Santos Carrasco, un exbibliotecario que trabaja en el
área veterinaria de esa institución. En nombre de la amistad que los une a
ambos, Santos es quien decide investigar a fondo la vida del maestro, con el fin
de comprender qué pudo haber desencadenado la locura que le afecta.
En mi opinión, la forma en que se cuenta la trama, con el fin de acercar el
contexto de un clásico de la literatura a la realidad actual, es un gran
aliciente para la lectura y el contacto con parte de una cultura que,
lamentablemente, se ha ido perdiendo a lo largo de los años.
Por fin, es importante mencionar que sabemos que las herramientas
tecnológicas están a nuestra disposición para apoyarnos en nuestro día a día y,
como ejemplo, tenemos el formato en el que la película en cuestión llegó al
público, pero es cierto que, sin que su uso ocurra de una manera mínimamente
saludable, este tipo de contenido histórico correría el riesgo de no ir más
allá de las estanterías de bibliotecas y librerías.
Cuando yo era niña pasaba todo el
verano de vacaciones en la playa, con mis primos, en total éramos siete niños y
el más viejo cuidaba del más joven y así por delante. Estábamos siempre juntos,
jugando, nadando o caminando por la playa. Yo soy la más joven de los primos y
la última que montó en bicicleta sin los ruedines, así que finalmente llegó mi
vez de montar en una bicicleta de “adulto”.
Me acuerdo que fue uno de esos veranos,
creo que ya tenía entre ocho o diez años cuando mi papá me dijo que debería
aprender a montar en una bicicleta. Yo no pedí aprender, pero él me ofreció la
oportunidad y yo acepté.
Todos los días mi papá y yo salíamos
con la bicicleta de adulto y empezábamos a entrenar por la mañana y por la
tarde, en la playa, en la calle, tanto que después de unos días toda la gente
ya nos conocía de tanto vernos para arriba y para abajo.
Así que fueron días doloridos para
nosotros, porque yo siempre me caía, me golpeaba y me salían moratones, ya
estaba casi vencida por el cansancio. Creo que lo mismo pasó con mi papá, de
otra forma, pero debería de estar cansado de correr detrás de la bicicleta,
porque él iba corriendo y agarrando la bicicleta. A pesar del cansancio de las
dos partes, no desistimos.
Entonces creo que después de una semana,
ya no me acuerdo más, ¡pero llegó el día en el que conseguí montar en la
bicicleta sola! Cuando este día llegó, toda la gente en la playa empezó a
aplaudir. Desde el momento en el que me vieron montando sola, aplaudieron
mucho. Yo creía que era para mí, por conseguirlo finalmente, pero quizá fuera
para mi papá, por toda su dedicación conmigo.
Por supuesto que, cuando empecé a
montar, aún necesitaba ayuda para subir y bajar de la bicicleta, que de verdad
era mucho más grande que yo, y mis primos siempre muy pacientes ayudaban a la
más joven.
Desde hace siglos, conocemos la importancia de la educación para la
formación del ser humano en su conjunto, tanto por el enfoque técnico como por
la evolución humana, que añaden a su vida aquello cuyo acceso a una buena
instrucción garantiza. El foco de esta breve reflexión está específicamente en
el ingreso a la enseñanza superior en Brasil y cómo ocurre.
En cuanto al formato en el que se ofrece la educación universitaria a la
población en Brasil, básicamente se reconocen dos: universidades públicas,
estatales o federales, en las que el estudiante inicia su vida académica
aprobando un examen de alta complejidad, generalmente dividido en dos etapas, y
por las cuales nada es cobrado a los que aprueben; y las privadas, cuyo acceso
también se produce mediante un proceso de selección, en estas existe un cobro
mensual para la permanencia en el curso. También existen otras posibilidades
para acceder a las universidades, como aprobar exámenes públicos o incluso
mediante becas, pero las dos formas básicas son las mencionadas con anterioridad.
Bajo mi punto de vista, las opciones de educación deberían seguir siendo
ofrecidas de forma gratuita a quienes accedan a este tipo de instituciones
educativas, especialmente pensando en los estudiantes sin recursos financieros
suficientes que solo pueden seguir estudiando a través de este formato. Sería
más justo, incluso, que se fortalecieran las bases de la educación pública en
los niveles primarios, para que la disputa entre estudiantes provenientes de la
educación privada y pública les otorgue las mismas posibilidades de obtener
plazas en las universidades financiadas por el gobierno.
Para concluir, creo que es pertinente mencionar que, mientras el sistema
educativo en Brasil siga reforzando las diferencias entre clases sociales en
detrimento de una educación más amplia e inclusiva, el país en su conjunto
seguirá rezagado en términos de desarrollo humanitario y tecnológico.