Queridos amigos:
En el último
texto de este diario escribí sobre el inicio de los grandes cambios que
empezaron a ocurrir en España mientras Lorca hacía un recorrido por Argentina,
donde sus obras fueron estrenadas, vistas y elogiadas tanto por el público como
por la crítica. Estos cambios fueron sentidos tan pronto Lorca desembarcó
en Barcelona, volviendo de su ancho viaje. Merece la pena mencionar que no solo
el país del poeta estaba cambiando, sino también toda Europa, que ya empezaba a
sufrir con la tiranía de los dictadores que imponían su régimen de odio,
violencia y desmedidos castigos.
Imagen 1 - Federico García Lorca en su despedida
de Argentina, desde los micrófonos de Radio Stentor
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Mientras cambiaba
la vida política de España, la vida del poeta granadino cambiaba con la misma
intensidad, pues ya no era un escritor desconocido que peleaba por su lugar al
sol. Sus viajes con la compañía teatral “La Barraca” y su gira por Estados
Unidos, Cuba y Argentina lo habían convertido en un escritor reputado, además
de dramaturgo y director de teatro consagrado, ya que con cada estreno de una
obra suya, su éxito ganaba dimensiones nunca antes imaginadas.
Imagen 2 - Lorca con María Antonieta Rivas y dos amigos
en Nueva York.
Archivo Fundación García Lorca.
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Imagen 3 - Federico con un chico vendedor de periódicos Cuba, 1930.
Col. Fundación Federico García Lorca, Madrid.
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Imagen 4 - Lorca recita uno de sus poemas al público asistente
al homenaje que se le rindió en la ciudad argentina. EFE/Archivo
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A medida que su fama crecía, Lorca empezaba a dar luz a una postura política simpática a la República con duras declaraciones. Sumado a esto los temas críticos de sus piezas y su comportamiento nada convencional para la época, despertaron cierta incomodidad en la Derecha, que incluso intentó boicotear el estreno de Yerma, el 29 de diciembre de 1934. No lograron hacerlo, pero mientras la prensa liberal y progresista alaba los logros dramáticos del montaje, los periódicos de Derechas, por su parte, la calificaron como inmoral y antiespañola. Lorca solía decir que tenía "una misión social: educar a las masas con su teatro”, pero en verdad lo que hizo, inconscientemente, fue comenzar a cavar su propia tumba.
Imagem 6 - Lorca y Margarita Xirgu vestida de Yerma, Madrid |
Imagen 7 - Lorca, Margarita Xirgu y Cipriano Rivas Cherif en el estreno de Yerma. Teatro Español de Madrid, 29 de diciembre de 1934 |
A parte de la
difícil situación política del país español, no se hablaba de otra cosa que no
fuese Lorca y sus obras; tanto que su celebridad fue comparada a la de algunos
de los más importantes políticos de la época y su último estreno, Doña Rosita, fue aclamado de forma
unánime, aunque sus enemigos la discutiesen sin treguas.
Imagen 9 |
Lorca estaba feliz,
pero inconsciente de que en toda Europa se extendía la sombra del nazismo de
Hitler y que, en apenas unos meses, España se convertiría en un gran banco de
pruebas de la Segunda Guerra Mundial, así como tampoco era consciente de que su
vida caminaba hacia el fin.
Referencias:
LERMA
GONZÁLEZ, David. Grandes Biografías
– Federico García Lorca. 2008.
Imagen 1, 5, 6, 7,8 y 9: Accedido
el 06/12/2015
Imagen 2: Accedido el 06/12/2015
Imagen 3: Accedido el 06/12/2015
Imagen 4: Accedido el 06/12/2015