Vicente
Valdés Valdés, conocido artísticamente como Vicentico Valdés, nació el 10 de
enero de 1921, en el barrio Barriada de Cayo Hueso, La Habana (Cuba). Desde de
su adolescencia empezó a formar parte de algunos grupos musicales, por esta
razón, a los 16 años, pasó a actuar como cantante principal de un grupo llamado
Septeto Nacional, aunque fue por poco tiempo. Así que, al lado de sus
hermanos Alfredo, Marcelino y Oscar, formó parte de la Orquesta de Cheo
Belén Puig durante dos años. Por lo que sigue, Vicentico fue invitado a
juntarse a la Orquesta Cosmopolita, de manera que, a partir de ahí
alcanzó los primeros éxitos como cantante.
Esta
gran agrupación le permitió, en la época, participar en muchos programas de
grandes emisoras de radio, puesto que después de la II Guerra Mundial, por
razones económicas, Vicentico se vio obligado a buscar mejores oportunidades de
trabajo en la música en México y, una vez más, formó parte de algunas
agrupaciones de este país, como el Conjunto Tropical de Humberto Cané y
también participó en las orquestas de Arturo Núñez, Rafael de Paz y Chucho
Rodríguez.
Este
hecho le posibilitó firmar un contrato con el Conjunto musical del gran maestro
Noro Morales para actuar en Nueva York a finales de 1947. Con esta oportunidad,
Vicentico alcanzó el éxito total junto a la comunidad latina. Por otra parte, Vicentico,
que hasta 1947 se había dedicado exclusivamente a las guarachas, mambos, afros
y sones montunos, a partir de 1948 ingresa como cantante de boleros en la orquesta
de Tito Puente (gran maestro puertorriqueño), lo cual le dio un protagonismo
musical entre los más grandes nombres del bolero en Latinoamérica al poder
grabar sus primeras canciones para Seeco.
Por consiguiente, durante varias décadas las orquestas se adaptaron al estilo interpretativo de Vicentico que, a su vez, interpretó las canciones creadas por sus compositores preferidos, como Marta Valdés, Augusto Alguero, Palito Ortega, René Touzet, Javier Vázquez, José Antonio Méndez, Piloto y Vera, Pepe Delgado, Juan Pablo Miranda y los hermanos Silva Rexach, Myrta Silva y Rafael Hernández, así como también los dominicanos Rafael Solano y Manuel Troncoso. Todo ello culminó con una gira muy especial por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, México, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, España y Francia.
En los años 50, Vicentico ya estaba totalmente radicado en Los Estados Unidos, por eso, grabó muchos temas con La Sonora Matancera hasta fundar su propia orquesta que después de algunos años de trabajo le permitió conquistar un Disco de oro, en el año de 1958, con el trabajo titulado Añorado encuentro, o sea, el antes gran cantante de guarachas, mambos y sones montunos, que a partir de esta nueva década se convirtió en el importante intérprete del romanticismo con temas que se eternizaron en su voz, como “La gloria eres tú”, de José Antonio Méndez, “Quiéreme y verás”, “Me faltabas tú” o “Decídete mi amor”, entre otros.
Vicentico
a lo largo de su trayectoria grabó 50 discos con más de 500 temas y sus últimos
trabajos fueron realizados bajo la dirección del músico y director
puertorriqueño Bobby Valentín que declaró: “Lo de Vicentico Valdés fue un exquisito experimento, porque él era mi
ídolo y por tu ídolo haces lo que sea”. Además, el éxito de este trabajo
fue tan grande que los ambos tuvieron que preparar juntos dos discos más.
En
suma, Vicentico Valdés fue un gran cantante que interpretó con maestría, durante
muchos años, diversos géneros musicales. Sin embargo, encontró en el
romanticismo una manera especial de comunicarse con los amantes del bolero a
través de la música en diferentes partes del mundo. Infelizmente, Vicentico
falleció el 25 de julio de 1995 en Nueva York (Estados Unidos). En esta
ocasión, para homenajear a este gran artista, seleccioné una canción titulada
“Conversación en tiempo de bolero”, compuesta por René Touzet e interpretada
por el propio Vicentico Valdés.
¡Espero
que la disfrutéis!
Jorge Martins de Almeida
“Conversación
en tiempo de bolero”
Conversación
en tiempo de bolero,
porque contigo no se puede hablar.
Unas veces, contestas enojada
y otras veces, ni te dignas contestar.
¿Qué te
pasa mujer? ¿Estás enferma?
¿Qué extraños secretos te hacen enmudecer?
Si cuando te beso ni conmigo te estremeces
sin quererlo tú me entregas tu querer.
Conversación
en tiempo de bolero,
porque contigo no se puede hablar.
Unas veces, contestas enojada
y otras veces, ni te dignas contestar.
¡Ay qué
mujer! ¡Ay qué mujer!
Que me obliga a cantar, a cantar, a cantar, a cantar y a cantar.
Conversación en tiempo de bolero,
porque contigo no se puede hablar.
¿Qué te
pasa mujer? ¿Estás enferma?
¿Qué extraños secretos te hacen enmudecer?
Si cuando te beso ni conmigo te estremeces
sin quererlo tú me entregas tu querer.
Conversación
en tiempo de bolero,
porque contigo no se puede hablar.
Unas veces, contestas enojada
y otras veces, ni te dignas contestar
¡Ay qué
mujer! ¡Ay qué mujer!
Que me obliga a cantar, a cantar y a cantar.
Conversación en tiempo de bolero,
porque contigo no se puede hablar.
Porque contigo no se puede hablar.
Fuentes consultadas:
Biografia de Vicentico Valdes - Salsa
Con Sabor
El último café con Vicentico -
Desmemoriados
In Memoriam: Vicentico Valdés –
Worldwide Cuban Music